tag:blogger.com,1999:blog-20762173686010299622024-03-13T06:07:07.811-05:00SHIN TOFU THE TRAVELEREl lobo sigue su camino. La madriguera anterior ya quedó chica.
La bestia ha resurgido.
Y más sedienta que nunca.
¿Vas a la iglesia? ¿Eres políticamente correcto? ¿Te gusta el reguetón, aventuchata y vallenato?
Ven aquí.
Ven, sin miedo...
VOY A DEVORAR TU CARNE Y A BEBER TU SANGRE.Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.comBlogger257125tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-61843422737055464862021-09-06T22:43:00.005-05:002021-09-06T22:43:49.857-05:00ESPANTAPÁJAROS CON CORBATA PARTE CINCO<b>CINCO: SOMOS TODOS ESTRELLAS AHORA, EN EL SHOW DE LOS TONTOS. </b>
El traslado del cadáver de Renato y su recepción en la morgue para la identificación del cuerpo por sus familiares iba a tener un agregado de varios enteros sobre el estrés promedio habitual, pronosticó Cañarte. Y para su amargura, no se equivocó.
Primer escollo al llegar el camión forense a la morgue. Una oleada de reporteros, muchos de ellos de la farándula y prensa rosa, advertidos no más de unos minutos atrás del deceso, estaban ya haciéndose un torbellino de caras y manos aferrando celulares en modo grabación, pugnando entre ellos como buitres ante una carcasa podrida la exclusiva del fallecimiento de un conocido locutor radial. Rodrigo había parqueado una cuadra más arriba para evitar tardarse en hallar espacio disponible, logrando con mucha suerte un precario espacio. El sitio estaba lleno de vehículos del que había descendido tanto periodistas como colegas del muerto. Y estaban ya aglomerando la entrada de la morgue al punto que obligaron al chofer del camión darle a la bocina varias veces para abrirse paso. Refunfuñando por la escena y por el dolor de sus pies que ya empezaba a torturarlo, Rodrigo se hizo camino entre el montón de tipos que buscaba respuestas. No se dio cuenta del error cometido hasta que la prensa vio en él un potencial de exclusivas y lo abordaron rodeándolo.
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOiaaHfLEzMr9Hk7mHrWWlvMe6SKaBBop1KNFSBT-BsjadXzmuxeNYaPbK-xL_uMqSfw8PzdNF7BeupVVYGrIxonhyphenhyphenz_B9jkM5ZTZ0Nb_eNboYy36R57Mj8ujM4uojknCvTXJp276zs4A/s1632/buitres.jpg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; "><img alt="" border="0" width="400" data-original-height="1224" data-original-width="1632" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOiaaHfLEzMr9Hk7mHrWWlvMe6SKaBBop1KNFSBT-BsjadXzmuxeNYaPbK-xL_uMqSfw8PzdNF7BeupVVYGrIxonhyphenhyphenz_B9jkM5ZTZ0Nb_eNboYy36R57Mj8ujM4uojknCvTXJp276zs4A/s400/buitres.jpg"/></a></div>
- ¡Por favor, unas palabras sobre la muerte del señor Ordóñez!
- ¿Es usted familiar, colega o conocido del fallecido?
- ¡Señor, unas palabras para Los Sapos de la Tele!
- ¿Es cierto que fue un suicidio? ¡Confirme por favor que estamos al aire!
- ¡Hay rumores de un asesinato por líos de faldas! ¿Nos confirma esa premisa por favor?
- ¿Sabe cuánto dejará de herencia el muerto para su familia?
- ¿Nos deja saber su opinión del suceso? ¡Estamos en vivo para Bocas Chismosas!
Fue tan impetuosa la arremetida de los entrometidos contra Cañarte que consiguieron cohibirlo un poco. Este en su ofuscación por no saber a qué pregunta contestar primero, deseando aclarar primero que su papel aquí era únicamente de criminalística forense; sólo logró alzar las manos para tratar de apaciguar la sed de morbo de los que aferraban, con un total fracaso. Las preguntas eran disparadas sin cesar, haciendo bullir en el interior de Cañarte una mezcla de rabia, impotencia y coraje por la mínima calidad del profesionalismo de esta gente. De continuar esta indetenible oleada de subnormalidad deberá echar mano de…
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYmE86-KFh9t6JhzSHJr329AFRK7hEkkEHhG_LqDedX4TEPXda574jDrQ67TjqSWbxHGipylFi1Rd3o6-EOE0yqG9m1s1atI6TNX_XLawq3h1ZZ3m29CyLxayxsTuy6joRe6eGalAeIio/s1440/pum.jpg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; "><img alt="" border="0" width="400" data-original-height="700" data-original-width="1440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYmE86-KFh9t6JhzSHJr329AFRK7hEkkEHhG_LqDedX4TEPXda574jDrQ67TjqSWbxHGipylFi1Rd3o6-EOE0yqG9m1s1atI6TNX_XLawq3h1ZZ3m29CyLxayxsTuy6joRe6eGalAeIio/s400/pum.jpg"/></a></div>
Detonó un tremendo disparo, haciendo que todos los reporteros echasen a correr entre chillidos.
- ¡¡FUERA, FUERA, ZÁNGANOS HIJUEPUTAS!!
Rodrigo quedó boquiabierto, ante el furibundo sujeto que enarbolaba un revólver de dotación y que había logrado espantar al enjambre de reporteros. Guardó el arma y se aproximó con una sonrisa chueca hacia el teniente. Llevaba puesto un pantalón de tela de corte irregular con algunas áreas pulidas por el uso, con una camisa al que ya le faltaba un par de botones y una chompa de cuero café, agrietada en los codos y el cuello. Sus zapatos deslustrados armonizaba con la desgarbada vestimenta del individuo, de facciones anchas, endurecidas, ojillos diminutos y perspicaces y nariz aguileña pronunciada.
- Puta que son rudos estos periodistas. Y mal llevados encima, les pide de favor las cosas y es hablar a la tapia. Ya tocó sonarles un pepo para asustarles. ¿Trabaja aquí, mi sub? – le silbó, más que le habló, con un profundo acentuado de las eses.
- En efecto. Me llamo Rodrigo Cañarte, teniente de criminalística. – Rodrigo prefirió responder con cortesía pues con lo fácil que le fue a su interlocutor soltar un balazo no dudaba que ante la menor provocación otro plomo saldría hacia su persona.
- ¡Elé carajo! Sabrá disculpar mi tenientito, uno es recién llegado y no conoce a quien habla a veces. Me presento, subteniente Pedro Manuel Suntaxi, para servirle. – respondió con un toque de sumisión, quizá por jerarquía, quizá por imposición en genes, quién sabe. Se llevó la mano a la cabeza y la bajó como humillándose ante un superior. Rodrigo pasó de la estupefacción a un suave desdén. El orden jerárquico institucional clásico. Agacha la cabeza ante el superior, pisotea al que tienes debajo. Único norte, ascender, ascender, ascender. Aguanta primero, aplasta después. Siempre había sentido rebeldía ante tal orden impuesto y hoy no sería la excepción.
- Pedro, es un gusto saludarlo. Puede referirse a mí como Rodrigo. Estos cargos son principalmente nominales y no existe ningún motivo para que hacia usted no me dirija con respeto y consideración. Somos colegas entonces, no debería rebajarse ante mí. – Contestó con voz amable. Vio cómo Pedro alzó la cabeza y leyó interrogación en sus ojos. Capaz no haya entendido la mitad de las palabras o simplemente nunca había sido tratado así por un “superior”, lo mismo daba.
- ¡Bueno mi teniente, ha sido un gusto! Le juro que a mí todos esos periodistas hechos los muy muy me caen al huevo, sobre todos esas perras que se banderean con micrófono y más están para mostrar teta. Por los menos des di espantando con el plomazo – siseó nuevamente con una risita al final. Tras eso, saludó con la mano en frente y se alejó.
Segundo escollo, definitivamente.
Una vez adentro se dirigió hacia la sala de necropsias en donde ya estaban practicando y registrando la autopsia de Renato. El olor a carne atufada y sangre le era familiar, pero no por eso agradable bajo ninguna circunstancia. Por lo menos las arcadas de sus primeros años ya no se presentaron. Renato Ordóñez estaba tendido, completamente desnudo en una mesa de metal, siendo disecado prolijamente por el médico forense, éste protegido con bata, guantes, lentes y cofia desechables. Adornado por algunas manchas de sangre. En la mesita de Mayo se veían diversas herramientas como escalpelos, tijeras, sierras y separadores. La mitad del rostro de Renato estaba cubierta por su propio cuero cabelludo, abierto en transversal desde la coronilla y avulsionado para exponer el cráneo. Ya la masa encefálica reposaba al lado del cadáver en una balanza. El hueso esternón del tórax había ya sido aserrado por la mitad y corazón con pulmones expuestos mediante un separador con lo que costillas, pleuras y demás estructuras quedaban visibles sin problema. También habían sido extraídos y analizados corazón y pulmones, siendo regresados posteriormente a su lugar original. La actividad ahora estaba centrada en el abdomen, igualmente abierto sagitalmente hasta el hueso púbico. El forense en ese momento observaba un bulto vinoso, del cual sobresalían diversos puntos de rotura de su vaina, llamada cápsula de Gleasson. Se escuchaba la descripción del forense.
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtfw3JkgRXyCnRCG0CGCcEJsDb0JjfOHH1keXrfMOks8ofl6hXsKv-7dVGsg4coayL5lfB3d7mk9kz3vGVmJzdKOHsP0HshnzaZf6sEdsFcBcu3A2SaCy2ZehrlkpwQRg7KCM7nr9WUPY/s700/autopsia.jpg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; "><img alt="" border="0" width="400" data-original-height="450" data-original-width="700" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtfw3JkgRXyCnRCG0CGCcEJsDb0JjfOHH1keXrfMOks8ofl6hXsKv-7dVGsg4coayL5lfB3d7mk9kz3vGVmJzdKOHsP0HshnzaZf6sEdsFcBcu3A2SaCy2ZehrlkpwQRg7KCM7nr9WUPY/s400/autopsia.jpg"/></a></div>
- Hígado, cápsula de Gleasson rota en varios lugares con lesión y pérdida de sustancia por causas posiblemente contusas. Signos de estallido. Hemorragias determinables con sangre en cavidad abdominal. – En ese momento notó la presencia de Rodrigo y apagó la grabadora. – Qué dice mi teniente, ya estaba a la mitad de la necropsia.
- Hola doctor, ¿cómo avanza esto?
- Hasta el momento no he registrado huellas de heridas punzocortantes o de arma de fuego. Ya nomás reviso las extremidades para establecer fracturas y dejo grabando causas de muerte. Un minutito.
- Dése su tiempo doctor, ignore que estoy aquí.
- Gracias.
Rodrigo Cañarte tenía su fama de ser amable y paciente cuando las cosas transcurrían normalmente, pero si se sucedían muchos errores la gente podía temblar, pues se volvía una fiera implacable. De momento, las cosas transcurrían fluidamente.
El forense centró atención en otros órganos sólidos del abdomen, como el páncreas y el bazo, que asimismo tenían signos de estallidos por lesión contusa, que hasta partes del intestino se habían roto. Claro, pensó para sí Cañarte, debías ser de goma para que no te estalle nada cayendo sobre granito desde 20 metros. Finalmente, el forense emitió el dictamen.
- Diagnóstico clínico: Traumatismo craneal encefálico con pérdida de masa encefálica, desprendimiento de ojo derecho de su órbita, politraumatismos tanto con fracturas óseas en cráneo, columna dorsal y en 2 extremidades; como estallidos de órganos abdominales. Causa de la muerte: paro cardiorrespiratorio por destrucción de varios órganos y choque hipovolémico por pérdida de sangre. Manera de la muerte: Suicidio por arrojamiento voluntario desde 20 metros de altura sobre superficie dura. Tiempo aproximado de la muerte: 3 a 4 horas desde el reconocimiento del cadáver. – el forense apagó su grabadora, se sacó la mascarilla y le sonrió a Cañarte, quien correspondió. – Todo listo mi teniente. Ya sólo es de pasar el informe en limpio y prepararle al cuerpo para el reconocimiento de los familiares. La sonrisa de Cañarte se ensombreció. Confiaba en que el arreglo del cuerpo lo dejase lo menos impactante posible para los deudos.
- Pues esta es la parte que menos me gusta de todo doctor. Cuando vienen a reconocer. Se respira pesado un buen rato por tanta mala vibra.
- A todo se acostumbra uno mi teniente. Le endurece a uno este trajín diario. – Con eso dicho a modo de despedida, el forense tomó un grueso agujón rematado en una piola blanca y procedió a rearmar y coser el cadáver, con la misma delicadeza de estar rellenando un pollo. Rodrigo tragó saliva buscando dulzor (su último trozo de caña había sido consumido hace rato), dio media vuelta y salió de la sala de necropsias.
Al salir, no sólo vio a algunos periodistas y colegas, esta vez en actitud callada y calmada por el pistoletazo anterior, sino a las que parecían ser los deudos. Dos gemelas en sus últimos días de adolescencia sollozando abrazadas entre sí, una mujer de unos cuarenta y cinco apretando un pañuelo con el rostro descompuesto, luchando por guardar las lágrimas y una anciana con aspecto arrogante que apretaba los labios como queriendo evadir la situación. Fijó su mirada en las chiquillas llorosas y se acercó con ademán compasivo, ofreciendo un consuelo. Pero antes de un metro de ellas, la mano de la mujer madura, la madre posiblemente le cerró el paso de forma cortante.
- Tú no les hablas ni nada mamá. Ya bastante daño has hecho.
- Florita por Dios, entiendo que estés triste. Pero era por bien de todos, cómo ibas a mezclarte con ése…
- ¡¡MALDITA SEA LA HORA EN QUE HICE CASO DE TUS PENSAMIENTOS ELITISTAS RIDÍCULOS!! ¡¡TÚ ERES LA CULPABLE QUE AHORA MI ESPOSO Y EL PADRE DE MIS HIJAS HAYA MUERTO!! ¡¡LÁRGATE DE AQUÍ, NO QUIERO VERTE!!
La aludida retrocedió dos pasos, abriendo completamente la boca y crispando los puños. La cerró a continuación pero unas palabras acalladas fueron rumiadas febrilmente sin que los labios se despegasen. La situación estaba lo suficientemente tensa como para que encima se añadiera el reconocimiento del cadáver. Cañarte empezó a avanzar unos pasos para iniciar un diálogo de conciliación (aunque con lo dicho con la ahora viuda, poco era lo que se podía negociar) cuando una figura menuda se le adelantó por la derecha. Era Suntaxi, quien se plantó entre Flora y su madre con el ceño entrejunto.
- ¡A ver señoras se me van calmando por favor, que ya mismo hay que reconocer el cuerpo de Ordóñez y quiero que esto se haga deprisa!
Al ver el aspecto de Pedro, la anciana decidió enfocar la rabia que le estaba borboteando en sus entrañas por la contestación de su hija ante sus criterios. ¿Cómo se atrevía a llamarla elitista si jamás en la historia de la familia se habían permitido semejantes enlaces? Y su hija más adorable, la Florita, la que ya había prometido su mano al excelentísimo hijo del canciller Maldonado y que ésta, ¡en rebeldía tonta de los jóvenes se fue con ese desharrapado, con ese cualquiera, con ese Perico de los Palotes sin abolengo alguno! ¿Y ahora venía este indio apestoso a pretender ordenarle que se calme? ¡¡Pues nuevito lo iba a dejar!! Inhaló profundo para disparar una perorata que pusiera al runa alzado, majadero en su sitio.
- ¿Y USTED QUIÉN MISMO SE ESTÁ CREYENDO QUE ES, PEDAZO DE INDIO HEDIONDO, RUNA NEPLO?, ¡SEPA USTED QUE ESTÁ TRATANDO NAD…!
- La mano de Suntaxi impactó contra el pecho de la anciana haciéndola caer cortando brutalmente su contestación. Acto seguido se abalanzó sobre la mujer y entre el chillido de pánico de Flora y sus hijas el zapato derecho pisoteó y aplastó un seno ocasionando un alarido agudo de dolor de la atacada. En defensa instintiva aferró y golpeó el tobillo de Suntaxi sólo consiguiendo que el tipo aumentara la presión. El chillido se mezcló con lágrimas en un rictus horrendo de la vieja.
Rodrigo asimismo pasó de la estupefacción por la discusión entre ambas, y el insultante argumento al horror por la forma que el subteniente sometió a la mujer. Había sido tan rápido el proceder que no saltó sobre Suntaxi hasta que estaba levantando el pie del seno, posiblemente para reiniciar el ataque. Abrazó al atacante y lo obligó a retroceder, mientras la pisoteada se revolcaba del dolor tremendo, baboseando su interminable sollozo. Las otras tres estaban refugiadas en sus propios brazos ahora en un llanto unísono.
- ¿¡Pero te has vuelto loco?! ¿¿Cómo se te va a ocurrir ponerte a atacar así a una mujer de la tercera edad??
- ¡¡Pues bienhechito a la vieja puta!! ¡Que le vaya a decir runa neplo a su taita!
- CÁLMATE PEDRO SUNTAXI. VETE DE AQUÍ EN ESTE MOMENTO. – Suntaxi se rehízo y se reacomodó la chaqueta, resoplando por la nariz ruidosamente sin dejar de ver rabiosamente a la anciana que aún se revolvía en el piso agarrando su mama herida.
- Volverásme a decir runa neplo, bonito te ha de ir, vieja…
- ¡HE DICHO QUE TE VAYAS! ¡ES UNA ORDEN! – Rugió ya fuera de sí Cañarte, ya sin acordarse del arma de Pedro, y su bien demostrada volubilidad. El otro dio un respingo y lo miró unos segundos, para luego agachar la cabeza y marcharse, no sin antes dirigir una furibunda ojeada a la antes arrogante mujer, cuyas quejas se habían apagado un poco. Ya con Suntaxi fuera de la escena (que había dejado sin habla al resto de la audiencia, con la única acción de haber grabado prestamente con sus celulares la escena de la agresión) Rodrigo se dirigió a Flora y sus hijas.
- Señora, le ofrezco mis sinceras disculpas. Nunca pensé que el asunto se fuera a salir de cauce de esta manera. Déjeme ayudar a poner en pie a su madre… - Giró y se agachó para ayudar a incorporarse a la abuela. Y quedó sorprendido al recibir una sonora bofetada.
- ¡¡NO ME PONGA LAS MANOS ENCIMA, PUERCO, ASQUEROSO, RUFIÁN!! ¡¡ASÍ SON TODOS USTEDES CHAPAS DE MIERDA, ALZARLE LA MANO A UNA DAMA DE LA TERCERA EDAD, INDEFENSA!! ¡¡PERO VERÁN LA DEMANDA QUE LES VOY A PONER, CONOZCO A LOS MEJORES ABOGADOS!! ¡¡DE PATITAS EN LA CALLE VAN A QUEDAR TODITOS USTEDES, CHAGRAS, PÍCAROS, VERDUGOS!! – Tras esa histérica rabieta, la mujer se levantó por su propio medio y echó a andar aún agarrándose el seno por el dolor (por lo menos tendría ese odre arrugado algo de turgencia de sus años mozos, se dijo Rodrigo) y farfullando insultos y declaraciones de alto abolengo, se largó del sitio. Casi ni sintió la bofetada el teniente; más le indignó la silente acción de los celulares de montón de presentes. Le empezó a doler la cabeza al pensar qué clase de titulares pondrían estos reporteros a todo lo grabado.
Tercer maldito escollo.
- ¿Les gustó el show? Ya tienen suficiente comidilla para sus programas. Apaguen esas cámaras AHORA. – La gente obedeció al instante sintiendo como punzones los ojos iracundos de Cañarte. Volteó a Flora quien había dejado de llorar pero la vergüenza le rebosaba en la cara. Anhelando terriblemente tener un kilo de caña que masticar, respiró trabajosamente dos ocasiones y se recordó que había un protocolo que cumplir. – Señora, ¿podría pasar conmigo para la identificación del señor Ordóñez? – Flora asintió silente, se levantó tras dar un beso a cada gemela y lo acompañó.
- Señor, se me cae la cara de vergüenza. Voy a culparme toda la vida de haberme dejado influir de esa arpía que tengo por madre…
- Desconozco las razones de la reacción de su madre, pero reitero mis disculpas. No pensé que este tipo Suntaxi fuera a reaccionar tan salvajemente, así hubiera recibido un insulto. En fin, ya estamos. Cuando usted lo desee, voy a levantar la sábana para que usted proceda al reconocimiento del cadáver. Sé que es una experiencia dura, pero es necesaria. – Notó que Flora se aferraba a su brazo libre, con un ligero temblor que resumía la mezcla de horror, expectativa y angustia que devoraba a la viuda. Pasó un rato hasta que Flora asintió.
- Por favor, muéstremelo.
Al levantar la mortaja, Rodrigo agradeció al forense del detalle de volver a colocar el ojo en su órbita. Aunque procuró descubrir únicamente el rostro, no logró evitar que algo del costurón del pecho lograrse aflorar. Flora ahogó un grito tapándose la boca y un río de lágrimas volvió a brotar de sus mejillas. Se soltó del brazo de Cañarte y se desplomó sobre el cadáver con un llorar que evocaba amargura y arrepentimiento. El hombre contempló consternado, sintiendo que parte de su ser absorbía algo de la congoja de la mujer. Puso ambas manos como ofreciendo consuelo sobre los hombros por un par de segundos y la dejó estar. Se dirigió hacia afuera cruzándose con las gemelas quienes habían escuchado el sollozo de su madre. Rodrigo apretó los ojos al entrelazarse tres voces en un estridente lamento. Ahora era el tiempo de anunciar formalmente el deceso a esos buitres hambrientos de morbo.
Al día siguiente un hombre caminando por la calle, vestido discretamente con jeans, camiseta de manga larga, calentador gris con capucha y lentes oscuros grandes; posó su vista sobre los titulares de un diario local. SE SUICIDÓ RENATO ORDÓÑEZ. Pasó a otro diario quien exponía LA DEPRESIÓN LE GANÓ LA BATALLA A RENATO ORDÓÑEZ, con una noticia más abajo sobre la agresión de un policía a una indefensa anciana. Y finalmente leyó en un pasquín amarillista SE TERMINÓ EL ORDEN DE ORDÓÑEZ.
Una lenta sonrisa se dibujó en la cara del hombre.
Todo había empezado.
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-74150573690139763972021-09-06T22:36:00.001-05:002021-09-06T22:36:27.691-05:00ESPANTAPÁJAROS CON CORBATA PARTE CUATROCuatro: PIES PLANOS Y AMPOLLADOS.
- Aló – murmuró una voz somnolienta.
- Teniente Cañarte, buenos días. Tenemos un cadáver para que nos dé ayudando con el levantamiento, vea…
Rodrigo Cañarte, teniente empleado en el departamento de investigación criminalística y forense de su ciudad, confirmó su asistencia a su interlocutor y colgó el celular. Casi trece años de estar trabajando en ese departamento (había empezado apenas unos días después de nacer Matilde) ya le había otorgado la experiencia suficiente para no salir a la carrera cada vez que tocaba constatar una muerte violenta. Lección que no se aprende en las aulas: el cuerpo no iba a salir corriendo de ahí. Verificó la hora. 7:23. Sábado. Mientras paladeaba el amargor matutino de su boca, remanente de sus muchos años de tabaquismo intenso, se levantó con lentitud de su lecho y empezó a desperezarse. Metódicamente, miembro por miembro. Mientras estiraba su torso sentado aún en la cama, ladeó de un lado a otro de la cabeza aliviando un poco la contractura de los músculos. Maldita costumbre de ver televisión acostado. Se había prometido comprar un soporte de TV plana para empotrar en la pared y ningún dolor cervical servía de motivación suficientemente fuerte para cumplirlo. Ya de pie, hizo un leve trote en su terreno para estimular piernas y caderas. La barrera de los 40 se inauguró con algunos dolores que nadie pensaría tener hasta que irrumpen sin aviso previo.
-¿Vas a salir tan temprano, Rodrigo? – una voz femenina salió de un bulto envuelto en colchas en la cama de al lado. Delia Plutarco se había comportado como una esposa promedio durante estos quince años de convivencia. Dar hijos, encargarse del cuidado de hogar y prole, tener lista la comida, ser su compañera sexual habitual, etcétera, etcétera, etcétera. También incluía un creciente cúmulo de reclamos, inseguridades, proyectos truncos, discusiones por no tener el suficiente dinero, intromisiones de familia política y el lento pero inevitable enfriamento de un matrimonio que inició como un ardoroso romance; repleto de promesas y con la expectativa de vivir felices para siempre cual final de cuento; y actualmente ser simplemente una convivencia con tolerancia mutua, evitando la separación por el bienestar de los niños y que la cercanía del otro más provocaba hastío que otra cosa. Un matrimonio promedio, como tantos otros. Era lo que se esperaba.
- Sí mijita – contestó en mitad de un estiramiento de espalda. - Si todo sale bien, estoy de vuelta antes de las nueve para desayunar todos.
- Hacerte levantar tan de mañana y un sábado, y todo para un simple <i>levantado… </i>
En la mente de Cañarte se quedó la incógnita si la frase dicha por Delia fue un chiste, un simple juego de palabras o una elección azarosa desprovista de emociones.
- Es <i>levantamiento.</i> – le corrigió con voz queda.
- Eso mismo. Bueno, ahí en la cocina hay pan y huevos. Si quieres te haces algo, yo hago más tarde el desayuno de los guaguas. – la esposa se volvió a arropar y antes que Cañarte se terminase de poner los pantalones, se escuchaba el rítmico sonido de su respiración que indicaba que volvía a dormir profundamente. Un beso hubiera caído bien, se dijo con cierta tristeza.
Se colocó una camisa manga larga, una corbata color plomo (aborrecía esa prenda, sentía que le quitaba sangre del cerebro como una horca de acción prolongada, y su aborrecimiento se extendía a los imbéciles que impusieron la cultura de la corbatita para actos tan banales o sin necesidad de pompa como una acción forense) y se colocó un sweater de tela fina pero abrigada. Tras ceñirse los zapatos, de cuero negro y suela lisa, más apto para estar en oficinas que en trabajo de campo (nueva maldición a los que hacían apología de la cultura de corbatita) se dirigió a la habitación de sus hijos. Edgar dormía como un tronco. Depositó un beso en su sien expuesta. Luego fue a la de Matilde. Esta dormía abrazada a una almohada, pero despertó con el beso en la mejilla.
- Mmmm… ¿vas a salir papi?
- Sólo por un ratito mi amor. Voy a hacer una diligencia y regreso para el desayuno.
- Lo mismo dijiste la vez pasada y regresaste de noche… - respondió la púber con un mohín de descontento.
- Hay cosas que a veces se salen de mi control mi cielo, ya quisiera estar a diario puntual en la casa para comer siempre juntos y conversar, pero prometo esforzarme para no llegar tarde esta vez.
- Llévanos al cine, quiero ir a ver con Edgar la de Avengers…
- De una mi amor. Lo prometo.
- ¿Vas a buscar a gente mala?
- No esta vez – rió un poco por la percepción de sus hijos a su trabajo. Esas preguntas eran frecuentes y los niños no terminaban de desconstruir la imagen de un agente de policía, tergiversado por tanta película y serie en donde los diálogos de plomo eran la constante. – Voy a ver a un muertito, es un procedimiento legal.
- Ve con cuidado papi, no quiero que te pase nada malo.
- Gracias mi amor. Lo haré. – Dejó otro beso de despedida en la frente de la chiquilla y la arropó. Cruzó la puerta creyéndola dormida, pero Matilde estaba ladeada, ya despierta por completo, mientras la aguijoneaban pensamientos preocupantes sobre la seguridad de su padre. La sola idea de perderlo por el así llamado “cumplimiento del deber” la aterraba.
Rodrigo avanzó hasta la cocina, en donde puso a calentar agua y puso en la sanduchera un pan abierto al medio y relleno con un queso cuya marca la prefería por su cremosidad y la facilidad con la que se derretía. En el otro panel de la sanduchera cascó un huevo y reguló al máximo la temperatura. Cuando el agua ya empezaba a hervir, puso en una taza una cucharada colmada de liofilizado de café (había constatado felizmente que un liofilizado decente era definitivamente superior a esos polvos instantáneos que dejaban en la boca un desagradable regusto a ceniza o carbón. Estaba pensando seriamente pasarse al molido, ya que un colega hacía apología constante de dicho producto) y otra de azúcar. Echó el agua caliente liberando una fragante columna de vapor mientras batía hasta disolver completamente los sólidos. Abrió la sanduchera y retiró tanto el emparedado como el huevo ya cocido. Un poco de clara quedó pegada al piso superior. Ni modo, Delia quedaría contrariada de nuevo por ese detalle. No tenía ya tiempo para lavar el trasto y restregarlo.
Comió y tras terminar lavó taza y platillo con rapidez. Y un último detalle. Sacó de la refrigeradora unos veinte trocitos cuadrados de caña de azúcar y los metió en una bolsa plástica, así como un pequeño táper para recoger los restos secos. Todo lo colocó en su bolsillo. Embarcó su vehículo, un SUV de segunda mano que le servía tanto para terreno urbano como eventuales jornadas fuera de la ciudad pero que ya daba muestras de fatiga de materiales. Mientras daba tiempo al motor a calentarse, llamó al teléfono que lo despertó.
- Diga mi teniente.
- Ya estoy en camino. ¿Me confirma el lugar de nuevo? – claro, campeón, nunca lo dijo para empezar el muy mamerto. Los cadáveres emiten señal gps y facilito los rastrea uno con el celular.
- Es subiendo la loma de la quebrada al noroeste del centro histórico mi teniente. Debe dejar el carro abajo y subir al trote. Jodido es.
Puta madre.
La puteada fue tanto para el obtuso subordinado como para él, ese sweater ligero no iba a impedir que el frío le cale los huesos y subir una loma de tierra, a saber si lodosa; con zapatos de suela lisa era una invitación al desastre. Y ya no había tiempo de subir a cambiarse de ropa.
- Vea, ¡cualquiera informa los detalles del lugar del levantamiento, carajo! ¡Yo reprobé el curso de Kalimán así que no sé leer la mente! ¡Siempre debe usted mencionar por lo menos la dirección donde se hará el procedimiento! ¿Me entendió?
- ¡Mil disculpas mi teniente! ¡No se volverá a repetir! – rogó la voz del otro lado, temiendo represalias futuras y maldiciéndose por la omisión que parecía simple pero iba a provocar consecuencias o retrasos innecesarios.
- Cuando llegue allá lo vuelvo a llamar, para que me notifique su nombre y rango. Chao. – Cañarte colgó y tiró el celular furiosamente en el asiento del copiloto. ¿Por qué cada vez salen más pendejos? Algo tan sencillo, tan de sentido común como decir la localización del lugar y este imbécil no lo dice. Se prometió identificarlo y tenerlo en la mira para sancionarlo si cometía cagadas futuras. Ya ese disgusto hizo obligatorio extraer dos pedazos de caña y masticarlos, deseando tener entre sus muelas al zoquete.
Aun con lo temprano de la hora, ya el tráfico estaba espeso. Una travesía que debía hacerse en doce minutos se convirtió en treinta y cinco gracias a un montón de buses semivacíos que peleaban entre sí obstaculizando el flujo vehicular. Maldijo Rodrigo a cada idiota que usaba carros para razones absurdas y al sindicato de choferes que sólo buscaban derechos y regalías negándose a cualquier responsabilidad. Llegando a la subida de la loma procuró calmarse, pues sus sentidos debían estar agudizados. Su fama de sabueso debía mantenerse alta.
Demoró una media hora más en llegar a un puente situado sobre la quebrada en su punto más alto. Tal como lo había previsto, las suelas lisas de sus zapatos le hicieron resbalar y lo agreste del terreno le dejó unas bonitas ampollas en las plantas, con dolores por cobrar en unas horas después. Prácticamente la mitad de la caña fue consumida en busca de energía pronta. Viendo el grupo forense arremolinado, llamó desde su celular. Un nervioso subalterno tomó el celular, pero al contestar Cañarte cerró y lo señaló. El otro sólo pudo desviar nerviosamente la mirada. Cañarte era de los que no se andan con huevadas y ese error podría provocar más que un jalón de orejas. Ya toda la zona del puente estaba marginada con cintas amarillas en sendos extremos. Pasó entre ellos agachándose un poco.
Cañarte saludó al forense a cargo y al fiscal designado. Estos devolvieron cordialmente los buenos días. Tras una breve descripción del cuadro, Cañarte se asomó al borde del puente y veinte metros más abajo vio lo que quedaba de Renato Ordóñez. Este yacía boca abajo, con las extremidades en antinaturales posiciones. Una mancha roja a poca distancia del cuerpo daba a entender que el golpe lo había hecho rebotar antes de detenerse definitivamente.
- ¿Y ahora? - Se lamentó Rodrigo, pues en ningún lado de la garganta se veía una cuesta lo suficiente amigable como para un descenso sin que suponga una caída peligrosa o hasta mortal.
- Ya están trayendo los arneses y las cuerdas, mi teniente – respondió el subordinado que puso en mira hace poco, haciendo lo máximo por recuperar el aprecio perdido. – Otra cosa, éste parece ser el celular del occiso. – Mostró una bolsa sellable transparente que guardaba un Smartphone. Rodrigo sonrió ligeramente.
- Buena. De aquí podremos sacar información útil una vez desbloqueado el aparato. Téngalo en custodia. Y apúrese con los arneses, quiero terminar con esto.
Luego de una media hora, en donde se ciñeron cuerdas, seguridades y arneses para evitar cualquier fatalidad, Cañarte, el fiscal y el médico forense descendieron pausadamente hasta el fondo de la garganta. Llevaban una funda de cadáveres y una camilla para apear y subir al muerto. Ya en el fondo, el fresco aire del riachuelo se sentía mezclado con un torvo olor a sangre. Cañarte sacó una cámara y tomó fotos del lugar de los hechos, por lo menos unas cinco. El médico se adelantó para palpar la carótida, otros pulsos y tratar de auscultar el pecho como mandaba el protocolo. Tan quieto como la piedra en que yacía. Con los guantes quirúrgicos puestos, entre los tres hicieron el movimiento de voltear el cadáver. El fiscal tuvo un respingo.
- ¡Mierda, ha sido el Renato Ordóñez!
- ¿El locutor de radio? ¿El de Punto de Ordóñez?
- El mismo. Chuta, al final ya la depre lo terminó jodiendo… - ante esa aseveración Cañarte alzó una ceja incrédulo.
- ¿Ordóñez sufría de depresión? ¿Al punto de intentar acabar con su vida? – Volteó a ver el rostro del cadáver. Sin importar que hubiera caído de espaldas, el impacto en su cráneo fue lo bastante fuerte para dejar una plasta de pelo y astillas de hueso con masa cerebral. Un ojo había salido de su órbita y su boca guardaba un grueso coágulo de sangre que deshilachaba al desprenderse de la piedra. Pero el rostro lograba mantener sus características.
- El tipo mencionaba en otro programa su asunto depresivo, y sus problemas con su familia lo tenían al borde siempre. Parece que el trote de montaña que estuvo practicando no fue tan efectivo para apoyarlo, después de todo… - dijo el forense. Sacó una grabadora, presionó el botón de grabar y continuó el protocolo. Al mismo tiempo Cañarte meticulosamente revisó los bolsillos de Ordóñez logrando sacar una billetera y extrajo la cédula. No había duda. Renato Felipe Ordóñez Villamagua. Colocó la billetera en una funda plástica de evidencias. Tras eso tomó otras fotos. El médico luego de comprobar el reflejo corneal terminó de constatar el deceso. – Se trata de una persona mestiza, masculina, sin vida, siendo la fecha y hora (…), causa probable de la muerte, paro cardiorrespiratorio provocado por politraumatismos diversos sobre todo en área craneal, en donde se aprecia fractura severa occipital parietal con pérdida de materia encefálica. El rigor mortis está apenas manifestándose por lo que se determina que la muerte ocurrió hace cuatro horas o menos. Signos de lucha, ninguno. Heridas cortopunzantes, ninguno al parecer. Heridas por arma de fuego, ninguna al parecer. Motivo desencadenante, caída de unos veinte metros sobre superficie dura. – Continuó unos minutos de descripción y apagó la grabadora.
- ¿Listo doctor?
- Déle nomás, mi teniente.
Ahora colocaron el cadáver en la bolsa y lo amarraron a la camilla. Un suicidio de película, todo parecía indicarlo. La noticia de la muerte movería bastante la atención, predijo. A pesar que todo era piedras enormes y escasa vegetación, Rodrigo echó una última ojeada unos metros alrededor saltando entre las rocas, cuando algo captó su atención. Un pequeño muñeco en forma humana hecho de paja y cuerda. ¿Una artesanía, un souvenir, un amuleto? ¿Valdría la pena registrarlo como evidencia? Su instinto investigador le dijo que sí. Lo introdujo en otra bolsa y lo introdujo en la bolsa para analizarlo después. Conforme iba subiendo el cuerpo, Cañarte revisó la hora y soltó una maldición. Ya eran las once y cuarenta y cinco.
Las películas tendrán que ser dos por lo menos, para contentar a los niños…
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-27643313961165511652021-07-27T18:28:00.003-05:002021-07-27T18:28:48.853-05:00ESPANTAPÁJAROS CON CORBATA PARTE TRES<p> <b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: center;"><span lang="ES-MX">TRES. EL DESCENSO DE LA DEPRESIÓN.<u></u> </span></b></p><p align="center" class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: center;"><b><span lang="ES-MX"><u></u> <u></u></span></b></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Una hora de trote diario era la terapia menos fastidiosa que había logrado Renato Ordóñez para hacer frente a su recurrente depresión. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Ya había descartado varios psiquiatras famosos en el círculo de recomendaciones, pues no hacían otra cosa que pretender que pastillas como la fluoxetina, la risperidona, la sertralina o la quetiapina formen parte de su dieta diaria. No se molestaban siquiera en informarle de los múltiples efectos adversos. La simple delicadeza de informarle que tales psicofármacos podían provocar una disfunción eréctil, habría evitado una bochornosa desilusión con una atractiva admiradora en un motel elegante. Dios. Sólo ese papelón habría bastado para intentar terminar con su mugrosa existencia. Así que la decisión de una hora de ejercitación aeróbica, recomendada más por un amigo cercano sin conocimiento alguno de psicología o psiquiatría resultó mucha mejor alternativa que cualquier píldora. Podía hacerlo antes o después de sus intervenciones en las frecuencias radiales en que trabajaba. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Claro que no había sido fácil. Casi treinta años frente a un micrófono durante horas sin prácticamente moverse había cobrado su factura. Tras una semana de desfallecer luego de cinco minutos de lanzar a la carrera su delgado pero fofo cuerpo lo dejó tentado a echar a la basura el aditamento comprado en una de las mejores tiendas deportivas. Casi 100 dólares en un traje de licra enterizo, como si fuera a competir para una olimpiada. De haberle dicho eso algún entrevistado, hubiera recibido una buena perorata sobre el sentido común y evitar el derroche del dinero. Pero ahí estaba él. Arrastrando los pies luego de cruzar el umbral de su resistencia física diaria. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Pese a todo, Renato prefirió no entregarse al facilismo. Sus crisis de depresión le borraban la alegría de su existencia muy eficazmente. El sólo inyectar aplomo a su voz durante sus espacios de opinión política y de realidades ciudadanas equivalía a subir un edificio de diez pisos cargando a su suegra. Esa maldita vieja sebosa entrometida que no hizo otra cosa que escupir veneno en su matrimonio con Flora, para que al cabo de dos décadas de discusiones y malos entendidos; él tuviera que salir con un par de maletas por la puerta del departamento que aún le quedaban cinco años de terminar de pagar la hipoteca. Flora y las gemelas que fueron por doce años una de las pocas alegrías de su vida quedaron separadas definitivamente. Ya con eso su tendencia a la melancolía se enraizó en su ser como una hiedra a una pared vieja. La ausencia de sus pequeñas lo amargó al punto de no desear más compañía femenina en su vida, salvando algún encuentro sexual casual como para cortar con tanta paja. De esto ya habían pasado siete años y las visitas paternas legales sólo le dejaban un sinsabor cada vez más intenso; siendo lo más deducible que entre la bruja y Flora desdibujen su imagen de padre amoroso y acolitador en un monstruo despreciable, evidenciable en la gélida forma en que lo recibían, de forma progresiva. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Diecisiete meses posteriores al divorcio, intentó acabar con su vida por primera vez. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Fue la combinación de un contrato cancelado con una de las frecuencias en que locutaba (para sustituirlo por un reverendo bobalicón que “pegaba” con una risotada que más parecía un rebuzno, el muy hijo de puta), una demanda penal por alimentos de las niñas (capaz la bruja malparida estaba deseando un celular nuevo) y un asalto que sufrió que lo dejó forzado a prestar dinero una semana entera; en que durante un desahogo en alcohol (ahogado sin embargo en su llanto), vio la avenida repleta de automóviles que cruzaban en direcciones opuestas y a velocidades muy superiores a lo permitido por ley. ¡Es que era san viernes, y era la hora del chupe ritual para suprimir miserias internas, venga! Ignorando las peticiones de pago de sus tres aguardientes y tequilas salió a paso veloz del bar y cerrando los ojos cruzó la calle deseando un último golpe que solucionara para siempre tanta tribulación que acuchillaba su patética existencia. Bocinas aquí y allá, fogonazos de luz entraban en sus párpados e insultos viscerales a su persona fue lo que recibió en esos diez segundos. Hasta que un golpe en su frente lo detuvo. Abrió los ojos buscando ese alivio no recibido y miró un muro gris igual que su existencia. Varias miradas estaban fijas en él, incluyendo un par furibundas que estaban dentro de vehículos que dieron un frenazo para no atropellarlo. Cayó sobre él una masa de estáustedbienmiraeseldelaradio<wbr></wbr>oereflechuchatumadreteapestala<wbr></wbr>vidaseñorcómofueacruzarasílaca<wbr></wbr>llemirequeoyemedasunautógrafo que lo impulsó a huir despavorido, repleto de dolor mental y físico (ese chichón tardó una semana en bajar), vergüenza y asco hacia sí mismo y su puta suerte que por una vez la tuvo buena. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">De soportar diez minutos pudo subir a veinte. Un mes después ya aguantaba media hora. Incluso podía darse el lujo de volver corriendo a su escueto domicilio tras el programa vespertino tras tres meses de práctica, notando con alborozo que sólo eran diez minutos de diferencia volver al trote; en lugar de aguantar apelmazado de gente en un bus o en un taxi apestoso a tabaco y otros aromas repugnantes, y con el consabido ahorro. Así que tras un tiempo de dominar cuarenta y cinco minutos sin mayor fatiga, empezó a experimentar horarios y trechos más atrevidos. Lunes, miércoles y viernes eran para el trote vespertino desde la radio a la casa. De treinta a cuarenta y cinco minutos sin mayor problema. Y martes, jueves y sábados eran destinados para practicar senderos poco conocidos en parques, bosques cercanos y trayectos accidentados entre loma y montaña de su ciudad. Había uno en que disfrutaba en particular (disfrutar… esa palabra no la había usado en sí desde hacía tanto) pues lo alejaba bastante del ajetreo citadino para entregarle paisajes boscosos y aire exquisitamente puro, hasta llegar a una discreta cascada en que algunas veces llevaba un frugal desayuno mientras gozaba del trepidar del agua cayendo que aumentaba o disminuía según llovía o no. Una parte del trayecto incluía un puente de madera, construido hace pocos años con propósito de estimular la exploración ecoturística y el ejercicio en los ciudadanos. Cruzaba una profunda garganta de unos diez metros de longitud, y en cuyo fondo, veinte y tantos metros abajo, surcaba un sinuoso arroyo entre enormes peñascos, cargando agua cristalina que un par de kilómetros más abajo formaba parte de la recolección de agua potable en que sería sin duda alguna contaminado de la basura del ser humano. <u></u> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj38qSD7tKeRKK9_Ag0Nc03iJzzyOxJJhrlmrTK0mOdNoFnEF9BNtpH0_f2gVd7k8_FUBEKLdhyphenhyphenjoAaYwdhTvn1c-Y3edyHKrchVhbrgZzzAYfG-hmRLoqdn_OBlORLo6t3-x-OwpQRJFQ/s1920/puente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj38qSD7tKeRKK9_Ag0Nc03iJzzyOxJJhrlmrTK0mOdNoFnEF9BNtpH0_f2gVd7k8_FUBEKLdhyphenhyphenjoAaYwdhTvn1c-Y3edyHKrchVhbrgZzzAYfG-hmRLoqdn_OBlORLo6t3-x-OwpQRJFQ/s320/puente.jpg" /></a></div><br /><u></u><p></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Gustaba del calmo paisaje sazonado con silencio sólo roto por el piar o el murmullo del riachuelo, al aguzar el oído hacia el precipicio. Había momentos, durante su ejercicio terapéutico en que ese vacío podría ofrecer también una salida última a recidivas de su aplastamiento anímico. Ya no tan frecuentes, pero ocurrían.<u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Como un par de meses atrás. Su depresión se había agravado sobremanera tras una cruda negativa de las gemelas a presentarse en un restaurante en donde las esperaba para celebrar su cumpleaños 56. Leer ese “Papi, sorry pero no iremos, la abu nos invito a comer piza” tuvo sobre él el efecto de un desfile de militares marchando sobre su cuerpo. Ese trayecto boscoso y calmo pasó desapercibido por completo y ese puente se le antojó más tentador que una veinteañera abierta de piernas. Primero fue una pierna y luego otra. Contemplaba ese abismo tan profundo, tan liberador, tan atractivo. Sólo un salto y todos sus problemas formarían parte del pasado. Sólo era cerrar los ojos, soltar las manos, echar el cuerpo hacia adelante y entregarse al efímero júbilo de convertirse en un charco rojo allá en esa eternidad de un segundo o menos repleta de ternura que le ofrecía el sólido granito gris. Una risa resoplada contrastaba con un incesante fluir de lágrimas mientras una pugna entre su instinto de conservación y el deseo de acabar con todo demoraba la ansiada muerte. <u></u> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKFSmLKNXw_Mb2qYm7cseOu0ZlK_YFC6JSyifNNSM8ebSZTsDFu29VYa9oknhhfd2zXofsjzN_NXyRgGNFzpMSLLGhnIBnDw4ex5zvMfcJiYBKyo4WZ3-Q2tYRmSHS_jRl88icNAK3TIw/s450/cm5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="450" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKFSmLKNXw_Mb2qYm7cseOu0ZlK_YFC6JSyifNNSM8ebSZTsDFu29VYa9oknhhfd2zXofsjzN_NXyRgGNFzpMSLLGhnIBnDw4ex5zvMfcJiYBKyo4WZ3-Q2tYRmSHS_jRl88icNAK3TIw/s320/cm5.jpg" /></a></div><br /><u></u><p></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Finalmente Renato cedió. Con el cuerpo tembloroso volvió a la seguridad del puente, retrocedió hasta el camino empedrado bajo el cobijo de un pino y lloró algunos minutos. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Nuevamente la miseria le ganaba a la liberación. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Afortunadamente la condición física ganada de alguna forma consiguió que los neuroquímicos en su cuerpo se lograsen estabilizar luego de unos días. Así que con la esperanza débil de que la siguiente crisis fuera mucho más demorada que la anterior, libró su carrera contra su miseria un sábado temprano, mucho antes que el sol se asomara por el horizonte. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Tomando cuenta de su tiempo, notó que desde su casa hasta llegar al punto de referencia ya hacía menos minutos de lo acostumbrado. Estaba ya en los pensamientos serios de matricularse en alguna maratón urbana de cinco o quince kilómetros cuando vislumbró en el puente una persona, apoyada por fuera de la armazón de madera, mirando silente el abismo. Un hombre, vestido con un sencillo calentador grisáceo, con una capucha echada en la cabeza, hacía exactamente lo mismo que él hace unos días. Incluso podía escuchar sus sollozos y ver su pecho estremecerse. Miedo, dolor, deseo, capaz todo mezclado. Su altruismo detonó y con un grito de alerta corrió hacia el individuo. Al sentir los pasos del otro en la madera, gritó sin voltear la cabeza. <u></u> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiojrKVBpEH2lc5EhiqUcCIDm09m2RU-13i3cMgUsH-_hjvULOhqv7lI-P-W4DmUhGi0J6ilnKUydPJZwnhSh5clRTvWPmRnXKAW3TAsHRsrngicJsYD7DlwLcgrJsEx69Gv3Z3XJr9diY/s474/hood.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="474" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiojrKVBpEH2lc5EhiqUcCIDm09m2RU-13i3cMgUsH-_hjvULOhqv7lI-P-W4DmUhGi0J6ilnKUydPJZwnhSh5clRTvWPmRnXKAW3TAsHRsrngicJsYD7DlwLcgrJsEx69Gv3Z3XJr9diY/s320/hood.jpg" width="320" /></a></div><br /><u></u><p></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¡NO SE ACERQUE! ¡SALTARÉ SI LO HACE! – su voz sonaba gemebunda, como si hubiera estado llorando mucho rato antes de tomar esa decisión. Renato frenó en seco y extendió las manos tratando de calmar al suicida en potencia. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¡Ya, ya, no me voy a aproximar! ¡Pero por favor señor, no se le ocurra lanzarse; no desperdicie su vida así!<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¿Usted quién chucha es para pensar que sabe algo de mi vida? – replicó con un aire de rabia el tipo. Estaba desquiciado, sin duda, pero Ordóñez no podía permitir que se perdiera una vida. Desesperadamente escogió sus palabras lo más prolijo posible. Todos esos años como entrevistador ante personas difíciles, sabiendo negociar términos para evitar una explosión de ira, debían serle de utilidad ahora. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Ti…tiene usted razón. – se mordió un labio molesto, al trastabillar involuntariamente. – señor, no sé quién es usted. No sé en lo absoluto cuáles son los problemas que le aquejan. Pero aquí estoy porque quiero ayudarlo en cualquier cosa, por lo menos oír qué lo atormenta. Si desea hablar, cuénteme: soy todo oídos.<u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Una respiración trabajosa le dio a entender que estaba logrando compenetrar en la psiquis del desquiciado y disuadirlo de su suicidio. Hubiera deseado tanto poder establecer contacto visual para facilitar la tarea, pero la gruesa y afelpada capucha apenas le permitía percibir la forma de su boca. Además la penumbra aún presente, pues los primeros rayos solares recién iluminaban las cimas de las montañas, mil metros más arriba; dificultaba más su visión. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Me llamo Joaquín. Joaquín Villacís. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Mucho gusto Joaquín. Yo soy Renato Ordóñez. Soy locutor de radio y participo de varios programas. Capaz algún momento me haya escuchado en algún programa. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Ordóñez… - el hombre agachó más la cabeza como rebuscando entre sus memorias. - ¿Es usted Ordóñez el que dirige “Punto de Ordóñez” en la Radio Citadina?<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¡Así es, así es! – perfecto, primera victoria. Ya lo estaba distrayendo. Sólo tenía que asegurarse de sacarlo del puente y el resto ya sería coser y cantar. – yo hago varias entrevistas y emito criterios de opinión sobre temas actuales. ¿Qué tan seguido me escucha? <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">…he escuchado su programa un par de veces. Pero lo que usted dijo ahí, me pareció enormemente impactante. Hablaba sobre lo tajante que debía ser la sociedad en juzgar a elementos que eran considerados peligrosos y de pésima influencia, a pesar de demostrar grandes dotes de ingenio. Usted instaba a sus radioescuchas a censurar y rechazar toda forma de seguimiento ante ciertos personajes…<u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Renato se estrujó la cabeza tratando de recordar en qué programa específicamente había dado esas declaraciones, pero el nerviosismo del peligro ante él presente no le dejaba hallar la memoria justa. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Sea como sea, me gustaría escucharlo. Escuchar sus tribulaciones. ¿Qué ha provocado que usted decida arrojarse de este puente? – mientras hablaba sacó su celular para pedir ayuda. Rogó por estabilidad de la señal mientras empezaba a digitar un nueve y un uno, pero Joaquín escuchó ese sonido.<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¡¡NO INTENTE LLAMAR A NADIE!! ¡¡PULSE OTRO MALDITO NÚMERO Y ME LANZO!! – Joaquín recalcó la amenaza soltando uno de sus brazos quedando en un equilibrio muy precario. Sudando frío Renato se deshizo en disculpas maldiciéndose por dentro. Tremenda estupidez había cometido. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Perdón…perdón…mil perdones… No pensé que esto le fuera a molestar…<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¡Ponga ese celular lejos de usted! ¡No quiero que esté chismorreando de mis problemas a la gente! ¡Usted es igual a todo el mundo, sólo escarban en los problemas de los otros para usarlos de comidilla y chismorreo para la chusma!<u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Sintiendo que el problema se le iba de las manos, Renato retrocedió tres pasos, puso el celular en el piso del puente y volvió a farfullar disculpas. ¿Cómo podría ayudar, convencer a este hombre que no atente contra su vida? Los malditos nervios le borraban de su cabeza todas las opciones y estrategias de negociación. Y lo peor era el lugar. Poco frecuentado y menos a estas horas tempranas. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¿Quiere escucharme, entenderme? Acérquese. Póngase en mi lugar. Pero sin esa mierda de celular. Lo estoy viendo – masculló Joaquín duramente. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Deseoso de complacer y ayudar, Renato se aproximó a paso lento. Joaquín se había vuelto a agarrar de los pasamanos del puente asegurando un poco su equilibrio, pero sólo un poco. Un resbalón o mal movimiento y terminaría en el fondo. Era curioso, pero en ese momento el abismo carecía del seductor embrujo que lo había atraído apenas unos días atrás. Ahora veía esa garganta negra, con el sonido distante del riachuelo como la boca abierta de una bestia hambrienta. Empezó a sudar frío y las piernas le empezaron a temblar. Hizo los mismos movimientos para quedar salido de la protección notando la madera resbaladiza en sus manos. Maldijo la transpiración mientras el otro seguía ahí, mirando tan tranquilo ese vacío que olía a muerte. Sintió que el instinto de conservación borboteaba junto al terror mientras ya ambos pies estaban apoyados fuera y agarrándose enganchado a los codos. ¡cómo contrastaba el estado emocional anterior y actual, sabiéndose en la misma serena congoja que un salto sería el término de todo el dolor, y ahora en que ese hielo de adrenalina le congelaba las tripas y le pedía a su vejiga liberar todo ese flujo retenido al punto de doler!<u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¿Verdad que es paradójico Renato? Yo estoy aquí, deseando esta caída y tú, de buen samaritano estás pariendo, meándote casi los pantalones, aferrándote a la vida porque no quieres morir. Es algo paradójico, ¿no crees? – preguntó Joaquín con una voz suave pero desprovista de emociones. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Lo es, no tengo duda. Me estoy muriendo del miedo. Mira, ya me puse en tu lugar. ¿Te…te parece si…si volvemos a entrar al puente y charlamos con más tranquilidad? Déjame… estar en un sitio más seguro para poderte ayudar. Conversemos. Entendámonos. – Un ligero alivio empezó a calmar el temblor de Renato, más cuando el potencial suicida, en un ágil movimiento, se volvió a meter en el puente ya sólo quedando para ofrecer un apoyo que le deje también alejarse de ese mortal hueco. Ofreció sus manos a su salvador, para que le permita también regresar. Pero antes le expresó su gratitud. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Agradezco sobremanera tus palabras Renato. Gracias por ponerte, aunque sea por un momento, en mi lugar. Lástima que hayas fracasado en salvar una vida. – El otro frunció el ceño sin comprender. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¿De qué hablas? Ya no quieres suicidarte, tu vida está a salvo…<u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Y en ese momento Joaquín levantó su rostro cabizbajo, permitiendo ver completamente a Renato mientras mandó un empujón violento hacia adelante y soltándole las manos. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¿QUIÉN ESTABA HABLANDO DE MI VIDA, RENATO ORDÓÑEZ?<u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">El delicado murmullo fue acallado por un “TÚUUUUUUUUUUUU” que mezcló horror y reconocimiento impactante, por tres segundos, hasta que ese abrazo de granito negro recibió la bamboleante humanidad de Ordóñez, cumpliendo la postergada invitación a morir, y reventando completamente huesos, órganos y estructuras musculares. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Joaquín volvió a colocarse la capucha, rogando que el apagado automático del celular no se hubiera activado aún. Suspiró de alivio al ver que la pantalla seguía iluminada. Tomándolo cuidadosamente con los dedos meñique e índice haciendo medio y anular de soporte, extrajo un stylus de su bolsillo y buscó Whastapp. Seleccionó la opción de “compartir estado” y digitó con el stylus “Estoy harto de esta vida. Adiós para siempre, malditos sean todos”. Sonrió al ver que la señal sólo llegaba al mínimo de cobertura. Demoraría en publicarse. Dejó el aparato al borde de la garganta, apoyado en los pilares de sostén del puente.<u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Se acercó nuevamente al borde lateral del puente y vio el cuerpo destrozado abajo. Con una mueca de desprecio, extrajo algo de su pantalón. Un muñeco de paja liado con piola. Calculó la distancia y lo lanzó. Falló por metro y medio de atinarle al cadáver. No importaba, con tal que no cayese en el río. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Dio media vuelta y empezó a caminar, gozando del hermoso paisaje, del tenue silencio sólo adornado por el sonar del riachuelo y del delicioso aire húmedo al ser respirado. <u></u> Atrás quedó Renato Ordóñez y también el nombre de Joaquín Villacís.<u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">La vida era hermosa. <u></u> <u></u></span></p><div><span lang="ES-MX"><br /></span></div>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-67257868836701755252021-07-27T18:09:00.001-05:002021-07-27T18:09:36.181-05:00ESPANTAPÁJAROS CON CORBATA PARTE 2<p> <b style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; text-align: center;"><span lang="ES-MX">DOS: VIVA LA FARÁNDULA ORGIÁSTICA!</span></b></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Un auto de alquiler Uber se detuvo en el portón del elegante condominio en donde habitaba el Coso Villamar, cinco horas antes. Una figura vestida de manera pulcra, vistiendo un traje de género gris combinado con negro, corbata de brillo sedoso y color carmesí, botas Chelsea negras correctamente lustradas y un sombrero de fieltro gris; descendió del vehículo. Ofreció un pago al taxista y rehusó el vuelto. El conductor le dio gracias de forma profusa, pues esos dos dólares extra le supondrían un refrigerio durante su larga jornada de manejo. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Ascendió por los escalones hasta el portón principal y quedó a unos pasos del despacho de recepción. Sacó un celular y tecleó un “Hola sr. Villamar, ya estoy abajo”. La contestación llegó al mismo tiempo que el saludo del recepcionista preguntando en qué se le podía ayudar. Al levantar la mirada de su celular, el empleado vio un rostro cubierto con gafas de sol y una mascarilla blanquecina que cubría casi todo su rostro. El hombre contestó con voz suave el saludo, mostrando la contestación “Ya bacán, ahorita te hago pasar”. Antes de pasar tres segundos, sonó el teléfono de recepción. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Buenas noches, señor Villamar? Un caballero le está buscando.<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Sí mijín, hazlo pasar, lo estoy esperando. Que use el ascensor con pase directo. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Enseguida, señor. Caballero, diríjase al ascensor del fondo con esta tarjeta, usted sólo deslice por el lector de dentro cuando se abra la puerta y podrá ir directo al departamento del señor. Por protocolos de seguridad deberá dejar su cédula y su celular aquí. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">El aludido asintió con la cabeza mientras de una billetera de forro de cuero con un fino grano, extraía una cédula de identidad. Peñafiel Quezada Manuel Vicente. Tras un breve vistazo el recepcionista alargó la mano para tomar el documento y el celular, de sencillo modelo. Los guardó en un mueble con segmentos enumerados alfabéticamente en la letra P y le extendió la tarjeta previamente configurada. <u></u> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsIh3LIZniR-UospFr2CxqK6KjseWZcOOUwFSJXHyGQZEqVuAA98s2quTBk3jzd2wUKvWN49vLDQ2sWTEGwLf1lcp9nhCPC-wF8NulSgsmmhD8RJaEhAInmsqPYkz7UYo_NpRoMuUMmJM/s665/party.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="665" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsIh3LIZniR-UospFr2CxqK6KjseWZcOOUwFSJXHyGQZEqVuAA98s2quTBk3jzd2wUKvWN49vLDQ2sWTEGwLf1lcp9nhCPC-wF8NulSgsmmhD8RJaEhAInmsqPYkz7UYo_NpRoMuUMmJM/s320/party.jpg" width="320" /></a></div><br /><u></u><p></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">En un par de minutos la puerta metalizada del ascensor se abrió y el hombre obedeció la instrucción deslizando la tarjeta por una ranura al lado del panel de botones. Un sonido agudo se dejó escuchar, cerrando la puerta y llevándolo a 4° piso. El pasillo estaba alfombrado con un estampado a cuadros amarillo con negro. Podría bien parecerse al camino que guiase al Mago de Oz, pensó el individuo. Se dirigió a una puerta de donde salía una estridente música y pulsó el botón del timbre. Tras otro intento (vaya milagro que escuchasen el timbre con semejante alboroto, pensó) la puerta se abrió y un sonriente Francisco Villamar, vestido con una pantaloneta caqui hasta las rodillas, una camisa de estampados de palmeras, semiabierta en el pecho que mostraba parcialmente un EXITOSO en tinta verde y fucsia, en letra cursiva; y abrazando por la cintura a una risueña joven de cabellos verdosos, le invitó a pasar. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¡Hola Vicente, por fin te conozco, tanto gusto! ¡Pasa, pasa, estás en tu casa! ¡Pero quítate esa mascarilla que sé que tan feo no has de estar! – el Coso soltó una carcajada ruidosa ante su propio chiste, mezclada con un agudo reír de su pareja. El estruendo de la música era tal que al principio no se logró escuchar la tenue respuesta de Vicente, al punto que ordenó Villamar bajar el volumen de la chirriante música. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Con mucho gusto lo haría señor Villamar. Pero estoy con una laringitis combinada con conjuntivitis fuertísima y si ya vine hoy es para cumplir el compromiso. Me iré a casa cuando le haya presentado mi oferta. Y no es mi deseo contagiar a ninguno de sus invitados de algún virus que esté portando. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Chuuta, pena da tu caso. Pero no seas tan formal ñaño, ¿qué es eso de “señor Villamar”? – respondió el Coso aumentando un tono burlescamente protocolar a la última parte, logrando otro chillido disfrazado de risa de la mujer. - ¡Coso soy para todos, ¿sí o qué?! – añadió en voz alta y volteando al grupo de fiesteros que formaban un cúmulo de movimientos agitados, copas alzadas y carcajadas entrelazadas. El resto de invitados coreó un rugido aprobatorio. – Oye Vicente, una copa sí me vas a aceptar, ¿no?<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">De pronto un whisky me vendría bien, para limpiar la garganta de tanto bicho – solicitó Vicente frotándose las manos. Villamar mostró los dientes en una gran sonrisa y rugió WHISKY, cosa que en menos de 20 segundos un camarero le entregó un vaso corto labrado, con algunos cubitos de hielo en forma de corazón que enfriaban unos tres dedos de líquido ambarino meloso. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Este lo mandé traer de Escocia, es como si tuvieras una porno en la boca loco, ¡dale sin pena hasta el fondo!<u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Vicente alzó discretamente su mascarilla y sorbió lo justo para que pudiese paladearlo concienzudamente. Pues el tipo no mentía en la descripción. El whisky carecía de la habitual entrada agresiva en la boca de esas bebidas promedio, sino que se deslizó con candidez por los recovecos de su lengua entregándole fragantes notas a madera, vainilla y nueces con un dulzor tenue a miel. Aspiró el vapor por su nariz acentuando esos sabores y disfrutando del calor que ocasionaba hasta finalmente tragarlo con una sonrisa disimulada por la mascarilla. Villamar apremió a apurar el vaso, pero Vicente, aproximándose a su oreja le susurró que esta bebida estaba tan deliciosa, que iba a darse su tiempo saboreándola, a la vez que lo felicitó por su gran gusto en elección de alcohol. Villamar rió un poco confuso pero su atención fue distraída ante el llamado de los juerguistas y el griterío que causaba ante una de las invitadas que se había quitado la blusa dejando sus senos bamboleando alegremente sin importar registros de celulares y una que otra manoseada. “Dame un chance, loco”, dijo antes de ponerse a bailar un rato con la desnudista aficionada agarrando todo lo que podía. Vicente se dio un rato para observar la amplia sala y el minibar, en que estaba constantemente preparando y sirviendo un mozalbete con el rostro congestionado del estrés. Se preguntó cuánta dignidad le costaría ese sueldo. Reparó en varias macetas que contrastaban con el verdor de sus plantas a los chillones juegos de luces que adornaban el resto de la sala. Aprovechando que todas las miradas estaban posadas en la pareja de bailarines, escogió un erguido y espinoso cactus para vaciar el resto del vaso. Lamentó haberlo hecho, pues era un whisky de primera, pero no podía permitirse embriagarse ante su objetivo por realizar. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Tras unos minutos, el Coso regresó con su invitado y le puso un brazo amistosamente en su espalda. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">¡Era que te unieras al baile, pana! ¡Esa man de la Jolyne parece una santa en la pantalla chica pero le das trago con blanca y se vuelve una fiera; ya me estaba bajando el pantalón la ranflera ésa! – soltó otra carcajada. Su anterior acompañante estaba protagonizando un erótico baile con la tal Jolyne, así que nuevamente las atenciones, miradas, cámaras y gritos se concentraron en las dos muchachas semidesnudas besándose de forma ardorosa. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Así veo, ustedes los de la farándula sí saben cómo divertirse. – replicó Vicente al oído para imponer su voz suave al estruendo. – Muy buena la fiesta y todo, pero ¿te parece si vamos al grano? Y sugiero algo de privacidad, pues lo que traje es realmente exclusivo y sólo para tus ojos. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">A ver, la sala y la habitación están con gente, así que… sabes qué, vamos al baño, ahí sólo entro yo, cualquier otra persona usa el de visitas. No quiero que ningún cojudo me esté ensuciando de meados o vómitos, mucho menos que se pongan a culear por andar de calentones. Ya bastante aguando soportando a estos masca verga aquí. – refunfuñó el Coso. Vicente esbozó una sonrisa ante ese pequeño obsequio de sinceridad. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Caminaron pasando la sala, sin ser notados pues toda la atención de los presentes estaba puesta en las dos chicas, una ya besuqueando el calzón de la otra y tironeando para retirarlo y saciarse las ganas. Siquiera unos diez minutos de porno barato para esa chusma gritona. Era tiempo más que suficiente para lo que tenía que hacer. Avanzaron por la habitación y la imponente cama también tenía acción, pues una chiquilla estaba entre las piernas de un tipo cuarentón en apariencia, succionando a ojos cerrados, sin darse cuenta que toda su acción era convenientemente filmada en el celular del otro, quien se esforzaba por mantener el enfoque a la vez que gemía y arqueaba la espalda del gusto. Villamar frunció el ceño pero no dijo nada. Cruzaron las puertas batientes y Vicente extrajo una carpeta de un bolsillo de su saco. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Yo hubiera preferido una Tablet para ampliar las fotos, loco – dijo el Coso frustradamente.<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">La tecnología actual puede efectuar rastreos muy eficaces y te pueden revisar el contenido multimedia de cualquier aparato. Sea Tablet, celular o laptop. Es un riesgo que prefiero no correr, sobre todo con el material con el que trabajo. Bueno, empecemos. ¿Qué te parece esta carne, estimado Coso?<u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbPIjPKnog0SSk3cXvKGMuYNg_xep8Q16vMUZ9amFDA1bijTORamSpfk3RlvzMR3cqX8IHKdfFS-wEAic7_F-Ba5QEJG0PmOcav2orHZDFa8gqvpVbJkCK5tXIAy8WxxeMk6tG2i8qFjo/s474/Ba%25C3%25B1o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="355" data-original-width="474" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbPIjPKnog0SSk3cXvKGMuYNg_xep8Q16vMUZ9amFDA1bijTORamSpfk3RlvzMR3cqX8IHKdfFS-wEAic7_F-Ba5QEJG0PmOcav2orHZDFa8gqvpVbJkCK5tXIAy8WxxeMk6tG2i8qFjo/s320/Ba%25C3%25B1o.jpg" width="320" /></a></div><br /><span lang="ES-MX"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Apoyando la carpeta en el cóncavo lavamanos de prolijo labrado, Villamar empezó a hojear. Aparecían fotos de jovencitas de fresca belleza, sin maquillaje la mayoría, algunas de cuerpo entero y otras sólo tórax y rostro. Un ramillete de inocencia, que pedía a gritos ser degustada por un afortunado lo suficientemente entendido. Villamar con algunas fotos aprobaba sonriente en silencio. Ensimismado en la revisión, no notó que Vicente se calzaba un par de guantes de plástico sacados de un bolsillo de su pantalón. <u></u> <u></u></span></p><ul style="background-color: white; font-family: Calibri, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Ésta me encanta. Mira esa carita y parece manejarse unas tetas bien puestas. ¿Cómo así no le sacaste una buena foto del culo?<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Ah sí, Malenyi. Tiene 14 cumplidos hace poco. Viene de un lugar cerca de Bahía de Caráquez pero vive aquí unos años porque la madre trabaja en un restaurante al que suelo ir y ayuda en unas tareas. Se mostró encantada con la idea de ser “modelo” y participar en la TV. Lamentablemente la madre estaba cerca, por eso preferí ser discreto, pero puedo asegurarte que le falta ropa para cubrirle bien las nalgas. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX">Esta mancita está más rica que el pan caliente. Mijín, tráeme a esta man para hacerla debutar como se debe y te hago la transferencia acordada. – Volvió a mirar con lujuria la foto de la adolescente – mijita, conmigo vas a marchar como Dios manda. Y si te portas bonito, te consigo un puestito en algún programa o de modelo deportiva. Puta Vicente, era de haberte conocido antes, ¡que nadie me había mostrado unas hembras tan bien puestas para que les clave la verga! – volvió a carcajear estruendosamente, aunque la risa era completamente silenciada por la salvaje música y un coreo rítmico de los presentes allá afuera; indicio de que la parte más intensa del coito lésbico estaba en plena marcha. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Vicente a su vez echó a reír interrumpido por una tos leve mientras posaba un brazo amistosamente al Coso, quien sin dejar de reír se inclinó un poco para seguir hojeando el folio repleto de muchachas lindas. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Todavía reía el Coso cuando la mano que reposaba en su hombro cambió rápidamente de posición para aferrar la nuca y en un violento y brutal movimiento impactar su cara contra la pulida porcelana. El sordo sonido sonó al mismo tiempo de los aullidos del resto en graciosa sincronía. Algunos dientes saltaron envueltos en sangre y la llave se dobló contra la frente, pero resistió el impacto. Mientras todo esto pasaba, Vicente extrajo de un bolsillo un puñal de tipo supervivencia, con la hoja ennegrecida por el proceso del pavonado, salvo el pulido brillante del afilado, y con el filo hacia adelante introdujo el metal en el borde posterior del esternocleidomastoideo. Villamar emitió un gorgoteo furioso, pero la concusión del golpe impidió poder mover bien los brazos para defenderse. Vicente movió el cuchillo rápidamente para rebanar toda la carne, cartílagos y vasos que pudo poniéndose atrás de su víctima para evitar el baño de sangre que salpicó la pared y parte del lavamanos destrozado del tremendo golpe anterior. Bastó un minuto o menos para que la resistencia del Coso se fuera con el chorro de sangre que brotaba de su garganta. Constató eso Vicente y sacó otra cosa de su bolsillo. Una figurita hecha de paja en forma de hombre y usando dos dedos lo introdujo en la boca del Coso, notando un último trémulo en sus labios. Se preguntó qué habrá querido decir en ese momento. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Como el jaleo de fuera se mantenía tal cual, Vicente se dio unos segundos para lavar el puñal y sus manos enguantadas, secarlos en una toalla y guardarlos después en su abrigo, junto con la carpeta llena de fotos de perfiles de Facebook de adolescentes escogidas al azar entre perfiles de Grecia, Argentina, Polonia y la República Checa. Agradeció a los antiguos piratas holandeses que regaron su semilla en Manabí logrando generaciones de diosas caucásicas que eran el anhelo de cualquier macho que se respete, mucho más siendo una figura de la pantalla grande. Dio una última mirada al cuerpo que se estremecía en sus últimos reflejos. Sintió un deseo profundo de lanzarle un escupitajo, pero no. Saliva era ADN que podría rastrearse. Aún no. Aún no. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Tras limpiar rápidamente con papel higiénico humedecido sus suelas por si se escapase una gota de sangre, y arrojar al inodoro y bajar la válvula, Vicente retornó tranquilamente a la algarabía. Parece que la chica había logrado ordeñar al cuarentón, a juzgar por el profundo gemido que soltó mientras agarraba con fuerza la cabeza y pugnaba por evitar que se le cayese el celular. Los rostros contraídos de placer de las dos chicas entrelazadas indicaba también un orgasmo simultáneo y de película, que era aclamado ante el resto de los presentes, ya también unos que otros prolongando las acciones sexuales sobre quien tenían más cerca. El atareado joven en el bar gozaba de un pequeño respiro acuclillado detrás del minibar, mientras saboreaba una preparación de contenido azaroso. <u></u> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-A7cXfDiwQdnSGrqbYSX6RHpG_6Eo9GYOyScjC5dgiHp8xQ_eXjg2Gs4gQAvlztajndX1vxp5S5AJPAF6Yrk3F0j32uzZxrxAtx_T9WISPBURvO3m58K4wDDRFd6bkcEO78QZEE1cG7k/s700/orgasm.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="388" data-original-width="700" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-A7cXfDiwQdnSGrqbYSX6RHpG_6Eo9GYOyScjC5dgiHp8xQ_eXjg2Gs4gQAvlztajndX1vxp5S5AJPAF6Yrk3F0j32uzZxrxAtx_T9WISPBURvO3m58K4wDDRFd6bkcEO78QZEE1cG7k/s320/orgasm.png" width="320" /></a></div><br /><u></u><p></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Nadie se fijó en él. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Sabiendo que había sido lo más artero que hizo hasta la fecha, abrió la puerta y en la pared del pasillo buscó su herramienta de escape. Jaló la palanca de la alarma de incendio y una sirena se escuchó en todo el edificio advirtiendo de un posible incendio. Tal alarma también sonó dentro de cada departamento. Completó la jugada introduciendo la cabeza al apartamento, liberar la boca y atronar “¡FUEGO, FUEGO!” un par de veces. No le tomó mucho tiempo de espera antes de que una muchedumbre borracha y drogada, saliera a trompicones del apartamento del Coso, preocupados únicamente de su propia seguridad. A Vicente se le escapó una risita viendo las pálidas y redondas nalgas de las lesbianas, dirigiéndose a la salida de emergencia. Bajó detrás de todos procurando no extender su distancia más o menos de dos metros. Y al salir a la recepción vio cómo todo ese montón de imbéciles alma farrera pedía a los gritos cédulas y llaves de vehículos. Recordó las “políticas de seguridad” y todos los celulares ostentados allá arriba. Decidió guardar la carcajada real para cuando estuviera solo. Dio vuelta a la esquina y siguió andando hasta ver a lo lejos algunos vehículos ya saliendo velozmente del lugar. Al igual que la vez anterior, todo había salido de acuerdo a lo previsto. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Tras andar unas tres cuadras vio un taxi vacante. Le hizo el alto y pidió una dirección. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX">Y en a esa misma hora, justo en el momento que la garganta del Coso Villamar era rebanada como faenando una gallina, un atónito Manuel Vicente Peñafiel Quezada descubrió horrorizado que le habían robado su billetera. <u></u> <u></u></span></p><div><span lang="ES-MX"><br /></span></div>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-18506324695468381162021-07-27T17:53:00.004-05:002021-07-28T07:44:01.599-05:00ESPANTAPÁJAROS CON CORBATA<p> Pues sí lectores, he decidido iniciar un cuento nuevo. Será largo, yo espero sea más largo que Fantaxion. En fin, el tiempo lo dirá. Con ustedes, mi cuento que irá por capítulos. Que lo disfruten!</p><p align="center" class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: center;"><b><span lang="ES-MX">UNO.<u></u> UN DILEMA ANGUSTIANTE.<u></u></span></b></p><ul style="font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span style="background-color: white; font-family: inherit;"><i><span lang="ES-MX">Si tan sólo nunca hubiera</span></i><span lang="ES-MX">…<u></u> <u></u></span></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Reconociendo lo inútil de su sentencia, Rodrigo sujetaba con manos temblorosas un revólver cargado en su mano derecha y un detonador en la izquierda. La frase volvió a escribirse en su mente. Nunca hubiera, ¿qué? Había tantas cosas de las que arrepentirse, tantos momentos en que pudo salir limpio de esta situación; no podía escoger con seguridad el evento o la decisión primaria, que de haberla rechazado todo este remolino de sucesos que lo estaba engullendo estaría en una línea ficticia de tiempo. <u></u> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEzgfRrnniRIIzf9vAZ5he1-rAvLQ1cok0SIHPCURFxe5rGO0Fs-tar_GLmdo0PFRE3reLf6Ral0q-G1YufBMbO3adZaRwclf-7HveLtg1SBh-z_sSeVpetZd_SQzHSlzHPyKfF51T6Qs/s464/Joker+madness.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="464" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEzgfRrnniRIIzf9vAZ5he1-rAvLQ1cok0SIHPCURFxe5rGO0Fs-tar_GLmdo0PFRE3reLf6Ral0q-G1YufBMbO3adZaRwclf-7HveLtg1SBh-z_sSeVpetZd_SQzHSlzHPyKfF51T6Qs/s320/Joker+madness.jpg" /></a></div><br /><u></u><p></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Y ahí estaba, desprovisto ya de su aplomo. Apuntaba errático a un rostro sereno que le devolvía una sonrisa sabor a sorna y sarcasmo, pero la bala no terminaba de salir. La orden de apretar el dedo que detone el arma oscilaba de izquierda a derecha tan vacilante que no podía concretarse nada. <u></u> <u></u></span></p><ul style="font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Ya se lo dije, teniente Cañarte. Suya es la responsabilidad ahora. Vamos, termine con esto que me estoy aburriendo. – dijo el rostro calmo con voz grave pero con un dejo casi paternal. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Rodrigo cerró los ojos, negando la situación actual. La maldita frase falaz volvía a ensañarse con su conciencia, haciéndolo retroceder involuntariamente en espacio y tiempo. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">…..<u></u> <u></u></span></p><ul style="font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Con éste vamos cinco, mi teniente. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Cañarte sustituyó un “gracias, conde Contar” con el masticar minucioso de un trozo de caña de azúcar y el escupir el gabazo semiseco a un frasquito de plástico hasta poderlo vaciar después en el primer basurero disponible. Luego de varios años de tabaquismo activo, el temor a un cercano tumor pulmonar o un enfisema que lo reduzca a depender de un tanque de oxígeno lo hizo volverse dependiente de masticar caña de azúcar. De alguna forma, el dulce jugo le daba el mismo efecto de un cigarrillo. Era más barato, no le dejaba la boca hedionda y podía aguantar un poco más de bulto en la panza. <u></u> <u></u></span></p><ul style="font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Sargento, lo importante aquí no es el número de víctimas, sino las relaciones con los otros casos, pues va dando forma a un posible evento de asesinatos seriales. Váyame detallando por favor los datos del occiso – le habló crudamente al subalterno de turno mientras se lamentaba que el nivel de simplicidad mental (obtusidad sería un término más acorde) iba en ascenso continuo con cada generación fresca en el cuerpo policial. <u></u> </span></li></ul><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Cualquiera podría con toda facilidad culpar a un sistema de adiestramiento de un gobierno anterior que más que nada instaló en las mentes de los cadetes que un delincuente era una flor delicada; y osar arrugar un solo pétalo equivalía a una masacre judía de la Alemania nazi. Fundamentalmente una bobería, pero el facilismo estúpido que venía desde la misma casa, el autoconvencimiento de que cada niño merecía “sólo lo mejor” era realmente la piedra angular en un molde social decadente, anodino y mísero. No había voluntad de toma personal de decisiones o actuar en base al sentido común. Sólo es así me lo ordenaron, así consta en el reglamento, yo no puedo hacer nada. Era de tirarse de los cabellos. Sólo podía combatir este sistema de creación de tontos útiles en su propio hogar. Claro, cuando se le permitiese hacerlo. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Matilde ya iba para los 13 y Edgar ya había cumplido 10. No serían los “pequeños prodigios” que tanto cubrían de halagos y lentejuelas esos absurdos programas de talentos jóvenes, que en su mirar era sólo una forma elegante de prostitución infantil, pero estaba orgulloso de ellos. Cosas como ordenar su cuarto, aprovechar las clases y tener un nivel decente de habilidad física y no armar un alboroto histérico tan pronto se les dijera un no, en estas fechas eran considerados agujas de pajares. De todos modos ya entraban en la edad del burro y su autoridad iba a ser inevitablemente cuestionada. Suspiró un poco ante dicha eventualidad futura y extrajo un trozo cuadrado de caña fresca de una bolsa plástica en su bolsillo. Dirigió su atención al sargento, quien se había cohibido un poco con su regaño. Un alzar de cejas invitó al subalterno a desarrollar lo solicitado. <u></u> <u></u></span></p><ul style="font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Francisco Alejandro Villamar Boada. 36 años. Sexo masculino – “gracias, Capitán Obvio” murmuró para sí Rodrigo – conocido por su apodo “El Coso”, anfitrión del programa “Los casos del Coso” sobre escándalos de farándula. Recientemente divorciado de su tercer matrimonio. Tiene dos hijos que le sobreviven y sus viudas. Causa aparente de la muerte: asfixia por estrangulamiento. Y... también al igual que las otras víctimas, el asesino dejó su carta de presentación. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Ya con esta clase de evidencia, determinar que se estaba ante un asesino en serie era más que obvio. Ya desde el tercer caso se puso en contacto con conocidos en el área para convocar una rueda de prensa, pero una orden superior lo disuadió. Hacer público que algún desquiciado estaba matando personajes vinculados con los medios comunicativos podría hacer estallar una paranoia social que dispararía los ya burbujeantes prejuicios hacia minorías a los que una muchedumbre rabiosa no dudaría en linchar o ejecutar grupos enteros. De cualquier manera, ya la propia fama de los occisos ocasionó una consternación general y una exigencia cada vez más intensa de búsqueda y castigo del responsable. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Dirigió sus pasos hacia donde estaba el cadáver. Observando el apartamento, no cabía duda alguna que el tipo se daba sus gustos. Ese reproductor de música podría bien vales unos tres salarios suyos. Un minibar surtido de diversos licores de nombres estrambóticos y países de origen diversos. Tuvo un deseo de servirse una copa a salud del occiso y quitarse la curiosidad del sabor de más de una botella. Masticó con fuerza el ovillo fibroso extrayendo unas últimas gotas de dulzura para compensar y continuó. La habitación era un derroche de decorados principalmente de fotos en el programa, recibiendo reconocimientos y premios diversos, o posando con varios rostros de fama nacional e internacional, de mayor o menor nivel. Todo un fanático a morir de su propia persona, este Coso. No le sorprendería encontrar un dejo de narcisismo en su perfil psicológico o simplemente se dejó intoxicar por su fama. Una cama de tres plazas, bordeado de focos de luz negra y un tubo rígido a un lado demostraba que el dormir era la actividad menos popular en ese sitio, reforzado por las tres imponentes pantallas de televisión, colocadas en forma continua y cada una conectada con una consola de videojuegos diferente. Un router titilaba perezosamente, como ajeno a todas las intensas jornadas diurnas y nocturnas ocurridas ahí. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Al fondo de la habitación destacaba un portón móvil de dos batientes, emulando a un viejo bar del oeste. En actividad por las entradas y salidas de agentes forenses. Cañarte se aproximó con lentitud a la entrada y un joven pasante de medicina forense casi tropezó con él. Balbuceó un “ay, ay” antes de salir trotando como único remedo de disculpa. Otro trozo de caña fresca sustituyó el presente en la boca. “Ésta es la nueva mierda…” susurró para sus adentros añadiendo que feliz y bienaventurado sea el que creó el dicho que para cojudo no se estudia. <u></u> <u></u></span></p><ul style="font-size: 16px; margin-bottom: 0cm;"><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Ya era hora que llegaras, Rodrigo. – saludó con un gusto a burla Pedro Suntaxi, su compañero de investigaciones. Se incorporó luego de terminar de examinar el cuerpo. <u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Da lo mismo Pedro. De todos modos este tipo no se iba a escapar de aquí. ¿Movió alguien el cuerpo?<u></u> <u></u></span></li><li style="margin-left: 15px;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Afortunadamente no al parecer. Una mucama de medio tiempo encontró el cadáver y logró llamar a la policía. Una mujer, no sé si familiar, esposa, amante, lo que chucha fuera estaba histérica tratando de entrar. Casi no se podía razonar con ella por lo que la hice escoltar fuera. Estaba pidiendo el táser a gritos, la tipa ésa – completó con una risita que irritó a Cañarte. Su forma de considerar a las mujeres a veces lo sacaba de quicio. Igual, no había venido a discutir de derechos femeninos. Se agachó y activó la linterna de su celular. <u></u> <u></u></span></li></ul><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">La luz blanco azulada aumentó los detalles en la carcasa ya fría de Francisco Villamar. Los ojos quedaron desorbitadamente abiertos, adornando un rictus grosero que hacía deducir una pugna perdida por conservar la vida. Los hilillos de sangre habían quedado coagulados y fijos en el rostro a suerte de un grotesco maquillaje. Gotas de sangre diluidas en agua aún caían de los fragmentos de un elaborado lavamanos empotrado, en donde el cráneo de Villamar había sido impactado de manera salvaje. Pudo ser el primer ataque. Pero quizá hubiera sobrevivido a tal contusión. Sin embargo, un irregular tajo que recorría toda su garganta, dejando traslucir importantes arterias y venas, junto a un tubo traqueal parcialmente expuesto, disipaba cualquier duda sobre el causal final de la muerte del hombre. Las baldosas a relieve habían cambiado a un color rojo carmesí que gradualmente empezaba a perder su brillo. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Conteniendo la respiración, Cañarte acercó su mano a la boca de la víctima, en que sobresalía un pequeño atado de fibras marrones, y al jalarlo, la visualización del contenido crispó los labios del investigador. <u></u> <u></u></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 15.6933px; margin: 0cm 0cm 8pt;"><span lang="ES-MX" style="background-color: white; font-family: inherit;">Una figurita humanoide, hecha de paja y piola, era lo que rellenaba la cavidad bucal de Francisco Villamar, el Coso. <u></u> <u></u></span></p><div><span lang="ES-MX"><br /></span></div>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-36591114864420234962021-04-16T21:11:00.000-05:002021-04-16T21:11:48.117-05:00LA RICA SOPA<p><br /></p><p>- Chicas, les juro que esto es una pérdida de tiempo. </p><p>Haciendo un supremo esfuerzo para mantener una postura glamorosamente altanera, pues su respiración por momentos quería cambiar a un resuello propio de haber subido 350 escalones hasta un viejo templo que reposaba airoso ante los siglos entre un variopinto conjunto de cerros y montañas, mucho más allá de los últimos caseríos del recinto al que habían viajado Gisela y sus tres compañeras de trabajo.</p><p>- Ya tiempo para escoger y trabajar de otro proyecto para la feria cultural del colegio NO tenemos. Además, tú fuiste la que gastaste la mitad del disponible por tu indecisión en los temas propuestos. Escogimos éste porque te pareció el menos feo, ¿y ahora sales con lo de pérdida de tiempo? Pues no, Gisela! Ya nos metimos todas en esto y lo acabamos a como dé lugar. </p><p>La aludida sólo ofreció una mueca irónica en respuesta, exasperando a Rosa, la que la había increpado. Las otras dos, Jessica y Maribel, aún resoplaban tratando de recuperar el aliento sin poder sumar en el diálogo. Les faltaba mucho de la condición física y del carácter de Rosa. </p><p>- Y bueno, yo sólo digo que al mal paso darle prisa. No me hallo en esta selva horrible y peor viendo este templo tan acabado, capaz se nos cae encima cuando estemos dentro…</p><p>- Gis, no seas impaciente – replicó Jessica, tras por fin haber recuperado la respiración normal. – Yo estoy muy entusiasmada por este proyecto del que Maribel contó la leyenda que gira sobre este sitio. </p><p>- Cierto es – continuó la otra chica, también recuperada de los casi interminables escalones ascendidos.- Cuando presentemos el trabajo sobre este lugar lograremos la mejor nota. </p><p>Gisela exhaló un suspiro mientras volteaba los ojos. Si sólo el ser bonita, popular, tener a todos los chicos del instituto en su bolsillo y ser hija de una influyente familia le otorgaran calificaciones, ya se habría graduado con notas legendarias hace rato. Pero no, tenía que someterse a estas torturas como hacer trabajos investigativos, rodeado de nerdas, raritas o frikis de lo exótico (así fuera una de ellas su mejor amiga) para completar su boletín de notas y lograr finalmente graduarse. No tenía ni tiempo para pensar en los radiantes vestidos que debía comprar para lucir en una futura fiesta de gala, o seleccionar un galán acorde que la acompañe antes y luego del festín. ¡Mierda, ni siquiera había cobertura de celular para compartir selfies en redes sociales cada cinco minutos como era su costumbre! Qué estrés. Debería haber una app para puntuar y expresar en redes toda esa frustración y fastidio que sentía. Un llamado de sus compañeras la obligó a adentrarse en el templo. </p><p>Un taciturno monje, ataviado con un raído hábito y una sonrisa ramificada de arrugas les dio la bienvenida. La sencillez del exterior del templo, cuyos pilares estaban envueltos en flora local, con cientos de hojas camuflando los relieves y detalles labrados al ser construido; contrastaba con la calidez intrincada del interior. Varias antorchas y hachones dispuestos estratégicamente otorgaban una anaranjada tibieza titilante al lugar, repleto de pedestales coronados con estatuillas de un ser humanoide, de amable y hospitalaria expresión. Muchos de ellos cargaban sobre su cabeza un pote, una zanahoria, una papa, ramilletes de hierbas o algún otro ingrediente comestible, sin mencionar los que llevaban herramientas para cocinar. Cucharones, cuchillos, espátulas, molinillos, morteros y demás que abrazaban sobre los pechos en amoroso acto de protección.</p><p>Sin embargo el detalle que más contrastaba con el exterior, en donde se respiraba el frescor del aire oxigenado por la selva, perfumado con el constante húmedo de la tierra y matizado con otras sustancias orgánicas en dinámica constante; era un denso y apetitoso olor. Se percibía como un guiso que hubiera hervido muchas horas a fuego bajo, liberando en forma armónica y casi sinfónica la percepción de especias. Primero el comino aperturaba seguido de tomillo, orégano, cilantro; un pinchazo de pimienta contrastaba el floral perfume de estragón, hinojo, alcaravea, nuez moscada; y la miel envolvía otros efluvios dulzones sea del anís, la hierbabuena o la canela. Todo eso consistía en el adorno, en el maquillaje, de un cimiento proteico que vibraba en el anuncio de un alimento que no sólo nutriría el cuerpo, sino que embelesaría el espíritu. </p><p>- Sean bienvenidos ante el Gran Señor que Alimenta. – Ese tenue susurro fue todo lo oído por las chicas, y no había más que añadir, puesto que el tremendo aroma percibido daba más que suficiente descripción del objetivo del templo. </p><p>Todas las chicas quedaron impresionadas, maravilladas porque un prodigio así no tuviese la cobertura mediática que merecería tener. Todas, salvo Gisela. Acostumbrada desde niña a polvos proteicos, comidas rápidas y golosinas, el efecto sobre ella del efluvio fue el mismo que oler un combo cinco que comía casi a diario. </p><p>- La leyenda es cierta – gimió aún sorprendida Maribel. El relato de un templo, oculto en la montaña; del que se aseguraba que un ser místico proveía a sus visitantes de un alimento cuya exquisitez no se comparaba a la labor de los mejores chefs del mundo, fue hallado luego de lecturas ávidas en la biblioteca de la ciudad; en la búsqueda frenética de un tema a presentar en la feria cultural del colegio y luego de ser debatido entre otras opciones con el grupo de compañeras. Rosa y Jessica había aprobado gustosas investigar el susodicho lugar y Gisela sólo había aceptado porque sus padres tenían una finca relativamente cerca donde podrían alojarse. Sonriente, se dirigió a uno de los monjes que aguardaba paciente mientras todas observaban las estatuillas del ser que deduciblemente era el responsable del culto. – Y este …dios… cómo se llama?</p><p>Dubitó un poco para describir a dicho ser, pues presentaba una figura antropoide, casi simiesca, de extremidades largas pero robustas. Tres colas gruesas sobresalían de su zona lumbar, y parecían ser bastante fuertes, pues unas estatuas mostraban al ente apoyado o sentado sobre dichas colas, a modo de trípode. Otro detalle que resaltaba era que su mano izquierda era estilizada, de cinco dedos y con aspecto de marcada habilidad pero la derecha era más una zarpa, de garras curvas y filosas y fuerza prensil descomunal. Tenía una tripa esférica, abultada, signo que gozaba de la porción abundante de comida. Y su rostro presentaba una implícita propiedad animalesca, pero con una amplia sonrisa regalona y ojos entrecerrados. Otras estatuillas mostraban una tez jubilosa, y sus ojos completamente abiertos casi se salían de las órbitas, mostrando una hilera de triángulos puntudos donde debían estar los dientes. Otras tantas protuberancias agudas sobresalían de su espalda, otorgando tanto una defensa pétrea como una posible y desgarradora forma de ataque. </p><p>- Sólo es conocido como El que Cocina y Alimenta. Representa la bondad de la tierra que surte de alimentos a sus hijos, la bondad del que prepara los alimentos y consigue que cada bocado sea engullido con alegría, la bondad del que termina saciado y repleto no sólo de comida, sino de gratitud por la obra de dar un alimento a otro. Dicha bondad es expresada con gozo y regodeo, porque cada comida es sagrada. – Estas palabras fueron expresadas casi como una letanía religiosa, otorgando una suerte de himno cantado y elevando su propiedad religiosa. – Y ahora, ustedes que han recibido la bienvenida a nuestra morada, estarán con hambre, pues tortuoso y arduo es el camino hasta llegar hacia nosotros. Convidadas serán, el hambre caerá y el espíritu suyo saldrá renovado. – El monje luego batió palmas, con lo que otros que vestían el mismo estilo de hábito salieron de un portón, de donde se despedía más intensamente el aroma del sitio. Cuatro amplios pocillos, cargados por sendos monjes se dirigieron a un mesón de madera, brillante del natural pulido por numerosos roces de manos, mangas e instrumentos. Los platos rebosantes de un potaje humeante fueron colocados lenta y ceremoniosamente junto a cucharones de madera pulcros. Tras eso, se colocaron a ambos lados de la mesa y un gesto de manos invitó a las chicas a tomar asiento y comer. </p><p>Rosa, Jessica y Maribel, con el corazón conmovido por la desinteresada muestra de hospitalidad del monasterio, tomaron asiento con toda la pompa que pudieron improvisar. Gisela, por su parte, hizo un mohín mientras se sentaba descuidadamente. Odiaba la sopa. ¿Qué, no podían haberle dado unos nuggets o una hamburguesa más que sea? </p><p>De las otras tres, el brillo de sus ojos y la salivación abundante eran todo el agradecimiento que los monjes esperaban por su servicio. Ante ellas cada pocillo estaba lleno casi hasta el borde de un cocido que se adivinaba espeso, cargado de trocitos de carne, con gotas doradas de grasa que se deslizaban coquetamente entre los sinuosos surcos que dejaba la cuchara al removerlo. Y con los movimientos de la cuchara se descubrían pedazos multiformes de tubérculos, frutos, drupas, hojas, tallos que por el uniforme marrón caramelo del potaje era muy difícil de determinar qué clase eran. De todos modos, se adivinaba una pieza maestra gastronómica, ya tan sólo por el aroma que despedía, o por la exquisita apariencia del platillo. Cada cuchara llena se introdujo en cada boca hambrienta. Rosa y Maribel tuvieron que ahogar un gemido de placer, pues nunca habían notado tal festín de sabores arremolinados en sus lenguas. Rosa hizo todo lo posible por saborear con fruición cada bocado, por más que le tentase atiborrarse del platillo; Maribel sólo masticaba a dos carrillos, sumergida en un sonrojo orgásmico y el calor intenso que le acariciaba todo el cuerpo. Jessica cedió a la lujuria y se entregó con desenfreno a devorar su manjar. Los monjes, silenciosamente contemplaban el acto de complacencia del instinto, mezcla de refinamiento y salvajismo. </p><p>- Este engrudo está súper espeso, parece goma. Iii-ugg. </p><p>La grosera aseveración de Gisela rompió estrepitosamente el placer de sus compañeras, quienes estaban ya por terminar su porción. Asimismo los monjes pusieron cara de extrañeza y más de uno frunció el cejo. Se miraron entre ellos con desaprobación. </p><p>- ¡Gisela, estás loca! Esta es la mejor comida que he probado en mi vida, ¿Cómo se te ocurre insultar el trabajo de esta buena gente? – Le gritó Rosa, luego de haber terminado su plato. Las otras procuraban terminar también su parte, luego de que la vergüenza ajena les pinchara el estómago, sin dejar de deleitarse por la exquisitez de su alimento. </p><p>- Ve Rosa, ya estoy hostigada de tu agresión constante a mi persona – espetó Gisela fríamente. – Si algo no me gusta, lo digo y punto. Estamos en un país, libre, ¿no? Pues yo digo que esta mierda no es digna ni de los chanchos. </p><p>- ¡Gisela, BASTA!! ¿Estas buenas personas nos han ofrecido de buena manera su comida y tú te atreves a denigrarlos así? – Maribel también se unió al regaño, pues ya su compañera había pasado todos los límites de la grosería. Ella siempre había sido una primadonna maleducada y mimada, acostumbrada a que sus padres solapen sus acciones; pero esta situación no podía ser pasada por alto. </p><p>- Por favor Gise, no te portes así. Ninguno de aquí te ha dado motivos para ofenderte… - siseó débilmente Jessica, pues aunque se consideraba su mejor amiga, tampoco podía tolerar semejante comportamiento. Pero las increpaciones de las chicas sólo exacerbó la visceralidad de Gisela, quien atronó sus manos en la mesa. </p><p>- ¡¡A MÍ NADIE ME DICE CÓMO MIERDA DEBO COMPORTARME!! A VER, ¿¿CUÁNTO CUESTA ESTA SOPA?? </p><p>Añadiendo acción a las palabras Gisela se levantó abruptamente de la mesa, golpeando con su antebrazo el pocillo, que cayó y se hizo añicos con su contenido en el suelo. Estaba ella sacando unos billetes de su cartera cuando los monjes se precipitaron al charco mezclado con pedazos de cerámica emitiendo gemidos de consternación. Maribel se llevó las manos al rostro horrorizada y Jessica quedó petrificada por el atrevimiento. Rosa, encendida del coraje aferró el brazo de Gisella con ganas de romper algo. </p><p>- ¡Ay, suéltame, que voy a darles plata igual, qué tanto jodes!!</p><p>- Gisela, VAS A DARLE UNA DISCULPA A ESTOS MONJES EN ESTE MOMENTO. </p><p>Como pudo logró desasirse del agarre, lanzó unos billetes al suelo y más herida en su orgullo que de su brazo, la adolescente repleta de ínfulas empezó a andar a zancadas a la salida. </p><p>- Regaste la sopa… regaste la sopa…regaste la sopa…regaste la sopa…regaste la sopa…</p><p>Esa monótona voz llegó a los oídos de todas, sobre todo a los de Gisela. – ¡Aish!! ¿Ahora pretenden estos monjes roñosos castigarme con cánticos? ¡Una mierda, yo me largo!</p><p>Tan pronto la maleducada salió del templo, las otras chicas se deshicieron en disculpas y ofertas de subsanar el daño hecho. Maribel, quien no había apartado la vista de los monjes acuclillados en el charco de desperdicio, se sorprendió cuando escuchó el reclamo de la sopa regada, pues los labios de los monjes estaban sellados. Se incorporaron lentamente y devolvieron cada billete a las chicas. </p><p>- El costo de esta sopa no se compra con estos papeles vanos. Por ustedes, nos alegra que su hambre haya sido calmada… pero nos lamentamos todos por su amiga. </p><p>- Sólo es amiga de Jessica – respondió Rosa, apretando los dientes de rabia. – esa imbécil piensa que con un par de billetes todo se arregla, pero ya le voy a demostrar que no es cierto. Ni siquiera pudimos decirles lo deliciosa que estuvo esta sopa, señores. Se me está cayendo la cara de vergüenza.</p><p>- Expreso igualmente mi pesar y la exquisitez de su comida. Nunca, nunca, había probado algo tan rico. Yo les agradezco desde el fondo de mi corazón. – dijo también Maribel, ruborizada. </p><p>- Yo…yo me ofrezco a quedarme para darles algún servicio en compensación por como se portó Gisela – sollozó Jessica. </p><p>Sin embargo los monjes, nuevamente apacibles y sonrientes, aseguraron que tales acciones no serían necesarias. El agradecimiento mostrado por las tres sería pago suficiente por la ofrenda de la sopa. Aún apesadumbradas, las chicas salieron lentamente y emprendieron el regreso. Al término de las escaleras, una indiferente Gisela cruzada de brazos las esperaba. </p><p>- ¿Ya acabaron? Bueno, volvamos a la finca de mis viejos, allá hay comida de ver…</p><p>- Claro que acabamos Gisela. Con esta excursión, y contigo. Estás fuera del grupo. Maribel y Jessica haremos el trabajo por nuestra cuenta. No pienso compartir ni techo, ni comida ni aire con una basura como tú. – resopló Rosa con voz vibrante de furia, perforándola con los ojos. </p><p>- ¡A ver, a ver, a ver! – contestó Gisela enfurruñada. – Yo no hice nada malo, sólo dije que no me gustaba esa bazofia, y hasta tuve la decencia de darles plata así no se lo merezcan.</p><p>- Aquí tienes tus billetes, imbécil. – Maribel arrojó a la cara de la engreída el dinero arrugado, haciéndola ahogar un grito. – Los monjes no necesitan su dinero puerco.</p><p>- Hoy cruzaste todas las líneas Gisela. – Dijo también Jessica, sumamente molesta. – me has decepcionado hoy como nunca antes. Chicas, vi un alojamiento cerca, propongo ir a dormir ahí. – Completó, y el resto aprobó unánime, viendo ya que el cielo estaba con un rojo naranja que indicaba el óbito del día. Simultáneamente le dieron la espalda a Gisela y echaron a andar. Ella, temblando de ira sólo atinó a chillarles. </p><p>- ¡PUES LÁRGUENSE, COMO SI YO NECESITARA DE USTEDES, PERDEDORAS! – con el rostro manchado de lágrimas negras del corrimiento de su maquillaje, echó a correr a su finca. </p><p>Ya entrada la noche, y tras haber picoteado algunos antojos y golosinas que sus rendidos sirvientes le ofrecieron, Gisela se cambió de ropa y se echó a la cama. Cerró los ojos pero notó que no llegaba el sueño. Empezó a dar vueltas en su lecho, molesta, recordando todas las ofensas de que fue objeto. Maldijo la lejanía y la calma del campo, pues al revisar su celular, no sólo notó que seguía fuera de cobertura (cosa rara, pues normalmente tenía buena señal siempre ahí) sino que el aparato se apagó en unos segundos. Furiosa, arrojó el teléfono a una pared, se volvió a envolver en las cobijas y trató de dormir. </p><p>Nada. </p><p>Dos horas transcurrieron con una lentitud viscosa. </p><p>Regaste la sopa…. Regaste la sopa….</p><p>Esas palabras empezaron a sonar en su mente, enfureciéndola más. ¡Que el diablo se lleve a esos monjes y su sopa asquerosa! ¡Ella no tenía la culpa! ¡Si no le gusta no lo come, así ha sido siempre, así ha sido…!</p><p>REGASTE LA SOPA.</p><p>Abrió los ojos completamente. Ya no fue un resonar en su mente, fue una voz. Cavernosa, profunda. Inhaló profundamente antes de incorporarse. O más bien, pretender incorporarse. </p><p>Porque notó que una especie de garra peluda aferraba sus muñecas y tobillos, así como su cuello, hombros y caderas. Seis garras peludas y calientes la estaban aferrando. Llenó sus pulmones de aires para proferir un alarido pero lo mejor que sacó fue un suspiro entrecortado. Ni siquiera podía mover la cabeza, peor cerrar los ojos. </p><p><br /></p><p>Porque en su campo visual, surgiendo de la oscuridad absoluta de su habitación; un rostro horrendo se hizo presente. Gisela en su horror logró reconocer la efigie de El que Cocina y Alimenta. Pero su rostro estaba completamente desprovisto de la amable campechanía de las talladuras del templo. Sus ojos, desorbitados y brillando de un nebuloso violáceo, destilaba ira. Su boca, hocico o lo que fuera estaba abierta completamente abierta, mostrando dientes filosos como dagas, en hileras interminables que se continuaban hacia la garganta, de cuyo fondo traslucía un brillo desesperante. </p><p>Fueron suficientes estas simples palabras de sentencia para aplastarla como una lápida de sepulcro: </p><p>LA COMIDA NO SE DESPERDICIA.</p><p>Y el castigo principió. </p><p>- Les juro que es una pérdida de tiempo, chicas. </p><p>- Por favor Rosa, estoy más que segura que Gisela habrá reflexionado la noche anterior, y hoy nos pedirá disculpas. Y podremos reintegrarla al grupo – dijo esperanzadamente Jessica, mientras golpeaba la puerta de la casa de campo de su amiga. Maribel estaba más atrás cruzada de brazos. Escéptica. </p><p>Les recibieron sus padres. Aunque eran más de las diez de la mañana Gisela no había bajado a desayunar y prefirieron dejarla dormir, pues el psicólogo siempre insistía en complacerla en todo para no traumarla. Luego de una hora de charla amenizada con algo de comida y de beber, ya todos decidieron que había dormido demasiado. Primero fue su madre quien subió y tocó en repetidas ocasiones sin obtener respuesta alguna. Luego fue su padre quien llamó dulzonamente a su princesita del cielo. Silencio. Se miraron extrañados mientras las otras chicas subían la escalera. Jessica golpeó y llamó a su amiga preguntando si estaba bien. No hubo respuesta. El padre, alarmado, fue a buscar el juego de llaves maestras e intentó abrirla. Cerrada. Los toques se volvieron golpes frenéticos buscando una respuesta de la engreída. Hizo falta que un fornido peón subiera. Dio un par de empujones con el hombro, pero la puerta no cedió. Finalmente, tras pedir permiso a los patrones, lanzó su pie contra la cerradura haciéndola saltar. </p><p>La puerta se abrió violentamente y un exquisito vapor, flotando entre tonos de comino que aperturaba seguido de tomillo, orégano, cilantro; un pinchazo de pimienta contrastaba el floral perfume de estragón, hinojo, alcaravea, nuez moscada; y la miel envolvía otros efluvios dulzones sea del anís, la hierbabuena o la canela; recibió a todos los que estaban entrando en la habitación de Gisela, aliviando por un segundo los sentimientos de angustia, temor y aprensión que atenazaba sus corazones. </p><p>Pero fue efímero. </p><p>El alarido simultáneo de los progenitores se derramó sobre el cuerpo de Gisela, que de su cavidad torácica y abdominal, completamente abierta y presentada como un gigantesco pocillo, humeaba hasta los bordes un espeso, amarronado y delicioso en apariencia guiso, adornado con gotas doradas de grasa, abundante en pedacitos de carne combinados con diversos tipos de vegetales perfectamente cocidos. </p><p>La sopa estaba servida.</p>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-69475319697465434352021-02-24T21:24:00.000-05:002021-02-24T21:24:16.905-05:00FRENTE A DOS REFLEJOS (DIAVANTI A DUE REFLESSIONI)<p> Que porqué está el título también en italiano? Secreto personal. </p><p>Cuento de dos finales. Ustedes escojan cuál le gusta o ajusta más. </p><p>Cada paso dado era un estrato nuevo en su nivel de desfallecimiento y agonía. Sabía ella que el camino por el que arrastraba dolorosamente los pies era una elección deliberada y personal, pero el arrepentimiento competía con la sed y el hambre que mordisqueaban sin pena su organismo. </p><p>Porqué permití que me pase todo esto…?</p><p>Recordó la imponente anchura del sendero y la sutil belleza de sus detalles adornantes, otorgando una atmósfera cargada de expectativas y de aventura emocionante, así como todos los que la empezaron a acompañar. Risas y palabras de aliento la rodeaban y fue su combustible por buena parte del trayecto. </p><p>La añoranza. Extraño tanto esos momentos felices. </p><p>No se dio cuenta cuando una de las voces amigas calló. Tampoco notó a la segunda, ni la tercera, ni la cuarta. Ella estaba centrada en seguir avanzando. En seguir, seguir seguir. Aún notaba el toque cálido de sus seres queridos. O era el propio calor de su cuerpo, quemando reservas para seguir andando, pues la amigable planicie se fue haciendo más y más empinada, forzando su respiración y haciéndola gotear sudor amargo por todo su cuerpo?</p><p>Agua. Muero de sed. Quisiera un vaso de agua tan sólo. <span style="white-space: pre;"> </span></p><p>Ya cuando una áspera oleada ventosa la golpeó y de un latigazo enfrió su cuerpo evaporando el sudor, notó un gélido escalofrío estremecerla, sin un atisbo de refresco o descanso. Y al cesar el vendaval, el silencio chorreante llenó sus oídos. Volteó y no vio más que su sombra. En qué momento? Cuándo la abandonaron? Y por qué ahora ascendía por un estrecho borde, con un hórrido abismo de lado y lado que la llamaban traviesos a tropezar y caer? Cuándo…</p><p>Sola. Estoy sola. Pero no puedo detenerme. No debo.</p><p>Y así continuó, acompañada sólo de oscuridad, silencio, hambre, frío y dolor. Las ganas de soltar llanto eran más fuertes que su deseo de terminar con todo y tomar la salida más fácil. Y abruptamente su camino cesó ante dos gigantescos espejos. <span style="white-space: pre;"> </span></p><p>Quién? Qué? Soy yo? O acaso…</p><p>Ambas superficies plateadas mostraban un arremolinado caótico, antojo de neblina podría decirse. Ella debió frotar sus ojos, pues ninguno mostraba bien el reflejo de ella como debía. Aguarda! Ya surgen las formas, lo que debía reflejarse. Y quedó perpleja. </p><p>Quién de las dos?</p><p>Una de ellas mostraba una rostro luminoso del amor que irradiaba, tanto de sus ojos como de su expresión. Su sola sonrisa gritaba un “te amo con el alma” que hacía innecesario cualquier voz. Sus manos abiertas invitaban a un abrazo lleno de calidez, capaz de curar heridas de cuerpo y alma, con el mismo efecto que el abrazo de una madre. Sintió ella alivio de sus cargas con verla. Y sonrió también. </p><p>Pero la sonrisa se congeló al ver el otro reflejo. Pues refulgiendo con tonos violáceos venenosos, su imagen contraria despedía tal repulsión y desprecio desde su mirada que se supuso posesa del demonio más pérfido. Parecía que los labios iban a partirse de la tensión otorgada por esa mueca repleta de asco y odio. Faltaba sólo que escupiera sobre ella. </p><p>Este contraste. Al final del camino. Pero yo buscaba otra…</p><p>Ambas imágenes empezaron a golpear con fuerza los portales de cristal. </p><p>La misma fuerza e ímpetu estaba presente en ambos reflejos, ambas versiones de su propia alma, a pesar de la violencia de sus golpes, sonoros como truenos, las emociones plasmadas en sus rostros no variaron un ápice. Hasta que una telaraña de grietas empezó a aparecer de cada una de las superficies. Más y más, hasta que en un argentino estrépito, ambas versiones de ella salieron de sus espejos. Radiante y tenebrosa. Frente a frente. </p><p>¡¡ELLA ES MÍA!!</p><p>El alarido de cada una hizo encogerla de terror. No quería, pero lo quería. No lo había escogido, pero lo había buscado. Esa paradoja, esa contradicción, la llevó hasta ahí. Abrió los ojos y presenció que, tras pretender agarrarla fallidamente, se enfrascaron en una batalla feroz y descomunal. </p><p>Y se dio cuenta que ella decidiría cuál de las dos iba a ganar. A quién le concedería la victoria? A quién dejaría desintegrarse en derrota? La duda la devoraba. </p><p>Final 1</p><p>RADIANTE</p><p>Ella presenció el duelo entre luz y sombra, amor contra odio. Ambas fuerzas equiparadas, y que sólo ella tenía el poder de alterar la balanza y otorgar la victoria. Pues cada golpe, cada ataque, si bien titánico y avasallador, era contrarrestado en una defensa férrea o un contraataque certero. </p><p>Así pues decidió apostar por el lado luminoso de su alma. Deseó amar y ser amada, disfrutar del goce de la estimación, de flotar extasiada en el soplo del hálito bondadoso. Tan pronto formuló ese anhelo, escuchó un rugido agónico, pues su lado radiante se había impuesto con un tremendo golpe en el centro del pecho, penetrando y destrozando a la versión oscura, lavando la niebla tóxica violácea con chorros de luz cegadora. Con un último aullido espantoso, la criatura oscura sublimó en mil estrellas tenues que gradualmente se desvanecieron. </p><p>Ganó. </p><p>Sorprendida al ver que en ningún momento, y aun bajo los furibundos ataques de su contraparte, la expresión amorosa de su reflejo no cesó un solo segundo. Estando sumida en esa elucubración no notó cómo se acercó la radiante hasta estar frente a ella. Sólo atinó a sonreír con timidez mientras su ego la estrechó con sus brazos transfundiendo una calidez que le llenó hasta la última célula de su cuerpo. Tan exquisita era la sensación que sus ojos cerrados le impidieron ver la cercanía y posterior fusión de las dos bocas, abriéndolos atónita por el dulzor del beso absoluto. La cascada de ternura saliendo de cada caricia de ella le hizo cerrar los ojos nuevamente, en plena aceptación. Era como si su otra yo se volviera un bálsamo líquido, tibio, fragante, que iba absorbiendo por piel, nariz, boca, lenta y plausiblemente; en un éxtasis exquisito. </p><p>Cuando volvió a abrir los ojos, ya se había ido. O tal vez no. Pues podía sentirla palpitando dentro de ella. Aunque la negrura la envolvía entre los marcos de los espejos rotos, ella sentía exudar luz. Completamente llena, decidió emprender el regreso. </p><p>Sólo volteó y se vio nuevamente rodeada de sus queridos, en su hogar. Pero ni siquiera había dado un paso! Comprendiendo todo, echó a reír con una alegría que no había sentido en mucho tiempo. </p><p>“Es cuando el verdadero camino se despliega ante ti. Ya sabes qué hacer, amor mío”. </p><p>Escuchó ese susurro en su oído y no se detuvo a indagar quién lo dijo. Lo sabía perfectamente. Así que aferró sus pinceles, sus colores y sus tintas, e inició un caminar jubiloso. Todos lo iban a saber. Todos lo iban a disfrutar. </p><p>Final 2</p><p>DESGARRO</p><p>Yo no me merezco esto…</p><p>Ella dejó que sus dudas, sus miedos y sus reclamos personales por decisones pasadas alimenten a su ego venenoso. Bastó tan sólo un par de segundos de pensamientos nocivos para que el ente sombrío rompiera la guardia con fuerza triplicada a su contraparte radiante, para luego aferrarla por el cuello, y haciendo gala de un sadismo exquisito, una ramificación afilada brotó de la mano libre, procediendo a perforar, acuchillar y laminar la corporeidad. Y con toda la horrenda tortura, la expresión amorosa de la radiante no varió, pero gruesas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, antes que el filo oscuro los pinche y reviente. </p><p>No…NO…NOOOOO!!!!!</p><p>El grito suplicante proferido sólo alimentaba la fuerza de la versión cruel y odiosa, quien ya no necesitó aferrar a su presa, pues ambas manos transmutadas a sables daban estoques brutales que levantaban por momentos a su adversaria, mientras la luz tibia iba cada vez haciéndose más débil. Pedazos de carne desprendidas con salvajismo formaban una alfombra espeluznante en el piso, colmando de horror a la original quien no dejaba de presenciar la inminente victoria. Ya sólo quedando medio torso y unos remanentes de cabeza de toda la masacre, la que recibió la fuerza se aburrió. Con un gesto despectivo arrojó la carcasa vacía y de un pisotón lo que quedaba de la cabeza estalló en un complejo de gotas y jirones. </p><p>Para posar luego su atención en la original. </p><p>Ella luchaba desesperadamente por levantarse y huir, pero lo único que se movía era el fluir de su orina, que empapaba sus pantalones, estando ella sentada con las manos aferrando su cabeza. El frío que había sentido anteriormente podía compararse con una brisa veraniega, comparado con el congelamiento de sus intestinos que aumentaba con cada paso de su oscura contraparte. Sin ningún esfuerzo, con los ojos dementes y una sonrisa sádica y feroz, levantó a su nueva presa del piso y posó sus labios sobre ella. </p><p>Por favor… por favor… yo… yo no quería… yo… yo sólo quería…</p><p>Los pedidos de piedad que emanaban de su mente eran acallados a bofetones por el rudo posar de la boca de la maligna, que los sintió helados y con un sabor repulsivo, al punto que una náusea violenta la agitó de arriba abajo. Y esa fue la sensación más placentera que pudo recibir. </p><p>Pues acto seguido, notó que el hálito de odio de la rabiosa le invadió desde la tráquea a los pulmones y posteriormente a todo su cuerpo. Como mil, diez mil, cien mil agujas de veneno congelado que fueron a posarse y atravesar cada célula de su cuerpo, ocasionando un padecimiento supremo, un dolor que quemó y desgarró más allá de su tolerancia. Y el piadoso desmayo estaba negado por completo. </p><p>Y finalmente, mezclando el infierno sensitivo con un horror inconmensurable, vio la boca que la besó contra su voluntad abrirse en una espantosa hilera de dientes como taladros, que se cerraron sobre su rostro, comenzando una labor diabólica de triturar, absorber, triturar, absorber, triturar, absorber, triturar, absorber, triturar, absorber. </p><p>Sintiendo cada una de las acciones. </p><p>Hasta que fue por completo devorada. </p><p>Y una espantosa carcajada con un escaso timbre femenino se liberó. Pero nadie pudo escucharla. </p><p>Y en ese momento, el universo se convirtió en un lugar más triste, sombrío y mísero; pues perdió su más bello tono azul, un puro y refulgente cyan…</p><p>Para siempre.</p><p>Versión en italiano. </p><p>Ogni passo fatto era un nuovo strato nel suo livello di svenimento e agonia. Sapeva che il cammino che stava dolorosamente trascinando era una scelta deliberata e personale, ma il rimpianto gareggiava con la sete e la fame che mordicchiavano senza pietà il suo corpo. </p><p>Perché ho lasciato che mi succedesse tutto questo...?</p><p>Ricordava l'imponente ampiezza del sentiero e la sottile bellezza dei suoi dettagli ornati, conferendo un'atmosfera carica di anticipazione e di emozionante avventura, così come tutti coloro che iniziarono ad accompagnarla. Risate e parole di incoraggiamento la circondavano e la alimentavano per gran parte del viaggio. </p><p>Il desiderio. Le mancavano così tanto quei momenti felici. </p><p>Non si accorse quando una delle voci amichevoli tacque. Né si accorse del secondo, o del terzo, o del quarto. Era concentrata sull'andare avanti. Continuate, continuate. Sentiva ancora il caldo tocco dei suoi cari. O era il suo stesso calore corporeo, che bruciava le riserve per continuare a camminare, mentre la pianura amica diventava sempre più ripida, forzando il suo respiro e facendole gocciolare sudore amaro su tutto il corpo?</p><p>Acqua. Sto morendo di sete. Vorrei solo un bicchiere d'acqua. </p><p>Già quando un'ondata ruvida e ventosa la colpì e con una frusta le raffreddò il corpo, facendo evaporare il sudore, sentì un brivido di freddo gelido attraversarla, senza un accenno di refrigerio o di riposo. E quando la tempesta cessò, il silenzio gocciolante riempì le sue orecchie. Si voltò e non vide altro che la sua ombra. A che ora? Quando era stata abbandonata? E perché ora stava salendo uno stretto bordo, con un abisso frastagliato su entrambi i lati che la chiamava maliziosamente a inciampare e cadere? Quando...</p><p>Da solo. Sono solo. Ma non posso fermarmi. Non devo.</p><p>E così continuò, accompagnata solo dal buio, dal silenzio, dalla fame, dal freddo e dal dolore. La voglia di piangere era più forte del suo desiderio di farla finita e di prendere la via più facile. E bruscamente il suo cammino si fermò davanti a due specchi giganteschi. </p><p>Chi? Cosa? Sono io? O è ....</p><p>Entrambe le superfici argentate mostravano un vortice caotico, una foschia capricciosa si potrebbe dire. Deve essersi strofinata gli occhi, perché nessuno dei due mostrava il suo riflesso come avrebbe dovuto. Aspettate! Già emergono le forme, ciò che dovrebbe essere riflesso. Ed era perplessa. </p><p>Quale dei due?</p><p>Una di loro mostrava un volto luminoso d'amore che irradiava, sia dai suoi occhi che dalla sua espressione. Il suo sorriso da solo gridava un "ti amo con l'anima" che rendeva inutile qualsiasi voce. Le sue mani aperte invitavano ad un abbraccio pieno di calore, capace di guarire le ferite del corpo e dell'anima, con lo stesso effetto dell'abbraccio di una madre. Si sentiva sollevata dai suoi fardelli alla sua vista. E anche lei ha sorriso. </p><p>Ma il sorriso si bloccò quando vide l'altro riflesso. Perché risplendendo di velenosi toni violetti, la sua immagine opposta emanava dal suo sguardo una tale repulsione e disprezzo che si supponeva posseduta dal demone più perfido. Sembrava che le sue labbra stessero per spaccarsi per lo sforzo dato da quella smorfia piena di disgusto e odio. Non gli restava che sputarle addosso. </p><p>Questo contrasto. Alla fine della strada. Ma stavo cercando un altro...</p><p>Entrambe le immagini iniziarono a colpire i portali di cristallo con forza. </p><p>La stessa forza e lo stesso slancio erano presenti in entrambe le riflessioni, entrambe le versioni delle loro stesse anime, nonostante la violenza dei loro colpi, che suonavano come tuoni, le emozioni sui loro volti non cambiavano di una virgola. Finché una rete di crepe ha cominciato ad apparire da ogni superficie. Sempre di più, fino a quando in un clangore argenteo, entrambe le versioni di lei uscirono dai loro specchi. Radioso e ombroso. Faccia a faccia. </p><p>È MIA!!!</p><p>L'urlo di ciascuno la fece rabbrividire di terrore. Non l'aveva voluto, ma lo voleva. Non l'aveva scelto, ma l'aveva cercato. Quel paradosso, quella contraddizione, l'ha portata lì. Aprì gli occhi e vide che, dopo aver fallito nell'afferrarla, erano impegnati in una battaglia feroce e massiccia. </p><p>E si rese conto che sarebbe stata lei a decidere quale dei due avrebbe vinto. A chi avrebbe concesso la vittoria? Chi avrebbe lasciato che si disintegrasse nella sconfitta? Il dubbio la divorava. </p><p>RADIANTE</p><p>Ha assistito al duello tra luce e ombra, amore e odio. Entrambe le forze sono uguali, e solo lei ha il potere di alterare l'equilibrio e concedere la vittoria. Per ogni colpo, ogni attacco, anche se titanico e travolgente, è stato contrastato con una strenua difesa o un preciso contrattacco. </p><p>Così ha deciso di scommettere sul lato luminoso della sua anima. Desiderava amare ed essere amata, godere della gioia della stima, fluttuare estaticamente nell'alito del respiro gentile. Non appena ebbe formulato quel desiderio, sentì un ruggito agonizzante, perché il suo lato radioso si era affermato con un tremendo colpo al centro del petto, perforando e frantumando la versione oscura, lavando via lo smog violaceo con flussi di luce accecante. Con un ultimo orribile ululato, la creatura oscura si sublimò in mille deboli stelle che gradualmente si spensero. </p><p>Ha vinto. </p><p>Sorpreso di vedere che in nessun momento, e anche sotto gli attacchi furiosi della sua controparte, l'espressione amorevole del suo riflesso non cessò per un solo secondo. Essendo immersa in quell'elucubrazione, non si accorse di come la radiosa si avvicinò finché non fu di fronte a lei. Riuscì solo a sorridere timidamente mentre il suo ego l'abbracciava con le sue braccia, trasfondendo un calore che riempiva ogni cellula del suo corpo. La sensazione era così squisita che i suoi occhi chiusi le impedirono di vedere la vicinanza e la successiva fusione delle due bocche, aprendoli storditi dalla dolcezza del bacio assoluto. La cascata di tenerezza che veniva da ogni sua carezza gli fece chiudere di nuovo gli occhi, in piena accettazione. Era come se il suo altro sé stesse diventando un balsamo liquido, caldo, profumato, che lui assorbiva attraverso la pelle, il naso, la bocca, lentamente e plausibilmente; in un'estasi squisita. </p><p>Quando riaprì gli occhi, non c'era più. O forse no. Perché poteva sentirlo pulsare dentro di lei. Anche se l'oscurità la avvolgeva tra le cornici degli specchi rotti, sentiva la luce trasudare. Completamente piena, ha deciso di tornare indietro. </p><p>Si è solo voltata e si è trovata di nuovo circondata dai suoi cari, a casa. Ma non aveva fatto nemmeno un passo! Comprendendo tutto, scoppiò a ridere con una gioia che non provava da molto tempo. </p><p>"È allora che il vero cammino si dispiega davanti a te. Sai cosa fare, amore mio". </p><p>Ha sentito quel sussurro all'orecchio e non si è fermata a chiedere chi l'avesse detto. Lo sapeva perfettamente. Così ha stretto i suoi pennelli, i suoi colori e i suoi inchiostri, e ha iniziato una passeggiata giubilante. Lo avrebbero saputo tutti. Tutti si sarebbero divertiti.</p><p> RIP</p><p>Non mi merito questo...</p><p>Ha lasciato che i suoi dubbi, le sue paure e i suoi rancori personali per le decisioni passate alimentassero il suo ego velenoso. Ci vollero solo un paio di secondi di pensieri nocivi perché l'entità oscura rompesse la guardia con forza triplicata sulla sua controparte radiosa, poi l'afferrò per il collo, e con squisito sadismo, una ramificazione tagliente spuntò dalla mano libera, procedendo a trafiggere, pugnalare e affettare la corporeità. E con tutta l'orrenda tortura, l'espressione amorevole della radiosa non cambiò, ma dense lacrime cominciarono a sgorgare nei suoi occhi, prima che la lama scura li pungesse e li facesse scoppiare. </p><p>No...NO...NOOOOOOOOOOO!!!!!</p><p>Il grido di supplica emesso non fece altro che alimentare la forza della versione crudele e odiosa, che non aveva più bisogno di aggrapparsi alla sua preda, mentre entrambe le mani si trasmutavano in sciabole e sferravano colpi brutali che sollevavano il suo avversario di momento in momento, mentre la luce calda si affievoliva sempre di più. Pezzi di carne selvaggiamente staccati formavano un tappeto inquietante sul pavimento, riempiendo di orrore gli originali che non cessavano di assistere all'imminente vittoria. Con solo mezzo torso e pochi resti di una testa rimasti dell'intero massacro, il destinatario della forza si annoiava. Con un gesto sprezzante lanciò la carcassa vuota e con un colpo secco ciò che restava della testa esplose in un complesso di gocce e brandelli. </p><p>Poi ha rivolto la sua attenzione all'originale. </p><p>Lottò disperatamente per alzarsi e scappare, ma l'unica cosa che si muoveva era il flusso della sua urina, che le inzuppava i pantaloni, mentre sedeva con le mani che le stringevano la testa. Il freddo che aveva sentito prima poteva essere paragonato a una brezza estiva, in confronto al congelamento delle sue viscere che aumentava a ogni passo della sua controparte oscura. Senza sforzo, con occhi dementi e un sorriso feroce e sadico, sollevò la sua nuova preda dal pavimento e posò le sue labbra su di lei. </p><p>Per favore... per favore... io... non volevo... io... volevo solo...</p><p>Le suppliche di pietà che emanavano dalla sua mente furono schiaffeggiate fino al silenzio dalla ruvida posa della bocca del maligno, che aveva un sapore gelido e ripugnante, al punto che una violenta nausea la scosse su e giù. E quella era la sensazione più piacevole che potesse ricevere. </p><p>Infatti, subito dopo, sentì il respiro odioso del rabbioso invaderla dalla trachea ai polmoni e poi a tutto il corpo. Come mille, diecimila, centomila aghi di veleno congelato che andavano ad appollaiarsi e a trafiggere ogni cellula del suo corpo, causando una sofferenza suprema, un dolore che bruciava e strappava oltre la sua tolleranza. E il pio svenimento fu negato del tutto. </p><p>E infine, mescolando l'inferno sensibile con un orrore incommensurabile, vide la bocca che l'aveva baciata contro la sua volontà aprirsi in una orribile fila di denti simili a trapani, chiudersi sul suo viso, iniziando un diabolico lavoro di stritolare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare, succhiare. </p><p>Sentendo ogni singola azione. </p><p>Finché non è stata completamente divorata. </p><p>E si sprigionò un grido spettrale dal timbro scarsamente femminile. Ma nessuno poteva sentirlo. </p><p>E in quel momento, l'universo divenne un luogo più triste, più tetro, più miserabile; perché perse la sua più bella tonalità di blu, un puro, ridente cianuro.</p><p>Per sempre.</p><p><br /></p><p>Tradotto con www.DeepL.com/Translator (versione gratuita)</p>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-71499618162582322392020-10-01T12:55:00.001-05:002020-10-03T16:37:30.253-05:00Intenso, intensivo.<p> <span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Su tortura inició desde que se dio cuenta que no podía mover los miembros. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Apenas lograba extraer unos farfulles ininteligibles, que no lograron rechazar el rutinario procedimiento de esas manos ya acostumbradas a manejar vías respiratorias. Así fue notando cada pliegue plástico del ancla inflable del tubo que fue recorriendo desde la base de su lengua, ocasionando una náusea convulsa y si no evacuó fue porque ya llevaba varios días en alimentación de sonda. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Tendría una hermosa añoranza de esa jugosa carne que festinó con gula y las varias jarras de cerveza helada engullidas entre las conversaciones y risas de su círculo de amigos, de no ser por la llenura rígida que distendía su esófago y laceraba ligeramente la mucosa, hasta llegar a su tráquea y sentir cómo se inflaba y se atoraba en su epiglotis el ancla inflable para evitar que se salga el tubo. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Completamente consciente de cada sensación, notó varias manos hacerse con su rolliza humanidad y voltearlo en un rápido vaivén. La caída boca abajo sobre el poco mullido colchón no ofreció una bienvenida amable. Cuánto difería de esa fiesta con que lo festejaron por haber llegado triunfante de un viaje de placer para conocer las tierras europeas, en un distante abril. Había oído que debían tomarse precauciones sobre una nueva epidemia pero ¡vamos, chulla vida! Ese pasaje le había costado más de dos salarios y por nada se lo iba a perder. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Dedos engomados, desprovistos de un sentido humano para él, tantearon de arriba abajo por su cuello fofo, hasta localizar una yugular. Sus latidos cardíacos se fueron acelerando al ver el grosor del punzón y el catéter que pretendían embutirle. Más pretendió gritar de miedo que del dolor mismo que sintió, cuando un fino chorro rojizo saltó y salpicó algunas batas azuladas. “Cuidado y te llevas la carótida, no quieres comerte una sardina hoy” oyó entre risas. ¡Ni que estuvieran tratando con una pieza de ganado, la gran puta! Era un ejemplar ejecutivo que tuvo la desgracia de caer enfermo también con esta plaga que se estaba llevando ya a cuántos colegas y familiares que habían estado en esa fatal fiesta. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cuando por fin dejaron de ensañarse con las venas de su cuello (y otras tantas en sus brazos), sintió manipular su pene. ¡No, eso no! ¡Si se lo tocaban sólo debía ser para algo placentero, algo sexual, algo…! Algo muy rígido, romo, apenas lubricado con un líquido amarillento entró reptando por la uretra ocasionando cualquier cosa menos placer. Ese intenso ardor sacó lágrimas y provocó un débil temblor gelatinoso en su cuerpo. Cómo había deseado levantarse, arrancarse todo y arrancar los ojos de esos hijos de puta matasanos que lo miraban con sorna y emitían comentarios hirientes. “Pero vele a este gordo tetón, bien hecho que esté pariendo ahora, pendejo es de armar farra en plena pandemia peor llegando de país con alta incidencia”.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La carnicería en su cuerpo por fin acabó y ahora él sólo tenía los cacófonos pitidos de los aparatos que regulaban la entrada de oxígeno y un distante goteo del suero que lo mantendría hidratado y con algo de glucosa para su nutrición como únicos acompañantes. Tras eso, un silencio espeso, chorreante, desesperante. Podía contar cada minuto que pasaba con lentitud de agonía. Ni el sueño podía conciliar, un sopor bendito que lo libere de esa cárcel de conductos y carne laxa y desobediente, porque sentía la asfixia por la falta de aire tan pronto cerraba los ojos. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La cual fue empeorando con el pasar de las horas. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Lo acuchillaba el horror de notar que cada entrada de oxígeno se comparaba a una gota de agua en medio del desierto, que sólo lo llenaba de insatisfacción y desespero, con un tamaño cada vez más pequeño, más insignificante, más pingüe. Todo su cuerpo clamaba por llenar sus pulmones de gas vital, inhalar de una forma profunda, satisfactoria, plena. Pero sólo un minúsculo porcentaje lograba entrar en su sangre y mal satisfacer su básica necesidad. No, no quería morir. No quería morir. No quería morir…</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Maldijo su hábito farrero, su quéchuchismo, a cada uno de los muertos por la misma enfermedad, a los que le provocaron toda esa tortura. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.295; margin-bottom: 8pt; margin-top: 0pt;"><span face="Calibri, sans-serif" style="font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Y sobre todo, maldijo con furia el descubrir que el sedante anestésico sólo lo inmovilizó pero lo dejó completamente consciente.</span></p>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-21134974409927042582020-09-26T13:53:00.001-05:002020-10-03T16:42:21.272-05:00LA TOZUDEZ<p> </p><p class="MsoNormal"><i>A veces es muy latoso este don que poseo…<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Por décima quinta vez señora, trate de entender que
usted…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->¡No doctor, no! ¡Yo sólo tengo síntomas leves
del covid!<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Eso tendría sentido de hablar de una tos seca
mínima, algo de fiebre, decaimiento. Pero no es su caso, además…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->¿Y? Lo mío es exactamente eso, nada más que un
poco más fuerte, pero véame, ¡estoy completamente bien ahora!<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Miro a mi alrededor, suspirando frustradamente. En mis años
de carrera se topa uno con este tipo de personas, que son intransigentes al
extremo, aun mostrándoseles hechos en la cara, se comportan con una porfía cerrada. Mis ojos se posan en una mujer que se estruja las manos en un interminable
sollozo. Trato de insuflar algo de sentido común en la airada señora. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Su hija está llorando. No le conmueve ni un poco
ver sufrir así a su propia hij...?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Aish! Esta muchacha siempre ha sido una llorona
completa. Desde niña echando mocos por la más leve nimiedad. Que fuera la
cosa tan grave…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span>Lo es. El tratamiento no había funcionado y por
eso…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->¿Que el tratamiento no ha funcionado? Jajái!
Pero si estoy lo más curada, lo más sana. ¡Ustedes los doctores y sus pastillas
que ni funcionan, pero este santo dióxido de cloro tomándome unas gotitas me
dejó toda regia!<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->¡Usted se basa en una sustancia de que sólo se
ha demostrado su capacidad de esterilizar superficies sin ningún estudio que
arroje un consenso de eficacia sobre el cuerpo humano! – Ya había perdido la
paciencia con ella. Una cosa era rechazar el tratamiento, pero llegar al punto
de defender fanáticamente un compuesto sólo porque encumbrados zoquetes aclamaban
su eficacia… <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Mientras me restregaba los ojos tratando de calmar mi exasperación
detrás de la rezongante mujer apareció un hombre de rostro taciturno. La tomó delicadamente
de los hombros tratando de apaciguar tanta porfía. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Mijta por dios, hazle caso al médico, él sabe de
lo que está hablando y debes entender que…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->A ver, no me estés interrumpiendo. Me choca
muchísimo que mi marido meta la nariz cuando yo estoy hablando. ¡Como si este médico
pudiera comprender las virtudes del dióxido de cloro, ya quisiera saber de
dónde habrá sacado su tít…!<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]--><b>¡¡¡SEÑORA, USTED ESTÁ MUERTA!!!<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal">Mi rugido golpeó la tozudez de la mujer, quien finalmente
logró entender. Miró tambaleante el cuerpo pálido y cubierto por una sábana, en
donde la joven empapaba de lágrimas llamándola una y otra vez. Y más allá el
otro cuerpo de un hombre también amortajado. La enfermedad se los había llevado
a ambos casi simultáneamente. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Todo rastro de tozudez por fìn había desaparecido de mi ex –
paciente al lograr entender lo ocurrido. Su esposo, agarró una mano etérea y
ambos depositaron un beso que la doliente no logró sentir. Tras eso, iniciaron
su paso al siguiente nivel. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Está hecho. Pero pocas veces veo un espíritu con
tanto deseo de llevar la contraria. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Así era mi mami. Tenía un carácter tremendo. Se
lo agradezco mucho doctor. Voy a hacerme cargo de las exequias de mis padres…<o:p></o:p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> - </span></span></span><!--[endif]-->Lamento mucho no haber podido ser de más ayuda,
señorita. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Emprendo el camino de regreso a mi consultorio. Cada casa
que se sucede me deja con la intriga si tendrán casos iguales o peores, si esta
pandemia se habrá cobrado más vidas hoy.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><i>Aunque, a veces, es muy latoso este don que poseo… <o:p></o:p></i></p>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-15443297646263520442019-12-05T14:34:00.001-05:002019-12-05T14:34:40.274-05:00Un tratamiento efectivo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLxMDmbIm5SuyXl8NtJerE-0vvd1jQUQWevAaOkdH0nUsn1xXYtfI0siaDYxNBM6fv7DyWdWJ_Hx2f6y6fPhyphenhyphenRy0Ml8fER2cm2R7lv4h3YRd4cnyDaQIGmxGwIYLKBsE3mpHLdnfdgPA4/s1600/istockphoto-862722044-612x612.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="408" data-original-width="612" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLxMDmbIm5SuyXl8NtJerE-0vvd1jQUQWevAaOkdH0nUsn1xXYtfI0siaDYxNBM6fv7DyWdWJ_Hx2f6y6fPhyphenhyphenRy0Ml8fER2cm2R7lv4h3YRd4cnyDaQIGmxGwIYLKBsE3mpHLdnfdgPA4/s320/istockphoto-862722044-612x612.jpg" width="320" /></a></div>
A vecesla musa te toca en el momento menos pensado y hace que las letras fluyan.<br />
También está publicado en mi cuenta en Wattpad.<br />
.........................<br />
<br />
<br />
<div dir="ltr">
En la pulcra e inmaculada sala de espera, un montón de enfermos aguardaban su turno. En uno de los pabellones, las enfermeras tomaban los signos vitales de forma rápida y eficaz. <br />
En intervalos aproximados de quince minutos, cada médico salía de su consultorio tras dar las últimas indicaciones a su paciente y procedía a llamar al siguiente. <br />
Un pacífico y rutinario ambiente.<br />
Que se rompió ante la furibunda entrada de un tipo que clamó a grito pelado atención pronta dada su ilustre condición de abogado de la República con un elevado cargo en la fiscalía del estado. <br />
Tratando de no afectarse, la enfermera preguntó calmadamente con qué médico tenía turno.<br />
Fue como insultar a la madre del individuo, quien disparó una retahíla de palabras groseras a las enfermeras asegurando que él y sólo él pagaba el sueldo de estos inútiles miserables y que tenía el poder suficiente para echar a patadas a medio personal con sólo hacer una llamada. <br />
Ya algunos curiosos se habían aglomerado para presenciar el arrebato del individuo.<br />
Haciendo esfuerzos espartanos para conservar la calma las enfermeras insistieron al furibundo que era necesario saber con qué médico tenía consulta. <br />
Entre calificativos de algún imbécil inútil llamado, el tipo aulló el nombre del médico.<br />
"SOY YO", resonó una voz grave y vibrante a espaldas del reclamante. <br />
Aunque se había sucedido un contrastante silencio ante el ruidoso alboroto, el individuo consideró ofensiva la penetrante y dura mirada del médico que lo perforaba a través de sus lentes. Aunque no le llegaba ni al pecho del galeno, se volvió a inflar su ego repleto de ínfulas y empezó a percutir el pecho del doctor con su índice, chillando que no sabía con quién se había metido, que estaba faltando al respeto de una eminente figura...<br />
"Tengo la medicina que usted necesita", interrumpió el aludido con voz calma.<br />
Ni siquiera dejó aspirar aire al rabioso individuo al atrapar la mano del médico su cuello, levantarlo en el aire y dejarlo unos segundos ahí, mientras toda la furia y complejos cambiaban por un creciente miedo e instinto de conservación. <br />
"Comienza el tratamiento", la misma voz calma y grave fue lo único que se escuchó en ese pabellón mientras todos estupefactos veían al otrora iracundo sujeto gorgotear mientras se debatía inútilmente contra esa horca hecha de dedos que sin esfuerzo aparente lo tenía suspenso en el aire.<br />
Bastó un movimiento rápido para que el cuerpo volase dos metros dentro del consultorio del médico atacado. Este entró y tras cerrar la puerta se oyó el picaporte ser asegurado.<br />
Lo que se escuchó a continuación todos los testigos juraron que lo tendrían grabado a fuego en sus oídos el resto de sus vidas. Alaridos y chillidos compatibles con tormento físico de la mayor atrocidad se escuchaban y estremecían a todo el edificio. El habitual murmullo y charlas fueron aplastados en esos quince agonizantes minutos por ese coro de ayes, gemidos, invocaciones a divinidades inútiles y sonidos parecidos a algo que se rasgaba junto con los más diversos y bizarros crujidos. Ni siquiera la presencia de la dirección médica y administrativa golpeando violentamente la puerta lograba interrumpir el himno infernal que dejaba oír el consultorio. <br />
Ya llegaban personal de seguridad prestos a tumbar la puerta a empellones, cuando todo volvió al silencio. Se destrabó el picaporte. <br />
Se dieron cuenta que habían pasado quince minutos justos.<br />
La puerta se abrió lentamente y lo que vieron todos los dejó marcados para el resto de sus días.<br />
El doctor estaba ahí, impecable en su blanco mandil, pulcro, bien peinado, barba de dos días pero ni una sola gota de sudor. Ni siquiera una arruga o desgarro en su ropa. Sus lentes de transparencia perfecta. <br />
La directiva se lanzó dentro del consultorio. <br />
El piso limpio, pulido, inmaculado. Nada que empañe o altere su limpieza.<br />
Ni un signo de lucha. Todo estaba en orden. La mesita de procedimientos todo en su lugar, nada volcado. El espejo prístino. <br />
Y del hombre que vino a buscar atención prepotentemente, ni un rastro. Buscaron sobre las ventanas un cuerpo desplomado. Nada. <br />
El doctor salió calmadamente al pabellón y ante la mirada aterrorizada de todos los presentes dijo serenamente y con una tenue sonrisa:<br />
"<b>Pase el siguiente paciente</b>".</div>
<br /></div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-10277130927767765382018-04-11T19:22:00.002-05:002018-04-11T19:22:40.995-05:00USA con escala en El Salvador. <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
El placer de viajar no lo iguala nadie.<br />
En el mes de octubre visité el estado de California, en Estados Unidos y como es natural, once días no bastaron para la miríada de detalles y cambios en la cultura. Iniciaré con las fotos de la escala del vuelo, en San Salvador. Muchas cosas interesantes en ese sitio.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxMvvg4OunB7zBYddTACLmkIqi1qyvqhi8hNzWaD4IFdKWWv23Clk1H9OQdHiC7kMsM5lW0NUv5ezFMGDIs5D2Z3y3CMzK965pA3lKp9U1hGfmYCrJdtefLJjwGdot5WmJI75PffAXn-c/s1600/P1020068.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxMvvg4OunB7zBYddTACLmkIqi1qyvqhi8hNzWaD4IFdKWWv23Clk1H9OQdHiC7kMsM5lW0NUv5ezFMGDIs5D2Z3y3CMzK965pA3lKp9U1hGfmYCrJdtefLJjwGdot5WmJI75PffAXn-c/s320/P1020068.JPG" width="320" /></a></div>
La catedral (una de muchas) de la capital.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisujbysydMORNIiPWfCZAIavOU18QeANOlGQBItxPi_FGPOmbGW99XWazxqSglRuKVxJZLIh-mvzJ7sVsJMVN_Gxq_VSFGdUiAHRicYV6vmL-7PnZOHZ6Z2mvj9SDSVl9ggX2tY-5nWZ0/s1600/P1020072.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisujbysydMORNIiPWfCZAIavOU18QeANOlGQBItxPi_FGPOmbGW99XWazxqSglRuKVxJZLIh-mvzJ7sVsJMVN_Gxq_VSFGdUiAHRicYV6vmL-7PnZOHZ6Z2mvj9SDSVl9ggX2tY-5nWZ0/s320/P1020072.JPG" width="320" /></a></div>
Este es el sepulcro del héroe nacional, Monseñor Arnulfo Romero.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf-xx_f2N7eAp4VUgf6MrXZUQx4g-C0yb7c8IWS__1M-wzuSYLh1TPeCD4LFEZhYqKIirVcQpvqmMQ2a00F_E3WtRwKwkIkP8ASsFA0BqfgWL7V3Ki8i_nD4ZahBeCHapLC6cbTPteMm0/s1600/P1020075.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf-xx_f2N7eAp4VUgf6MrXZUQx4g-C0yb7c8IWS__1M-wzuSYLh1TPeCD4LFEZhYqKIirVcQpvqmMQ2a00F_E3WtRwKwkIkP8ASsFA0BqfgWL7V3Ki8i_nD4ZahBeCHapLC6cbTPteMm0/s320/P1020075.JPG" width="320" /></a></div>
La gente es muy religiosa y fan del tipo.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYn0KmufoyTwOMHGN0EzUprYK1eUutC75pRdUbdeOz2EGaGP1ZaahAo19tXCIjdt0at0yNda7ZDzcWjjBA9XagbizxwoCLTgIOFkum6jtr2JHvH3UTMu3_H3c0eAhF-k7Nh_Xuc2lxifA/s1600/P1020079.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYn0KmufoyTwOMHGN0EzUprYK1eUutC75pRdUbdeOz2EGaGP1ZaahAo19tXCIjdt0at0yNda7ZDzcWjjBA9XagbizxwoCLTgIOFkum6jtr2JHvH3UTMu3_H3c0eAhF-k7Nh_Xuc2lxifA/s320/P1020079.JPG" width="240" /></a></div>
Un retrato del monseñor.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLy1symZNDp10Dr5FAS1Xd5cZ2_InSbrKWWVSjGxPgigRQzC3AmK-aDtBjPe_Xtpt-WOSOJtz3F1wIem6eeflCmBnY2uoPNuGPSRMF0WgAZhK1GpA8HEWP1bgvF-HpyLfwtA48nqdfZ7o/s1600/P1020082.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLy1symZNDp10Dr5FAS1Xd5cZ2_InSbrKWWVSjGxPgigRQzC3AmK-aDtBjPe_Xtpt-WOSOJtz3F1wIem6eeflCmBnY2uoPNuGPSRMF0WgAZhK1GpA8HEWP1bgvF-HpyLfwtA48nqdfZ7o/s320/P1020082.JPG" width="240" /></a></div>
Pueden ver un Te Deum en el techo.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh81AMjV0rq5zyUFRMxKyM3kCKyRVXy5Er5y-BpBTquOO0jmQ5Cvre-NcnlNz2b9blW0QbtpSTZw7p2w7vlvXVPmpfhcuqm1fSYADZJ4rFgUoolnL8HHNVphm0kASVBWpv11hcfJK3Gd7c/s1600/P1020105.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh81AMjV0rq5zyUFRMxKyM3kCKyRVXy5Er5y-BpBTquOO0jmQ5Cvre-NcnlNz2b9blW0QbtpSTZw7p2w7vlvXVPmpfhcuqm1fSYADZJ4rFgUoolnL8HHNVphm0kASVBWpv11hcfJK3Gd7c/s320/P1020105.JPG" width="240" /></a></div>
En esta iglesia cayó acribillado junto a un montón de gente el sacerdote. Todo ordenado por la "gente linda"...<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKv7Gayj0i-WyNPIr1iGdbS87iwtfhXsTfBZqooa8AMc_n-dFR-k_7zGVicMhSIgsey5IgEACrVPYTceOHLxyy6HSFrqYZLrd_zbO_DIvxdvrCKXXq_gO0cEYJIklgUXHUznL7UkzD10Q/s1600/P1020111.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKv7Gayj0i-WyNPIr1iGdbS87iwtfhXsTfBZqooa8AMc_n-dFR-k_7zGVicMhSIgsey5IgEACrVPYTceOHLxyy6HSFrqYZLrd_zbO_DIvxdvrCKXXq_gO0cEYJIklgUXHUznL7UkzD10Q/s320/P1020111.JPG" width="240" /></a></div>
La estructura de esta iglesia es muy interesante. No sólo refleja la luz solar en sus ventanales, sino también que tiene paredes que ventilan el sitio haciéndolo muy fresco.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYZy4yWKnFw0td8pQawVP8f2J-4ds8K-RmCgjxcmjMVLUOtCUGJCpRApxmuV4thV_rb1MzPvG03E276mZ3TadRYa0JafkxrlN3QZVj1d5AplslkccTlNj_-fVq7BKjg4WVbZdUq_eybTk/s1600/P1020119.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYZy4yWKnFw0td8pQawVP8f2J-4ds8K-RmCgjxcmjMVLUOtCUGJCpRApxmuV4thV_rb1MzPvG03E276mZ3TadRYa0JafkxrlN3QZVj1d5AplslkccTlNj_-fVq7BKjg4WVbZdUq_eybTk/s320/P1020119.JPG" width="320" /></a></div>
La placa conmemorativa de la masacre.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCzWgNIn9L2v9XbzmnN_f15K_k8vperQjaH1Y6pLD2E76OkiCDioS0qA2-LMgFsnnYMv57mWiXKXHWPif2l4194Vu1NFerWMq5NP9_WDiT_-kffYu5myxoi33f7zabFPcQvB5LFEdii_s/s1600/P1020128.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCzWgNIn9L2v9XbzmnN_f15K_k8vperQjaH1Y6pLD2E76OkiCDioS0qA2-LMgFsnnYMv57mWiXKXHWPif2l4194Vu1NFerWMq5NP9_WDiT_-kffYu5myxoi33f7zabFPcQvB5LFEdii_s/s320/P1020128.JPG" width="240" /></a></div>
Pasamos a la parte buena, el pan dulce tradicional es una exquisitez.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEizXhh17rVkpiiligULIplv_muf-G4MhpVf7bO7OY_GanX2pDjGjBcg3WF131Sz1y12Mp1dJmAfi9Fi9kNP3j6g-h-KdtB8RNh8uuafZePqx9JfpwSFwnS36_9Md80jAn7hLQFTNclVY/s1600/P1020138.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEizXhh17rVkpiiligULIplv_muf-G4MhpVf7bO7OY_GanX2pDjGjBcg3WF131Sz1y12Mp1dJmAfi9Fi9kNP3j6g-h-KdtB8RNh8uuafZePqx9JfpwSFwnS36_9Md80jAn7hLQFTNclVY/s320/P1020138.JPG" width="320" /></a></div>
He aquí el mapa político del país.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAriXIxe7ErS0tP-F1RvKIcaHkpxQKNLmKDyLBCjkAtac0K-YRs2Vryds9fXatSkDVmADL4B0enhyFAP9agW1B9BC7kkOVka8ROJGvnZFl4S1sBBvsuzCluuYgk-hPzB1fYnTZCSneDzs/s1600/P1020166.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAriXIxe7ErS0tP-F1RvKIcaHkpxQKNLmKDyLBCjkAtac0K-YRs2Vryds9fXatSkDVmADL4B0enhyFAP9agW1B9BC7kkOVka8ROJGvnZFl4S1sBBvsuzCluuYgk-hPzB1fYnTZCSneDzs/s320/P1020166.JPG" width="240" /></a></div>
El plato nacional salvadoreño. Las pupusas. Estas son hechas con harina de arroz.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3YsRTM9Mv2_rBFpd8iUsLrpPVTclI06uVg180zsAmki3OuTn2QN3Zfmd-ef6AqAqxZuYMBgc1tLZ6EI79Hy6-HbMq57tE2sJfom4Exyme3LziWwRqr3BxKEnW0VQi8toLikazBpSVTUE/s1600/P1020172.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3YsRTM9Mv2_rBFpd8iUsLrpPVTclI06uVg180zsAmki3OuTn2QN3Zfmd-ef6AqAqxZuYMBgc1tLZ6EI79Hy6-HbMq57tE2sJfom4Exyme3LziWwRqr3BxKEnW0VQi8toLikazBpSVTUE/s320/P1020172.JPG" width="240" /></a></div>
Hasta batieron un récord Guinness con la pupusa más grande.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib68QvX2owWKsDE0iMFey05gCHl5NB5ho6PIxjTVcBM5_WfBiOdB6wIrOK9BBiNEmLcykPgJi42k8OZ_TBpR1m78WfEG-tIAoRHCxv2zjiSVBuT-Ib3qdOuv-rZ8H7s8H3elLstlvdyvE/s1600/P1020175.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib68QvX2owWKsDE0iMFey05gCHl5NB5ho6PIxjTVcBM5_WfBiOdB6wIrOK9BBiNEmLcykPgJi42k8OZ_TBpR1m78WfEG-tIAoRHCxv2zjiSVBuT-Ib3qdOuv-rZ8H7s8H3elLstlvdyvE/s320/P1020175.JPG" width="320" /></a></div>
Batido de zapote con leche? Delicia!!<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi29833Ag__dQIRsQP8dGCSW4gCTJ_YEJ2jULDixTsTEDxThw2BYsPQ1ZNhP7rPiI45nbsZfLrJqhPj3tHtCLDI3-tH8U9fbtRY1Rqrv1C4JzJUgM-OPXqheNN7wLzHQaOtttaEALxEmkM/s1600/P1020176.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi29833Ag__dQIRsQP8dGCSW4gCTJ_YEJ2jULDixTsTEDxThw2BYsPQ1ZNhP7rPiI45nbsZfLrJqhPj3tHtCLDI3-tH8U9fbtRY1Rqrv1C4JzJUgM-OPXqheNN7wLzHQaOtttaEALxEmkM/s320/P1020176.JPG" width="320" /></a></div>
Yo me pegué una pupusa llamada "Loca" que parece una pizza familiar. DELICIOSA.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTkAuu85G7R3jazOeAuKGLn9h2KEkmZ6no7QwAEVw_sxvtHlLVbQ25da8rMcIua01kAp7eC6tyxFleUU2BMeGTJIwpuz_jRkPYIBWaMUo0niIK32uxWlPncNab6EzLLKFGBMACrwZbmtg/s1600/P1020188.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTkAuu85G7R3jazOeAuKGLn9h2KEkmZ6no7QwAEVw_sxvtHlLVbQ25da8rMcIua01kAp7eC6tyxFleUU2BMeGTJIwpuz_jRkPYIBWaMUo0niIK32uxWlPncNab6EzLLKFGBMACrwZbmtg/s320/P1020188.JPG" width="320" /></a></div>
Hay muchos pajaritos parecidos a los cuervos.<br />
<br />
En poco sigo subiendo fotos del viaje!</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-5628755171698680172017-01-30T19:37:00.001-05:002017-01-30T19:37:22.256-05:00Mi opinión sobre la tejedora manabita. <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #666666;">Caminando por las calles República e Inglaterra, topé con este discreto restaurante llamado La Tejedora Manabita, y revisando las opiniones de red social noté u</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #666666; display: inline;">n atractivo 4,6/5 promedio así que le di la oportunidad.<br />Desde la misma recepción se nota la calidez y la hospitalidad propia del montubio, ingresando a un escenario donde abunda la referencia a la cosmogonía campesina, repleta de utensilios propios. Raspahielos, lámparas de keroseno, machetes, caña guadúa, un cuadro pintado por Ivo Uquillas, una cabeza de Alfaro, las mesas nombradas por los cantones... El turista se sentirá deleitado y el manaba soltará lágrimas de nostalgia (hecho común a decir de la dueña).</span></span><br />
<img alt="No hay texto alternativo automático disponible." src="https://scontent.fuio3-1.fna.fbcdn.net/v/t1.0-9/12507564_10205715650756657_4486596474641461228_n.jpg?oh=e5027ac7d1142b4d1818b550f5e92c9a&oe=58FEA0CD" /><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #666666; display: inline;"><br />Desde la cortesía de maduros asados con sal prieta, la calidad acierta constantemente. Pedí un viche de pescado, con su arroz al punto, donde ningún ingrediente se echó de menos. La ayaca, como ninguna. Más auténtica, campesina y de sabor rotundo, fue algo soberbio. El emborrajado y el pastelillo dulce provocaría vergüenza en lugares propios de Portoviejo. Pasó todo con una sabrosa cerveza artesanal Umiña y el punto final lo dio el deguste de ron pope y quemado, sacado de la tierra misma.<br />En fin, una experiencia única.<br />Eso sí, remilgosos e impacientes abstenganse de ir. La alegre vajilla de barro y el tiempo razonable de espera no se da para los fans de mc Donald's o los acostumbrados al cevichocho al minuto.<br />La Tejedora Manabita, se merece cada verso del pasillo a Manabí.</span></span></div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-58667669205116380352017-01-30T19:34:00.000-05:002017-01-30T19:34:59.013-05:00Cómo hacer una torta de maduro y no morir en el intento. <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
A pedido de una persona muy apreciada, me dijo que podría empezar a hacer posts de comida, crítica gastronómica y relacionados.<br />
Así que comienzo mostrándoles cómo hacer unos de mis postres favoritos, la torta de maduro o plátano macho.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-cilfyxAam_Xhpd0X_mCeUUdF_aSSIklemWWlGlqFcEVFgwC2tUKQpE7hUoIQI3fehNVLP64ZnsNsdb4QADMxPEjW4HDXJlYmg7vCR7co-KH5cPn207fTWnOgFwVIdbfBrVeSmoVd6bU/s1600/IMG_20170128_104027.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-cilfyxAam_Xhpd0X_mCeUUdF_aSSIklemWWlGlqFcEVFgwC2tUKQpE7hUoIQI3fehNVLP64ZnsNsdb4QADMxPEjW4HDXJlYmg7vCR7co-KH5cPn207fTWnOgFwVIdbfBrVeSmoVd6bU/s320/IMG_20170128_104027.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Primero, tenemos un puré de maduros bien majado, de preferencia hervido con especias como canela, pimienta dulce, anís o lo que se les ocurra. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Luego, separen claras de yemas, para esta cantidad de puré (unas 2 libras) valdrán unos 7 huevos. Batan las claras a punto de merengue y añadan las yemas al maduro. Al puré echen especias molidas como canela en polvo o si están atrevidos, polvo de cinco especias. Yo decidí echar nuez moscada y no me arrepentí luego. Pueden también poner pasas, queso (de preferencia fresco, un madurado alterará el sabor suave del maduro), nueces picadas, etc. No olviden algo de grasa como mantequilla derretida o aceite, y algo de leche si ven la masa muy espesa. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
La mezcla debe quedarles algo como esto. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKKM00ICzy_8kL9H19TK3zV7PablyxuBhutzz16m0pjHObsLLBZG2Ht_rnkfJS79VpOYm-vm2sW_hRWwzXpn5XjX0GXAp6XgfZCkVGOf1Utt9fm5LWY6SsrO2XN227EypgkmjP0uyii64/s1600/IMG_20170129_151635.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKKM00ICzy_8kL9H19TK3zV7PablyxuBhutzz16m0pjHObsLLBZG2Ht_rnkfJS79VpOYm-vm2sW_hRWwzXpn5XjX0GXAp6XgfZCkVGOf1Utt9fm5LWY6SsrO2XN227EypgkmjP0uyii64/s320/IMG_20170129_151635.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="" style="clear: both; text-align: left;">
Luego, podrán ir añadiendo las claras, a movimientos envolventes. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLvajE6OU06fAGQvX4q6PuSliuKMW6xvfH_m-bkR0YN5gI9MD-nrWw0P655DIveOzm7U0MF9k5XVG8V_3x0o_rRa5s5RtygbzW4RE9fRSOMb6qkExLYb3dMgv7DdoOgum-aa0W52TK7Uo/s1600/IMG_20170129_151752.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLvajE6OU06fAGQvX4q6PuSliuKMW6xvfH_m-bkR0YN5gI9MD-nrWw0P655DIveOzm7U0MF9k5XVG8V_3x0o_rRa5s5RtygbzW4RE9fRSOMb6qkExLYb3dMgv7DdoOgum-aa0W52TK7Uo/s320/IMG_20170129_151752.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="" style="clear: both; text-align: left;">
Tal como explican los chefs profesionales, es un suave movimiento de incorporación, con el objeto de perder tan poco aire de las claras como puedan. Finalmente coloquen la mezcla en un molde enharinado y enmantequillado, y horneen a 180° por una hora o hasta que al meter un cuchillo salga limpio. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2Vh2i4byahnAv5aOiWy08flmGpotvgwY-sqoq0btZa9CxkP8L3gDAvOorbmYwV1MQKTdrFILos_kBUz_J2xpPgIRYXna7ECWoDq91XVATv77FBffZ6U9yzqrXO1vI7O4xcz1yfKKd-5o/s1600/IMG_20170129_152302.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2Vh2i4byahnAv5aOiWy08flmGpotvgwY-sqoq0btZa9CxkP8L3gDAvOorbmYwV1MQKTdrFILos_kBUz_J2xpPgIRYXna7ECWoDq91XVATv77FBffZ6U9yzqrXO1vI7O4xcz1yfKKd-5o/s320/IMG_20170129_152302.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUQC4XF094pJm2U1w5QOVZFxAt-5fcCAO-E-tkX3D99RbqDiIyDRvSOqGfWxWsA3XvicIQ_Mv3NyA1EJdCA7RFo3AAqMCLUZd926NfiWVEFqm4jsnzRfhlsyN7la8-lNZQoWf-kkkFVic/s1600/IMG_20170129_171511.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUQC4XF094pJm2U1w5QOVZFxAt-5fcCAO-E-tkX3D99RbqDiIyDRvSOqGfWxWsA3XvicIQ_Mv3NyA1EJdCA7RFo3AAqMCLUZd926NfiWVEFqm4jsnzRfhlsyN7la8-lNZQoWf-kkkFVic/s320/IMG_20170129_171511.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="" style="clear: both; text-align: left;">
Listo! Pueden ya desmoldarlo y comerlo caliente o frío, según su preferencia. Va perfecto con leche helada para una merienda. </div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHQrwndd-zV9j3a5U5nABg7zC2rWmibHeh0cIUfB9xxMVx6gn-dS0CGHfIVIwNtwIOG8yrocW3GJWF_Y_SiKy_JnWx0XVhivjhl5jjcEO9Si-BsaP1CaGM0CIeuvTyK3DZqF18Kel7ibo/s1600/IMG_20170129_171958.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHQrwndd-zV9j3a5U5nABg7zC2rWmibHeh0cIUfB9xxMVx6gn-dS0CGHfIVIwNtwIOG8yrocW3GJWF_Y_SiKy_JnWx0XVhivjhl5jjcEO9Si-BsaP1CaGM0CIeuvTyK3DZqF18Kel7ibo/s400/IMG_20170129_171958.jpg" width="400" /></a></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-41240237703911002422016-12-08T18:56:00.001-05:002016-12-08T18:57:24.313-05:00ASHURA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/0ewQiU3q5jM/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/0ewQiU3q5jM?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">El tormento sólo cede con el diario sueño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Sueño, nominalmente. No pasa de cuatro o cinco cabezadas de
once a cuatro, y en los intervalos cierro los ojos con fuerza suficiente como
para romper una nuez entre mis párpados. Por ningún motivo deseo ejercer mi
vista, que por azar coincida con un objeto que refleje y me vuelva a mostrar
ese monstruo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Se presentó en mi existencia de forma súbita, como el milano
que rompe el cuello de la perdiz en un parpadeo, haciendo que mi otrora plácido
vivir se haya vuelto un infierno. Cada vez que lo miraba, posaba sus llameantes
ojos en mi ser, con una intensidad que notaba mi alma burbujear y derretirse
por el tósigo emitido por tales hoyos diabólicos. Omitan preguntar causas, por
qués, circunstancias. Desconozco cualquier respuesta lógica. El monstruo está,
el horror de verlo sobrepasa mi tolerancia mental. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Y quisiera empatía, el conocimiento del prójimo a fin de
obtener explicaciones, métodos de solución, algún alivio aunque sea. ¿Pero qué
obtengo? Risas flojas, cuchicheos en la distancia, miradas desaprobadoras,
desprecio y desdén. He pasado por médicos, curanderos, chamanes y brujos, unos
dicen que sólo es mi imaginación, otros que hablan de posesiones, de malos
espíritus, duendes, trasgos. Pociones, sahumerios, decocciones diversas a cuál
más nauseabunda e indigesta, sin contar con agonías secundarias se deglutieron,
aplicaron e inhalaron. Nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">¡Y ahí está! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">¡Esa faz repelente, esa mueca hórrida, esos ojos que
taladran con un destello azulado ocasionando que mi alma se carbonice, ahí,
sonriendo torvamente, mostrando esos dientes filosos como dagas, queriendo
desgarrar mi carne! ¡Todos los presentes miran extrañados mi alarido de horror
y mi caída al piso, para luego en frenesí arrastrar mis piernas tratando de
huir y no ver más esa abominación! Varios compañeros me ayudan a levantar
mientras preguntan qué es lo que me aterroriza y sólo puedo apuntar a esa
superficie plateada, volteando mi rostro, de la repugnancia que me inspira algo
tan horripilante. Y lo usual pasa. Nadie ve nada. Ni uno solo. Con lo que me rebosa
la ira y rugiendo reprendo la ceguera de los presentes, la falta de visión de
todos al pasar por alto esa piel violácea, esos ojos desorbitados, la mueca
atroz en forma de risa mostrando una caverna de picos rugosos por boca; ¡Toda
esa abominación que sustituye lo que debería ser mi rostro reflejado!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Risas y más risas me llueven con el punzar de un granizo
gélido, acrecentando mi ira. Decido al fin enfrentar al monstruo, y en volumen
destemplado grito quién o qué es. Recibo solamente una creciente sonrisa, se
burla el muy maldito de mí, me provoca, mi dedo furioso apuntando es su dedo
burlesco señalando mi miseria. Mis gritos son sus silentes carcajadas. Mi
cabello ondulado y despeinado es su cuero rugoso y putrefacto, por el que uno
que otro mechón cano resalta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Sintiendo brazos fornidos sobre mi cuerpo, deduciendo que
alguien llamó a seguridad a que saquen al loco del sitio, veo un recurso
salvador. Forcejeo y salto hasta llegar a unos instrumentos filosos. Es la
solución definitiva. ¡Si me afecta a mí, dañará al monstruo! Los otros
retroceden ante mi primera amenaza y ya
con la distancia salvada hago lo que debí hacer en un principio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">¡Una y otra vez los filos acuchillan, trocean, desgarran,
salpican todo y mutan las risas por chillidos de horror! ¡Ni siquiera dolor soy
capaz de sentir ante la satisfacción de saber que estoy lastimando a ese
diablo, a ese engendro que me fastidió
día y noche! ¡Sé que mis pedazos de mejilla son los suyos, que los jirones de
cabello y cuero también los echará en menos, que un ojo vaciado le privará
también de vista parcialmente, que nunca moverá la boca sin que un violento
dolor le recuerde que destrocé sus labios! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Y ya con la fatiga cayendo, sea por los constantes
movimientos hechos para desfigurar mi propio rostro o por la sangre perdida,
siento nuevamente que me inmovilizan y me arrebatan mis herramientas de
salvación. Con un último esfuerzo vislumbro con mi ojo restante a lo que quedó
reducido ese ente y un nuevo alarido de terror absoluto llena la sala, antes de
caer colapsado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Ni un cambio. Ni una herida. El espanto, completamente
inmutable. Una gélida carcajada que taladró mis oídos, como un réquiem a mi
cordura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Y es en las tinieblas de la inconciencia, cuando recibo la
respuesta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-size: large;">Era él el que estaba
descontento con su imagen en el espejo… </span><o:p></o:p></i></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-8521680346249289592016-12-08T18:46:00.000-05:002016-12-08T18:57:36.689-05:00JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/C4ZOdH-5ubE/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/C4ZOdH-5ubE?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Las risas se oyen en todo sitio. En la calle, en la plaza,
en las casas, en las iglesias. Veo las risotadas escurriéndose entre los
dientes mostrados cuando se articulan palabras.
De entre los rostros ceñudos, de entre las miradas huecas, pugnan y
escapan de labios fruncidos como esfínteres anales. Veo carcajadas aleteando y
jugando febrilmente en el aire plomizo y tiznado, sacudiéndose el hollín y las
cacas de paloma con cada aleteo frenético. A pesar de las cadenas, de los
yugos, de las bridas y frenos que cada uno lleva atravesados en sus hocicos,
las sílabas JA no dejan de florecer y salir al vuelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Yo las veo, disfruto con su errático danzar, dejo que me
envuelvan, muchas se lanzan en picado a mis ojos, mi boca, se zambullen en mis
pupilas, se estrellan en mis incisivos, explotan en mi lengua. Obedecen mi
llamado, bailan a mi son, comulgamos en simbiosis. Luego brotan en cada poro de
mi piel, me llevan por los aires a miríada de destinos, viendo las mismas
facies apergaminadas, grises, sólo ungidas por un carmesí rutilante que traza
mi filo travieso. Tanta gracia hace que río a mi vez. Carcajadas, risas,
borboteos alegres, la vida es estupenda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Amo cosechar. </span><o:p></o:p></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-8004809615070474472016-07-15T18:52:00.000-05:002016-07-15T18:56:06.101-05:00EL HOMBRE QUE SE VESTÍA DE DRAGÓN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Con esto inicio mi retorno formal a mi estilo original de escritura. Al que siempre estuvieron acostumbrados. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/00QAHHvGz6k/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/00QAHHvGz6k?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Empezó su día con una
larga mirada al monigote. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Unos conjuntos de
retazos, sábanas emparejadas de color en lo posible, originalmente blancos,
beige o amarillos, que luego de un par de días en remojo en tinte, adquirieron
una tonalidad verdosa. La piel, que un tosco cuadriculado con marcador negro
dio apariencia de escamas. Medias viejas cosidas aparentando zarcillos en el
lomo y la cola. Tubos largos de cartón, cartulina gruesa, unas latas de caña
para aferrar cada extremo y las garras quedaron. La cabeza fue una creación que despertaba, a
pesar de todo, un rezago de satisfacción personal. Dos días de adherir papel
maché a superficies redondas, articular la mandíbula, añadir colmillos, dos
platos de papel para los ojos, con las pupilas chuecas para darle un burlón
aspecto y lo mejor, un aparatito que sólo con un pulsar soplaba volutas del
hielo seco, convenientemente coloreado de rojo para aparentar llamas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Venced al fiero dragón,
se llamaba su acto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Era la sensación de
fiestas infantiles, la fama del fiero dragón se había regado por el barrio,
luego por la zona. Ya estaban llegando llamadas del centro y sur. El
cumpleañero, el santo, quería derrotar al animal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Cada día de onomástico
era una oportunidad nueva. Llegaba a casa del homenajeado con sus atuendos al
hombro y mientras los niños bailaban adoctrinados a restregarse unos contra
otros, entre risas y fotos o videos de progenitores, iniciaba los preparativos.
El sector más amplio de la casa debía ser, sin nada alrededor que pueda
romperse u ocasionar daño a los pequeños. Un accidente o desgracia no podía
contemplarse, por no decir que carecía de dinero para cubrir un seguro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Igual cuando careció de cuidado para Marco. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"> Una cortina que antes cubría un carro, hacía
las veces de telón. Luego de haber provisto a cada invitado de sendas espadas
de plástico, hizo correr la grabación. Un parlante de celular atronó que la
comarca del reino –apellido del homenajeado- estaba amenazada por la presencia
de un dragón, arrasador de villas y devorador de aldeanos inocentes. Así que
sólo un ejército de aguerridos caballeros podría hacer frente al azote. Los
padres risueños, veían mover y entrechocar las armas de sus vástagos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">El telón cayó,
mostrando al saurio. Un chorro de vapor rojizo y un bien ensayado rugido dio
inicio a la batalla. Los niños se precipitaron sobre la bestia quien echaba su
fuego a diestra y siniestra, latigueaba su cola serpenteante y hendía con sus
garras filosas. Pero tras una larga batalla de veinte minutos más o menos, las
honrosas espadas y el valor de los caballeros se impusieron ante la oscura
criatura, arrebatándole la vida. Con un aullido de agonía, el dragón se
desplomó convulsionando en el suelo, con sus llamas extinguiéndose en sus fauces.
Para asegurarse que no volvería a dar problemas más, los caballeros hundieron
sus filos una y otra vez en el animal hasta que dejó de moverse por completo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">¡Victoria! El mal fue
vencido y la justicia brilla triunfante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Los aguerridos
caballeros acudieron a sus aposentos a brindar con Fanta y atiborrarse de arroz
con pollo, torta, galletas y bombones. Una vez solo, se reincorporó y empezó a
recoger sus ajuares. Envolvió la carcasa en el telón y cargó con el bulto.
Varios padres le estrecharon la mano, pidieron tarjetas, números, preguntaron
por qué no se anunciaba en Facebook, Twitter, redes sociales. Que su función
debían conocerla todos. Los niños se divertían, gozaban. Mejor que un payaso,
mejor que un grupo de baile, que una hora loca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Fiesta, feria, multitud de gente. Él y Marco, igual
que tantos… por qué ellos… ¿por qué Marco?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Llegó a casa y contó
sus honorarios. Diez dólares y tres más de propina de algunos padres. Terso
billete y unas cuantas monedas, 25, 50, 1. Con razón la fama. Barato, bueno y
bonito. Desenvolvió el paquete y
ceremoniosamente colocó su traje erguido sobre un soporte de lámpara. Frente a
frente, dragón y humano. Cuerpo y alma. Aferró el cuello de la bestia y apretó
todo lo que pudo hasta que sus antebrazos pidieron reposo. Se dio una ducha con
agua helada y salió a gastar su dinero. Algo que llene su estómago y vacíe su
mente. El aguardiente barato ofrecía un alivio efímero que no compensaba la
resaca. Amanecer y el dragón lo miraba con ojos virolos. Oyó su risa burlona y
exasperante. La réplica furibunda fue cortada por un tono del celular. Otra
fiesta. ¿Nombre, apellido, dirección por favor? Sí, diez dólares, tres y media
en punto. Claro que sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">¡¡Claro que no!! ¡Era tu responsabilidad! ¡Te confié
a Marquito dos hijueputas horas y regresas con esto! ¡Mi hijito, mi amado
hijito! <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Dos semanas y media de búsqueda frenética, la última
actividad marital. Luego de eso, entre ella y suegros lo colocaron de patitas
en la calle. Por imbécil. Por descuidado. Con qué perra habrá estado de labioso,
dejando al güagüa quién sabe dónde. Maldita la hora en que lo conoció, en que
aceptó unir sus vidas. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Comenzó en la calle, en
el parque cercano al cuartito que rentó. Con tal guisa, sin detalles como
zarcillos o el fuego fingido, bailaba, gesticulaba y rugía frente a los niños.
Los primeros días las madres tomaban a sus críos y volvían a casa. Un chapa fue
a preguntarle qué carajos hacía. Quiero entretener a los niños. Un brazo
anónimo lanzó una piedra que le dejó un gran chibolo. Atontado volvió a su
cuarto y especificó las cosas. Volvió a salir la tarde siguiente con un letrero
en el cuello de la bestia. VENCED AL DRAGÓN. Un regordete crío, vigilado de
cerca por sus padres y el chapa, se armó con una rama y empezó a golpear la
cola del dragón. Este contraatacó con pausados y fallidos garrazos. El gordito
empezó a reír. Los tímidos ramazos se cimentaron en sólidos golpes. Se unieron
más niños. Cinco fueron, con palos y ramas a modo de espadas golpeaban sin
cesar, entre risotadas y fintas. La escamosa piel quedó rasgada. Varias espinas
hirieron su alma. Se desplomó en agonía y el apaleo siguió hasta que los padres
con una expresión de lástima y desprecio apartaron a sus hijos y todos se
alejaron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Se alejó la esperanza y el sustento del trabajo. Qué
pena por lo de su hijo, pero ya faltó demasiadas veces. Vaya nomás a buscar su
liquidación. Morgue, hospitales, comisarías. Nadie. Nada. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Cada daño del traje
suponía una inversión para mejorarlo. Ir a los sitios de donación buscando
materiales. Cada viaje en bus suponía otra batalla entre los chasquidos y
estrépitos del motor y el ruido cacófono de la música de radio. Rogaba por la
victoria del motor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Qué suerte que tras un
tiempo de azuzar a los niños a la batalla, unas monedas cayeron. Alguien le
dijo que era de anunciarse en fiestas, los niños lo iban a adorar. Primera
matiné a dos cuadras del parque. Se anunció como el gran y fiero dragón. No
había espadas, pero almohadas y juguetes hicieron las veces. Casi una hora de
batalla hasta la muerte de la criatura. Niños riendo a carcajadas. Frentes
sudorosas. Respiración jadeante. Casi quince dolaritos entre la tarifa y las
propinas. Un éxito rotundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Los clientes
aumentaron, las fiestas eran más numerosas y las felicitaciones aumentaban.
Niños extenuados pero felices. De su montón de telas que cubrían su cuerpo y un
trozo de cartón doblado con una piola a manera de cabeza, el dragón fue
creciendo. Una cabeza hecha de látex era muy costosa. Así que reciclando y
recogiendo añadió garras, cola espinosa, cuernos. Intentó con una cometa rota
sacar alas pero estorbaban montón al moverse y replegar. Las desechó. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Mira papi, ese muñeco con alas, ése quiero, gánalo
por favor. Claro Marquito, date sentando aquí y mira a tu papá cómo saca ese
premio. Puta, fusil de mierda, virado estás. ¡A ver, otra ronda! Otra, otra,
otra… chuta, ya me quedo chiro, otra más y ya nada. ¿Ah? ¡Elé, gané, gané! Mira
hijito aquí está tu muñ… Marco… ¿Marquito, Marquitoooo?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Una vez la fiesta no
era infantil, sino de púberes. Todos rieron del atado de trapos y ojos virolos
que pretendía atacar, entre rugidos tembleques, algunos ni siquiera levantaron
la vista de su Candy Crush o su Pokémon Go. El santo se levantó y reclamó
airado al padre que pensaba que iba a ser uno de esos dragones de Game of
Thrones, esa guevada más parecía un montón de trapo, para eso no hubiera traído
nada. Papá complaciente, temeroso al rechazo de su adorado, reprodujo la queja
añadiendo puntadas con el índice al pecho. Ninguna respuesta. Olvídese de su
paga, me ha estafado. ¡Fuera! En vez de espada, puntapiés. En vez de victoria,
burlas. Tropezó y cayó en la vereda, sobre él su telón, los insultos y las
risotadas. Volvió en silencio a su cuartito. Armó el dragón y tras mirarlo un rato, lo estranguló. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"> <i>Papá…Papá…Papá…Papá…pApá…PApÁ…pAPá…PAPÁ…papá…papÁ…<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">La voz de Marco lo
levantaba cuántas veces de su sueño de borracho. El dragón, cada vez más
detallado y burlesco. Chusco y patético, aterrador e imponente. Salía
corriendo, gritando el nombre en cada sitio. Por algún lado debía aparecer.
Calla chucha, hasta cuándo jodes, deja dormir, qué falta de respeto. Alguien
que le diga dónde está Marco. Alguien que diga que le vio. Se fue por ahí, le
vi con tal persona, está en tal casa. Nada. Volvía a su reducto, las manos se
engarfiaban a centímetros del cogote del saurio y temblando ahí quedaban. El
oprobio se vertía de los ojos virolos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">La tercera matiné del
día, siete y cuarto según lo acordado, tras recorrer media ciudad en dos buses,
abrazado a su hato como quisiera hacerlo con el ausente. Telón colocado y tras
anunciar que un fiero dragón asolaba la comarca del apellido anfitrión, asomó
de un salto, elevando los brazos y resoplando fuego en un amplio surtidor. Los
caballeros soltaron su grito de guerra, tomaron sus sables filosos y
arremetieron cuando un obús cayó sobre la bestia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">¡Vaya Marquito, dele duro al dragón!<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Marco…Marco…<b>MARCO.<o:p></o:p></b></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">El dragón quedó
paralizado por un par de segundos pero con pasmosa velocidad atacó al caballero
Marco. Lo aferró con sus garras y su testa horrenda sopló fuego, a la vez que
la cola envolvía el cuerpo del valiente gladiador. A pesar de debatirse, el
dragón era muy fuerte, así que sus fieles camaradas se lanzaron con todas sus
fuerzas. El dragón era duro de pelar, y a pesar de no contraatacar, ofrecía una
monumental resistencia a las armas. Aún perforada su piel, no caía. Sir
Kevincito en sobrehumano esfuerzo decapitó a la bestia, pero sus zarpas aún
aferraban a Sir Marco. Otros tres jalaron la cola y taclearon en repetidas
veces a la bestia sin cabeza, pero no caía. Llegó el rey y con su presencia
real apartó a Sir Marco del dragón descabezado y le increpó. Este sólo atinó a
mostrar su alma, replegar el cadáver y salir a la carrera. Ni siquiera cobró. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">La fatiga le hacía
arrastrar los pies. Casi no pudo erigir al dragón con el cansancio y el llanto
silente. Pero terminó. Retrocedió y oyó la reprimenda en lenguaje de dragones.
Se llevó las manos a la cabeza pidiendo compasión, pero la letanía seguía. Una
súplica sollozante. El escarnio proseguía. De súbito, en un arranque
desesperado, las manos vuelven a retorcer el verdoso pescuezo, pero no se
detienen ahí. Aferra un cuchillo y Excalibur cercena una garra. Penetra el
cráneo borbotando fuego y sangre vaporosa. Las escamas pétreas se vuelven
jirones. Los huesos crujen y se pulverizan. El dragón aúlla herido de muerte.
Se ensaña con entrañas tejidas, las revienta, las deja en pedazos. Corren hilos
de sangre por el piso. La compasión y la piedad se quemaron con el cáustico
aliento. Sigfried queda bañado en sangre y vísceras menos en la parte del pecho
cubierta por la ramita de brezo. Ya la está perforando, invocando la maldición
Nibelunga, entre llanto furibundo y ayes cuando el teléfono suena. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Noticias de Marco.<o:p></o:p></span></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-59233514070251260252016-03-17T21:12:00.001-05:002016-03-17T21:12:47.486-05:00¡ABANDONADOS! ENTRAN LOS MALCRIADOS.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Con esto, y tras varios años de demoras, doy por terminado este cuento. Luego sacaré una versión entera del mismo.<br />
<br />
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">El gran castillo de Uñac Huilli, el crecido, se podía ver casi desde cualquier sitio de la tierra. No sólo
destacaba su imponente altura, sino que estaba coronado por negros nubarrones que tapaban toda radiación solar y el tenue brillo de las estrellas o la blancura lunar. Esto otorgaba a la construcción un lúgubre y oscuro
aspecto. De por sí las torres estaban diseñadas de forma alegre, repletas de detalles coloridos y setos que recubrían sus paredes, que cuando florecieran aumentarían la belleza del lugar. Pero ahora, los colores lucían
mates y tristes, y sólo ramas secas quedaban de esos setos. Las fuentes que debían dar la bienvenida con surtidores danzantes de agua, lucían secas o despedían un vapor maloliente y ominoso. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Los días que habría tardado una caminata desde el Valle de los Tres Pétalos se redujeron a menos de una
hora, montando los niños en Sleípnir y en Sylpho a toda velocidad. Tal fue el aspecto del sitio que recibió a los pequeños héroes y su mentor. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Días esplendorosos, días de luz y alegría, que hoy sólo en recuerdo de pocos queda. Este bello castillo representaba toda la gloria de esta tierra
hermosa, y a esta tumba hostil ha quedado reducida. Oh, la desdicha! – se lamentó Puño. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿Cuánto tiempo ha estado así? – Preguntó Nico. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Tiempos largos, muy largos… - contestó el mentor. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿Y nadie ha intentado luchar contra el Crecido? – Dijo Rachel.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Hoy será el día en que caiga vencido tan terrible villano. ¡A por él! – contestó evasivamente, adentrándose en el castillo. Los niños lo siguieron.
</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Debido a que la puerta principal del castillo se encontraba firmemente cerrada, Puño buscó otra entrada
disponible, para no malgastar energías en abrirla a la fuerza. Luego de revolotear por las instalaciones, Puño descubrió que había un boquete abierto en la parte más baja, y que el descenso era seguro. A pesar que Nica
protestó que tardarían mucho desde ahí, no vieron más alternativa. El factor sorpresa debía ser clave. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Llegaron a amplios salones, abundante en juguetes polvorientos y desgastados. El tono de voz de Puño se mostraba
lacio, al describirlo. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Los Salones Jugueteros. En tiempos de dicha, no había juguete sin utilizar por los numerosos invitados, cuyas risas alegres llenaban el aire. Ahora
el polvo los abraza, gastándolos constantemente. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Qué pena… - Murmuró Rachel. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Unos gemidos cercanos atrajeron su atención. Antes de llegar a unas escalinatas enormes que llevaban al siguiente
nivel, la sala estaba llena de corrales, cada una ocupada por varios niños pequeños. Vestidos con ropas sucias y maltratadas, lloraban, gemían y sollozaban constantemente. Los tres se horrorizaron al ver semejante espectáculo.
</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Niños secuestrados, mantenidos por voluntad del Crecido. Quedan aquí hasta que pierden toda resistencia. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Pues ya no más! – Gritó Nico con el bate en alto. Golpe a golpe fue rompiendo los seguros de los corrales, con lo que los niños quedaron libres,
pero sorpresivamente nadie intentó salir. Seguían sentados o acurrucados, sollozando. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Sus mentes ya están minadas. Sólo con la derrota del crecido podrán obtener la libertad. Nada hay que podamos hacer de momento por ellos, mis niños.
Debemos proseguir. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Kecido ochocho… - refunfuñó molesta Nica. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Luego de ascender por las escalinatas, se mostró ante ellos enormes estantes llenos de volúmenes, tomos
y cuadernos. Varias mesas bajas y sillas ocupaban el resto del espacio libre. Todo el piso estaba desperdigado de crayones, lápices de colores, papeles con garabatos y dibujos multicolores, pero que el tiempo había oscurecido
con el polvo y arrugado el papel. Puño explicó que el área correspondía a la Guardería de las Letras, famosa por albergar cientos de libros cuya lectura hacía entretenido el pasar de las horas, además de cualquiera
podía dibujar a su antojo sin que faltase papel o colores. Por entre los estantes y las mesas, deambulaban niños con las manos extendidas y los ojos vidriosos y perdidos. Emitían una monótona y constante letanía.</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<i>- Crecido, favorécenos… Crecido, ampáranos… Crecido, protégenos… Crecido, juega con nosotros…</i></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Horrible. Espantoso. Estos pequeños no sólo han sido dominados de mente, sino que ofrecen loas al amo del lugar, suponiéndolo su salvador. ¡Hasta
qué punto este vicioso depositó el mal en estos inocentes! – Resopló indignado Puño. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Nica se aproximó a uno de los niños que arrastraban los pies y lo pinchó un poco con su varita. Este se
detuvo un momento, volteó a ver a la niña con ojos vacíos y sin protestar o contraatacar, siguió su imploración. Volvió encendida del coraje. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Vamo a dale tastas en la nalga!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">El mismo sentimiento de coraje atenazaba a los otros dos. Tantos niños convertidos en esclavos por este tiránico
infante, pero ellos tenían el poder para cambiar esta cruenta realidad. Continuaron ascendiendo hasta que llegaron a otro nivel, esta vez repleto de mesas largas, con vajillas de colores que debieron en su momento ser chillones,
hoy apagados y mustios. Enormes ventanales por donde debía filtrarse el sol e iluminar el salón, estaban cubiertas por gruesas cortinas. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- El Gran Comedor de los Ágapes. Si había un sitio donde destacaba la hospitalidad de este sitio, era aquí. Garantizado estaba que cualquier hambre,
por intensa que fuera, quedaría saciada por completo. Sólo eran servidos alimentos del pleno gusto del invitado, y en cantidad justa. Nada se estropeaba ni se desperdiciaba. ¡Ay! Invadida ya por la oscuridad y el silencio.
Me sobrecoge la tristeza y la nostalgia por la gloria perdida. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Tal era la penumbra del sitio que Nica invocó a Salamandra para con su fuego dar algo de luz y calor, pues
una helada atmósfera hacía castañear los dientes de los niños. Tan pronto el espíritu dotó al sitio de luz, un chillido de Rachel cortó el silencio. Se encontraba frente a frente a una estatua que mostraba a un niño,
con los brazos extendidos y con un rictus de angustia perenne. Al escudriñar el resto de la enorme habitación, se dieron cuenta que eran decenas las estatuas desperdigadas. Algunas como intentando correr, otras como buscando
refugio bajo las mesas, otras acuclilladas y agazapadas, pero todas coincidían en esa expresión tan tétrica. Puño tembló de impotencia y horror. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- …y hasta aquí llegan todos los que son atrapados por el Crecido. Este absorbe su fuerza de vida, reduciéndolos a estas formas horribles. No quiero
imaginar el espanto que estas pobres criaturas habrán sentido antes que este vil les arrebate su hálito. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Basta de esto. ¡Basta de esto! – gimió Rachel, con el rostro surcado de gruesas lágrimas. – ¡Vamos ahora a luchar con ese Crecido, que tanto
dolor ha provocado! </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Nico y Nica, conmovidos y llenos de deseo de darle su merecido a su némesis, asintieron y el grupo trotó
sin parar hasta que se detuvieron en lo que parecía la cúspide del castillo. Un redondel de piedra y filigranas donde un trono negro se alzaba en la parte más distante. Estaba techado por una cúpula vidriada en cuyo cénit
sólo había una abertura, por donde se colaba la frialdad y la negrura de los nubarrones. El lugar no requería descripción alguna. Era en donde mandaba el terrible Crecido, causante de las penurias que asolaban la tierra.
Y en que los tres elegidos se plantaron firmes para medir fuerzas. Así que, ardiendo en deseos de combatir, los tres gritaron al unísono: </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡UÑAC HUILLI!! – El nombre prohibido de mencionar. Pero el trío tenía clara la intención. Así que repitieron dos veces más. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">No debieron aguardar mucho para la respuesta. Del trono se originó un torbellino negro, surgiendo de sus
profundidades el terrible enemigo, quien estuvo a punto de aniquilarlos en Villa Declamadora. Ropa y capa negra, pies descalzos, rostro pálido, hostil y ojos de rebordes carmesí. El Crecido Uñac Huilli. Miró largamente
a los niños y luego a Puño. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Entonces no se desintegraron, trío de debiluchos… - comenzó a decir pero Nico lo interrumpió. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Hemos hecho muchas cosas y ahora somos muy fuertes! ¡Vimos todo lo que hiciste, los niños que has lastimado y no te vamos a perdonar! ¡Por fin
llegó alguien que te va a dar una lección! – tronó furiosamente el niño. Su hermana y su prima también expresaron palabras parecidas, pero Huilli sólo los contempló con desdén. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿Por fin, dices? ¿Son acaso tan ingenuos y estúpidos que creen que son los primeros que me han presentado batalla, y bajo la tutela de ESE inútil
de Puño?</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Tales palabras cayeron como un balde de agua helada sobre los tres. Se miraron entre sí interrogativamente,
y luego miraron a Puño, quien palideció. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Los que recibirán una lección son ustedes, tontos. Ya tiempo atrás este ingenuo charlatán reunió tres niños para ponerlos a pelear contra mí,
y cuando los derroté sin problemas, salió huyendo como el cobarde que es. ¿Se dan cuenta? ¡Su querido señor Puño, en todo este tiempo, sólo los ha conducido hacia su ruina! – el niño de negro inundó la sala con
crueles risotadas. Nico, Nica y Rachel, presa de la consternación, voltearon a su mentor.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿Es cierto lo que dice, sr. Puño? ¿Qué abandonaste a niños como nosotros tras entrenarlos? – Inquirió ansioso Nico.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Sr. Puño, tú eres nuestro amigo! ¿Cómo podrías hacer algo tan feo? – Le reprendió Rachel.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Entonche… ¿eres un mentirocho? – dijo Nica, con un gran puchero. Las palabras dolidas de los tres caían como piedras sobre el mentor, quien con
los dedos flojos y su dorso inclinado al piso, sólo pudo musitar.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Es cierto, mis niños. Crié hace mucho tres niños como vosotros, para dar batalla contra este villano, fracasando miserablemente. Sólo puedo aseguraros
que el dolor y la vergüenza que sentí me acuchilló por dentro, superando a todo dolor conocido. Pero sé que con vosotros…</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿¡ENTONCES PASARÁ LO MISMO CON NOSOTROS?! – Rugió Nico muy enojado.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡MALO, FEO, OCHOCHO! – Chilló al borde del llanto Nica. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿SOMOS SÓLO JUGUETES PARA TI?? – Gritó Rachel, casi fuera de sí.</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Ninguna palabra de consuelo o explicaciones de parte de Puño pudieron borrar la desolación que sentían
los tres. Tanto tiempo juntos, tantas aventuras, ¿sólo por un capricho? Ya iban los tres a exigirle a su mentor que los devuelva a su tiempo cuando la cruel voz del Crecido resonó: </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Como dije antes, son ustedes los que recibirán una lección. Lo de ahora fue sólo para enterarlos de la verdad. Pero ni crean que saldrán bien librados
de ésta. Por lo menos me servirán de diversión para un buen rato. – La sonrisa del Crecido refulgía de malicia. De muy mala gana, los niños voltearon a su enemigo. Aunque casi habían perdido todo deseo de lucha, por
lo menos no dejarían que los lastime y los haga llorar. Sin embargo vieron que Huilli negaba con el dedo. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- No, no… no me ensuciaré las manos con ustedes. Haré algo mucho más divertido. – Fijó la vista en el atribulado Puño – ¿Recuerdas los nombres
de tus antiguos elegidos, charlatán?</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Nunca olvidaré ni sus rostros amados ni sus nombres, villano! ¡Éclair el raudo, Windbeutel el certero y Pavlova la intrépida! ¡Cuánto he llorado
sus pérdidas, el dolor que perfora mi corazón sigue igual!</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿… y estás seguro que desaparecieron? – espetó burlón el Crecido, con lo que Puño ahogó otro grito. Los niños se mostraban confusos. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡¡UÑAC HUILLI!! ¡NO HABRÉIS…! </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Tal como supones, Puño. Tus niños fueron derrotados por mí luego de su mejor esfuerzo, y fuiste tan cobarde que los dejaste a su suerte, bañados
en su llanto. Pero no los desintegré, no. Ahora son MIS JUGUETES. ¡MIS MALCRIADOS!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Señor Puño con los dedos crispados de angustia, vio tres torbellinos negros, un poco menores en tamaño,
girar en frente al Crecido, mostrando tras desvanecerse tres pequeños armados. Sus rostros mostraban cualquier emoción menos las propias de niño. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Frente a Nico se hallaba un infante un poco más bajo que él, vestido con ropas ligeras de lino, un poncho
azul marino y alpargatas. De cabello lacio y trenzado en un cordón grueso, y en su rostro color canela se encendía un rubor creciente, a la vez que su ceño estaba violentamente fruncido, mientras que apretaba los dientes
haciéndolos rechinar. Una máscara rabiosa. Sus manos ocultas bajo el poncho se mostraron de súbito aferrando dos pistolas transparentes, llenas de agua, conectadas por mangueras hacia una mochila igualmente llena de líquido.
Se trataba de Éclair, a quien la rabia había esclavizado. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Rachel observaba con preocupación a un enjuto niño, vestido impecablemente con camisa, corbata, terno, pantalones
cortos y zapatos de charol. Su elegante guisa y sus cabellos rubios bien peinados contrastaban con la mísera expresión, con ojos azules pero cadavéricos, casi sin brillo. Despedía tal aura de melancolía y depresión que
cualquier emoción positiva menguaba. Tenía entre sus manos una caja de madera, pulcramente laqueada y adornadas con múltiples apliques de metal y relieves labrados. Windbeutel, poseso de la más profunda tristeza. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Frente a Nica daba saltitos con una comba que parecía estar hecha de escamas, terminando en una punta un
cascabel y en otra una cabeza de reptil; una pequeña de igual edad, menuda y regordeta. Su achocolatado rostro reflejaba malicia y mala intención por cada parte. Su sonrisa más lucía como una mueca inquietante. Sobre sus
rizada pelambre negra yacía una coronita de princesa. Estaba vestida con un enterizo rosado, salpicado de golosinas, dulces y demás que la nena ocasionalmente picaba. Se trataba de Pavlova, afecta del engreimiento. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Los tres Malcriados. Los antiguos héroes, derrotados y luego pervertidos por Uñac Huilli. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Tras la sorpresa inicial, Puño dirigió afligidas palabras de disculpas hacia sus otrora discípulos, pero
en respuesta recibió una mirada cargada de furia de Éclair, una indiferente y desdichada expresión de Windbeutel y una sacada de lengua de Pavlova. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Es inútil, Puño. Ellos te odian sin remedio, cómo no, luego de tu cobarde abandono tras ponerlos frente a mí. Y ahora traes estos otros perdedores.
Serán mis malcriados contra tus debiluchos, para mi entretenimiento. Espero una lucha divertida, Malcriados. ¡A ELLOS! – Terminó Uñac Huilli. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La orden fue dada y cada Malcriado buscó a su contendiente. Éclair contra Nico, Windbeutel contra Rachel
y Pavlova contra Nica. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe width="320" height="266" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/FsBtKmiVRhw/0.jpg" src="https://www.youtube.com/embed/FsBtKmiVRhw?feature=player_embedded" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;"><br /></span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Éclair arremetió a toda velocidad contra Nico, quien se puso en guardia pero no dejaba la frustración de
saber esa verdad que Puño tan taimadamente ocultó. Antes de hacer contacto, el Malcriado apuntó sus pistolas y disparó dos chorros que dieron en una pierna y en un hombro de Nico. Este sintió como si un adulto lo pateara,
de tan fuertes que eran los chorros. Salió despedido hacia atrás mientras veía que Éclair disparaba a diestra y siniestra sin parar, con los ojos enrojecidos de ira. Esquivó unos chorros lo mejor que pudo y paró otros
con su bate, hasta que terminó la munición de agua. Pero al intentar contraatacar vio con asombro que toda el agua que lo salpicaba y que mojaba el resto de la sala se desprendía, chorreaba rumbo a Éclair y era reunido
en su mochila. Con voz vibrando del coraje, su adversario explicó:</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Imbécil! ¡Estúpido! ¡Tanto mis pistolas O.K. Carnaval como el agua que las llena son controladas por mí! ¡Y voy a hacer que te ahogues!!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La respuesta de Nico fue golpear el suelo con Ultibat lanzando ondas sísmicas contra el iracundo niño, pero
éste apuntó sus pistolas al piso y antes que lo tumben las ondas, los chorros de agua lo levantaron del suelo impidiendo que sufra daño. Bramando nuevos insultos sobre lo inútil de los ataques, reunió su agua y volvió
al ataque. No sólo su O.K. Carnaval eran certeras y contundentes, sino que era sumamente ágil y veloz, y su poncho dificultaba ver de dónde saldría el siguiente ataque. De este modo, algunos chorros impactaron en espalda,
pecho piernas lastimándolo. Nico no sólo enfrentaba su decepción con su tutor, sino a un muy poderoso rival que ponía a límite sus capacidades. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Rachel buscaba una oportunidad de ataque contra Windbeutel, pero éste se limitaba a mirarla desolado, con
sus manos aferrando la caja. Sin saber muy bien si iba a resultar, y oprimida asimismo por la cruda revelación anterior, la niña lanzó a Byakko quien golpeó con su zarpa al muchacho enviándolo lejos. Windbeutel no se
movió. Rachel quedó sorprendida por su veloz victoria y fue a revisar si su oponente estaba llorando o herido. Pero al acercarse se intrigó que ni siquiera la expresión de tristeza había cambiado, tampoco encontrando
heridas. Repentinamente Windbeutel giró su rostro hacia ella y sopló de su boca un vaho púrpura que envolvió tanto a Byakko como a Rachel. Con un chillido ella se apartó y empezó a sentir un sofoco que le subía por
todo el cuerpo, al mismo tiempo que sus ojos ardían y la sacudió una tos violenta. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Qué pena… qué pena… - la voz de Windbeutel sonaba como un constante lamento. – Has sido presa de mi Hálito Triste. Te enfermará cada vez
que lo toques, de cualquier cosa. Y de una vez te lo advierto. He llorado y sufrido tanto que ya he perdido la capacidad de llorar. Por más que me ataques, por más que me lastimes, ni una gota saldrá de estos ojos. No hay
forma que me derrotes… </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Rachel entre sus toses logró entonar su canto curativo, el Sanasana, haciendo desaparecer sus síntomas.
Su oponente la miró, más triste todavía, si cabe. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Qué tristeza… estás resistiendo… eso sólo prolongará tu agonía…</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La niña de blanco tenía un arma perfecta para combatir tal técnica, así que llamó a su corcel Sleípnir.
Con su veloz torbellino, no habría forma que ese aliento tóxico la alcance y lo atacaría una y otra vez hasta hacerlo llorar, quiera o no quiera. Galopando formó un remolino que atrapó al pálido chiquillo y con unas
coces lo envió unos metros más allá. Sonrió Rachel por su ventaja cuando más niebla púrpura se arremolinó torno a ella, haciendo esta vez estremecerla por una repugnante náusea y mareo. No pudo resistir y vomitó,
mientras Sleípnir caía y revertía a Moggle. Todavía mareada miró a Windbeutel levantarse y dirigirse a ella. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- No entiendes… qué pena… Antes de empezar la lucha dejé mi Hálito en varios sitios, que se activarán tan pronto estés cerca. E insisto, no
hay forma que me lastimes, peor que me hagas llorar. Ahora es mi turno de atacar. Avancen, Pelotón Saturnino – susurró quedamente mientras abría la caja de madera. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Salieron dos docenas de soldaditos de plomo pertrechados con minúsculos fusiles, que rápidamente formaron
una V, unos arrodillados, otros de pie. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Apunten, fuego. – ordenó Windbeutel.</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Cada soldadito disparó un proyectil agudo que provocó un inmenso dolor en Rachel. A punto de llorar, volvió
a entonar su Sanasana, recuperándose por completo pero esta vez muy asustada. Windbeutel era un enemigo realmente temible. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Ele una niña fea y boba! ¡Yo te vo a ganá! – Rió llena de sorna la prieta Pavlova, mientras hacía ondear su comba de un lado a otro. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡No e cherto! ¡Tú ere ochocha! – Respondió airada Nica. Sentía una mezcla de coraje y dolor en su interior, fruto del engaño de Puño.</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;"> Sus espíritus mágicos no le habían fallado en ninguna aventura, y menos contra esta malcriada engreída.
Pero antes de intentar invocar a cualquiera de ellos, vio que Pavlova con gran rapidez formaba con su cuerda un anillo fino como un hulahula, que lanzó hacia su rival. Nica rodó por el suelo para esquivarlo, invocando a
Salamandra para atacar. Este lanzó varias llamaradas contra la pequeña, quien haciendo varios pases de baile, rodeó con agilidad los ataques al tiempo que recuperaba su comba. Tras recuperar pie, decidió atacar con Undyne,
quien acometió con su ola gélida. Pero Nica no dio crédito a sus ojos al ver cómo Pavlova hacía girar sobre ella su cuerda escamada velozmente, repeliendo cualquier intento de congelarla. Igualmente fue inefectivo el
vendaval eléctrico mandado por Sylpho. La nena rió a carcajadas con una mirada repleta de desprecio, como un rey mirando a un plebeyo. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Ni hielo ni fego ni rayo silve conmigo! ¡Mi cuerda Nideljogel me potege! ¡Y verás lo que puede hacher también!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">En tanto Nica volvía a invocar a Salamandra, la comba Nidderhoggr sujeta en las manitos de Pavlova se alargó
y engrosó, convirtiéndose en una enorme, siseante y siniestra serpiente. Fijó su mirada en Nica, llenándola de pavor. A pesar del miedo, la niña hizo que Salamandra intente quemar a la serpiente, pero con veloces zigzagueos
el reptil salvó el ataque y mordió a Salamandra en una pata. El espíritu cayó dolorido y se desvaneció. Todo el dolor lo sintió Nica quien se lanzó al piso chillando y agarrándose su pierna. Alzó la mirada y la cubrió
la mirada altanera de Pavlova y los ojos sesgados de Nidderhoggr.</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Jajajajajaja!! ¡No podás comigo, fea!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La lucha entre Nico y Éclair era ahora un intercambio de golpes y chorros, pero el cansancio estaba empezando
a hacer presa de Nico, recibiendo uno que otro doloroso ataque. Y entre más demoraba la pelea, más furioso parecía su oponente. Buscando una ventaja, hizo varias fintas esquivando los chorros, hasta calcular el momento
justo a que se quedase sin agua. Y ahí hendió el aire hacia Éclair, logrando rasgar en pedazos su poncho. Con esto, ya sería más fáciles de ver sus ataques. El niño miró con asombro los jirones de su poncho, y soltó
un grito de rabia descomunal. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Sabiendo que tenía que superar ese ataque a presión de agua, Nico sacó su mejor carta con Kaiserpuño y
lo envió directo a la cara de Éclair. Este presintió el golpe y apuntó ambas O.K. Carnaval equiparando la potencia y desviando el ataque. Casi loco de ira empezó a patear el suelo.</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Rompiste mi poncho! ¡Animal, bestia, tarado, burro! ¡Ahora verás cómo te acabo!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Nico, ya decidido a terminar con el duelo, reunió toda su fuerza en su Kaiserpuño y se lanzó. Así fueran
las dos pistolas contra él, su puño de piedra terminaría imponiéndose. De pronto vio a su adversario chocar ambas pistolas volviéndolas un largo y cilíndrico cañón, que apuntó hacia él. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡¡CHISGUETE!!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Un verdadero géiser salió de la boca del chisguete deteniendo por completo el avance de Nico, y lanzándolo
hacia atrás, golpeándolo violentamente contra la pared. Pero el ataque no se detenía, haciendo que el agua interfiera con la respiración del niño. No sólo lo estaba ahogando, sino que la fuerza del agua lo golpeaba en
todo su cuerpo. Finalmente se agotó el agua de la mochila, y Nico cayó. Su resistencia había sido vencida, y las lágrimas afloraron. Estaba a un paso de llorar, y de ser derrotado. Y ni siquiera eso menguaba la furia de
Éclair, quien redobló sus insultos.</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Asno, tarado, estúpido, imbécil! ¡Ya ves quién ganó!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Dos ocasiones más había caído Rachel presa del Hálito Triste de Windbeutel, sufriendo un fuerte dolor
de oídos y posteriormente un dolor en su barriguita con grandes deseos de ir al baño. Ambos síntomas fueron eliminados con su canto Sanasana, pero su poder mágico se iba agotando. No sabía de dónde podría surgir el
siguiente vaho, y además el Pelotón Saturnino estaba disperso, disparándole balines que le dolían mucho. Eran demasiados lugares de ataque y no tenía una defensa sólida. Además, toda ofensa recibida por Windbeutel ni
siquiera lo hacía cambiar su rostro. Siempre con esa cara tan tristona, como que ya hubiera recibido todo el castigo del mundo. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Fue cuando recordó a la encarnación más poderosa de Moogle. Puso a Aigis por delante de ella y le pidió
que lance varias saetas albas al piso. Con esperanza vio cómo al caer los haces blancos donde abundaba ese vapor venenoso, se dispersaba. Además de que los soldaditos caían sin movimiento, dejando de atacar. Por fin en
ventaja, encaró al niño deprimido.</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Qué tristeza… estás dañando mis soldaditos… Ahora sólo me queda… esta cajita. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Rachel sin dudarlo envió un último obús albo hacia la caja, que estalló en varios pedazos. Perfecto, ahora
sólo tocaba encargarse de…</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Qué pena, niña… aun a pesar de tu astucia, no sirvió de nada. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Windbeutel había aprovechado el estallido de la caja y se escurrió por debajo apareciendo por delante de
Rachel y lanzándole directamente a la cara su Hálito Triste. Tanto Aigis como Rachel se estremecieron por la violencia de los síntomas, que esta vez invadió sus pulmones empezando a dificultar su respiración, combinado
con un intenso y paralizante dolor de cabeza. Y lo peor, que Windbeutel la tenía firmemente sujeta con sus manos. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Es tan triste… sólo te queda fuerza para curarte una vez más, y ni bien lo hagas volverás a enfermar… qué pena… qué tristeza…</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Con Moggle a sus pies, inmóvil, y sus fuerzas abandonándola por la jaqueca y la dificultad para respirar,
Rachel trastabilló y cayó de rodillas, sin dejar de estar sujeta por el niño pálido y triste. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">No había manera de acertarle un ataque al Nidderhoggr de Pavlova. La condenada serpiente era tan esquiva
y rápida que podía sortear toda forma de emisiones mágicas. Y sus contraataques no sólo dolían un montón, sino que hacía hormiguear los lugares de las mordidas, sentidas por Nica. Pavlova, sin inmutarse por la batalla,
mordisqueaba un dulce de manera burlona. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Lelo lelo, lelo lelo! ¡Tú no pedes comigo!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Molesta por las burlas constantes de la negrita, Nica reunió todas sus fuerzas e invocó al cóndor Sylpho,
pero esta vez en vez de atacar sin mayor estrategia, hizo que el ave diera un golpe con su ala a la sierpe. Esta no logró esquivar bien y algo de electricidad paralizó algunas partes de su sinuoso cuerpo. Pavlova cambió
su cara a susto, mientras Nica llamaba ahora a Undyne, quien creó un muro de hielo alrededor de la serpiente bajando aún más su movilidad. La Malcriada empezó a patalear de ansiedad al ver que Salamandra disparó una bola
ardiente en el centro del muro, derritiendo el hielo y chamuscando visiblemente a la serpiente. Y con otra bola ardiente la serpiente ardió por completo. Nica se alzó sobre su contendora. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿Vite que sí pude? ¿Vite que sí pude, ochocha? ¡Jajajaja!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La niñita quedó con el rostro mirando las brasas de lo que era su arma. Ya segura del llanto de derrota
de la pequeña, Nica rió igual de burlona, pero se le pasmó la risa cuando Pavlova recuperó su mirada repleta de desprecio y su sonrisa despectiva. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- CA-Í-TE…</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Varios anillos envolvieron a Nica apretándola fuertemente. Nidderhoggr había hecho presa en ella, y no la
iba a soltar por nada. La risotada demencial de Pavlova se dejaba oír. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Chólo quemate la piel de Nideljogel, boba! ¡Y tú te keíte todo mi teato! ¡Jajajajaja!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">En efecto, los feroces ataques de los espíritus habían logrado detener a la serpiente, pero con el calor
de Salamandra, se reavivó y dejó su piel que dejó chamuscarse sin que se diera cuenta Nica. Ahora el reptil apretaba más y más a la pequeña, acercándola a un inminente llanto. Pavlova por su parte, sólo se burlaba
y mordisqueaba sus dulces. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La agitada respiración de Nico, predecesor de un amargo llanto, era acallado por la cascada de insultos furiosos
de su rival Éclair, prácticamente ganador. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Ya no tienes fuerza, mudo! ¡Te gané, burro! ¡Ahora, pedazo de tonto sólo te queda llorar! ¡Llora de una vez, imb..!</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡¡NOOOO!! – Con un furioso grito Nico se puso en pie, dando un golpe al piso que lo sacudió por completo. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Éclair, tomado por sorpresa, fue despedido hacia atrás. No podía creerlo. La fuerza del chorro de su chisguete
era más que suficiente para doblegar no sólo a un niño, sino a decenas, dejándolos llorando sin remedio. Pero él era el primero que había resistido. Se rehízo mientras soltaba un alarido colérico y volvía a juntar
toda su agua, para esta vez terminar el duelo definitivamente. Vio a su enemigo lanzarse hacia él a toda velocidad. Apuntó y disparó con toda la fuerza que le proporcionaba su cólera. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Nico había sacado fuerzas del mismo coraje que le provocó tanto insulto de Éclair. Pero era su última
reserva. Si no podía derrotarlo en este intento, no podría más. Sólo tenía una idea para hacer frente a semejante cuerpo de agua y el arma que lo dirigía. Así que lanzó a Ultibat contra el muro de agua poniendo hasta
el último de su intención de victoria. Ya a punto de ser impactado gritó: </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡¡KAISERPUÑO, APUNTA!!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">De inmediato, el puño pétreo mostró el dedo índice disminuyendo su resistencia al chorro iracundo, juntado
con la onda cortante de Batsamune. De esta forma penetró el ataque y entró de lleno en el agujero del chisguete. El chorro de agua paró al punto y la mochila de Éclair empezó a temblar con la presión acumulada. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Idiota!! ¡¿Qué hicist…?!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La explosión de la mochila interrumpió a Éclair quien quedó completamente empapado en su agua, y sin forma
de recuperarla. Lo único seco fue el tremendo golpe en su quijada por parte de Kaiserpuño. Completamente vencido, y retorcido del dolor, Éclair lloró rabiosamente, para luego quedar quieto, completamente petrificado. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Sa…na…sana…colita…de…rana…</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Rachel empezaba a recitar, con gran dificultad por su dificultad para respirar y el dolor de cabeza, su último
hechizo curativo disponible. Pero si se sanaba sería inútil, ya que Windbeutel la tenía firmemente sujeta. Y le susurraba constantes expresiones pesimistas al oído, que también envenenaba más y más su cuerpo, empeorando
sus síntomas.</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Estás tan enferma… tan dolorida… mejor es que te unas a mi miseria. Llora, y sé tan triste como yo…</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- No… no… </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Intoxicada casi al punto del desvanecimiento, y con las lágrimas ya asomando por sus ojos, Rachel se dio
cuenta que sólo tenía un chance de ganar. Reuniendo sus fuerzas menguantes, sus manos empezaron a brillar por el hechizo sanador. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Sana-sana, colita de rana…</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Es inútil… es tan inútil…tan triste… no podrás sanarte… - susurraba desoladamente Windbeutel sin cesar. Algo parecido a la sorpresa lo invadió
al ver los ojos resueltos de la niña sobre los suyos. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡QUE SANES HOY Y NO MAÑANA!</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
<i>- ¿Q…qué..?</i></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">En vez de apoyar sus manos sobre ella, Rachel lo hizo sobre Windbeutel. Dado que él era el origen de los
síntomas, si lo curaba a él, terminaría todo efecto sobre ella. Y resultó. No sólo el vapor púrpura se deshizo de todo sitio, sino que los síntomas de la niña desaparecieron. El niño vestido elegantemente quedó
quieto, sobre sus rodillas y el rostro mirando asombrado al cénit, los brazos colgando sin fuerzas, a la vez que dos gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas. Rachel había ganado. Windbeutel acto seguido se volvió
de piedra. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Pavlova bailaba disfrutando del padecimiento de Nica, a quien se le hacía más y más difícil respirar por
la presión de los anillos de Nidderhoggr. Los tres elementos habían sido inútiles sobre la movediza serpiente. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Lelo-lelo, lelo,lelo, te gané, te gané… ahola tenes que llorá. – reía continuamente la pequeña vestida de golosinas. – Nideljogel, ¡dale
un buen apetón! </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La serpiente obedeció. Soltó un momento sus anillos para luego ceñirlos con más intensidad que antes,
haciendo gritar a la indefensa Nica. El llanto estaba a punto. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Llola, llola! ¡No pudite comigo, niña fea! </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- …ti…ti… - gimió Nica.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¿Tí? ¿Entonche ti vas a llolá? – aseguró sonriente Pavlova. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- T…¡TRITOCH!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Al momento de aflojar sus anillos, la serpiente liberó la mano que aferraba a Trivarita, y Nica no perdió
tiempo en invocar a su espíritu máximo, el lobo negro de los tres elementos. Al punto surgió con un aullido del pentagrama bajo los pies de la pequeña, y con sus fauces aferró el pescuezo de Nidderhoggr. El reptil silbó
desesperadamente y liberó a la pequeña, quien empezó a recuperar aire. Por otro lado Pavlova también sentía la tremenda presión de la mordida en su cuellito. Chilló desaforadamente mientras se retorcía en el piso.</span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡¡DALE DULO!! – Vociferó con sus últimas fuerzas Nica. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">El enorme lobo sacudió e hizo girar a la serpiente quien no podía morder ni envolver, pues su cuerpo giraba
sin control en el aire. Y todo el daño lo sentía su ama, que sólo podía revolverse desesperada. Finalmente con un movimiento de su cuello, Tritoch lanzó a Nidderhoggr contra Pavlova, quienes se enredaron entre sí quedando
un ovillo de escamas, paño rosado, cuerda y dulces. Sabiéndose derrotada Pavlova armó un soberano berrinche mientras un torrente de llanto brotó de sus ojos. Unos instantes después quedó reducida a piedra. </span></div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Los tres niños salieron victoriosos sobre los Malcriados. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Niños queridos! ¡Lo habéis logrado! Aunque no soy quién para felicitaros ni animaros. No merezco vuestra consideración. Soy sólo un cobarde…
- empezó compungido Puño.</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- No es cierto – Dijo Nico, comprensivo. El rigor de la batalla le hizo entender las circunstancias. – Hiciste lo que pudiste y en verdad este Crecido
es demasiado poderoso. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Pero si estamos juntos, podremos contra él! – continuó Rachel, olvidando todo rencor hacia su maestro. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Ere nueto amigo. ¡Te pedono! – Terminó con una enorme sonrisa Nica. Puño se sintió brillar de alegría. No sólo sus niños eran superiores en
poder, sino que las batallas los había hecho más sabios. </div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡Gracias infinitas, mis amados príncipes! ¡Os prometo que de aquí en adelante no…!</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡¡CUNA DE TINIEBLAS!!</div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">La animosa frase de Puño fue cortada al medio con el tronar de Uñac Huilli, y para horror del mentor, de
cada Malcriado hecho piedra, salió una sombra negra que saltó sobre cada uno de los niños formando una gran burbuja que los engulló por completo. Ni tuvieron tiempo a reaccionar o defenderse. Todo quedó en silencio. Uñac
Huilli aplaudió irónicamente. Y completamente abrumado, Puño se dejó caer sobre el piso. </span></div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Excelente, Puño. Tu trío de debiluchos me dieron bastante diversión. Ahora que están presos bajo mi Cuna de Tinieblas, serán torturados constantemente
por sus peores temores. De esta manera les destruiré la voluntad y los pondré a mi mando. Realmente te agradezco, charlatán, pues me has regalado tres nuevos juguetes. ¡Huye si deseas, para que vuelvas a proveerme de!</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- ¡¡NO ESTA VEZ, VILLANO OPROBO!! ¡¡YO TENGO FE EN MIS NIÑOS!! ¡NO COMETERÉ EL MISMO YERRO! ¡NICO, NICA, RACHEL, VOSOTROS PODÉIS! ¡NO DEJÉIS
QUE OS DERROTEN! ¡CREO EN VOSOTROS!! ¡NO OS DEJARÉ, ASÍ TARDE ERAS, NO OS ABANDONARÉ NUNCA!!</div>
<div class="Párrafodelista" style="margin-left: 54.0pt; text-indent: -18.0pt;">
- Como desees. Tanto o más que la lucha, me va a divertir tu patética esperanza. – Concluyó Uñac Huilli. </div>
<div class="Normal" style="line-height: 108%; margin-bottom: 8.0pt;">
<span style="font-family: "Calibri"; font-size: 11.0pt;">Dio el amo del castillo media vuelta y caminó hacia su trono, mientras Puño no dejaba de animar desde fuera
a sus niños atrapados en el hechizo Cuna de Tinieblas. </span></div>
<br />
<div class="Normal">
<br /></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-52687774334482187222016-03-15T19:44:00.001-05:002016-03-15T19:44:47.444-05:00EL LLAMADO DE LAS TRES VIRTUDES<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Es increíble lo que un estímulo como el reiniciar los talleres de escritura pueden hacerle a la musa creadora. En fin, esto es algo que debía haber completado hace mucho. Ahora sólo falta un último capítulo.<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Escogieron
para combatir el llano que rodeaba la Cumbre del Florecimiento, en donde
Tritoch reposaba horas antes. Frente a frente, luego de un largo sueño y un
copioso desayuno, donde todos recuperaron sus fuerzas. Tanto héroes como el
némesis de turno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Tú
ere Tritoch? – Le había preguntado Nica al enorme lobo negro, luego de haber
despertado acurrucada al pelaje de la bestia toda la noche, tras caer agotada
por la danza invocatoria. El animal asintió y tras eso se volatilizó dentro de
Trivarita, dando por completado el pacto. Su hermano y su prima felicitaron a
la niña efusivamente, y lo mismo hizo Sr. Puño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Mirad
hasta dónde habéis llegado, mi pequeña. El legendario lobo de los tres
elementos, Tritoch. Maneja por igual fuego, hielo y rayos. Su poder mágico no
tiene comparación y por lo tanto sólo los versados en los tres elementos
presentan los requisitos para llamarlo de su descanso. Y muy pronto podréis
comprobarlo. Fuera os aguarda un oponente, que si bien es grosero y torpe,
guarda una fuerza descomunal y armas peligrosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">B.
Hemoth… - susurró Nico con ademán de preocupación. Era el primer oponente,
exceptuando el dragón Panza Arriba, de tal tamaño y fuerza al que se
enfrentaban. Aunque ahora contaban con un contundente aliado, las cosas no iban
a estar tan sencillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">B.
Hemoth los recibió con un desdeñoso eructo, aunque en su interior tenía un poco
de miedo, no sólo ante las habilidades de los niños, sino ante la paliza que ya
había recibido de Puño ayer. Decidió tener siempre la guardia arriba y escondió
sus temores bajo una cáscara arrogante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">AYER
ME TOMARON CON LA GUARDIA BAJA, PEQUEÑAJOS, PERO HOY NO COMETERÉ ESE ERROR.
SABRÁN DE LO QUE ES CAPAZ EL GRAN B. HEMOTH, AMO DEL VALLE DE LOS TRES PÉTALOS!!
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Para
intimidar a sus oponentes, el gigante hizo girar un poco su brazo y lanzó un
golpe al aire. De sus guantes dorados surgió una onda de aire que fue cortando
limpiamente el suelo por donde avanzaba, hasta chocar contra la pared de piedra
más cercana. Incluso en la roca sólida dejó una hendidura de varios pasos de
largo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">MIS
GUANTES DE GENJI ME HACEN INVENCIBLE, SABANDIJAS! MEJOR ES QUE SE RINDAN DE UNA
VEZ Y ME DEN TODAS SUS COSAS Y EVITAREMOS LLANTO Y HERIDAS! – añadió el
monstruo carcajeando. Pero para su asombro, ninguno de los niños cambió su
rostro. De hecho, Nica, muy decidida,
dio un paso al frente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">NO!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La firme
respuesta achicó un poco a B. Hemoth, quien por toda respuesta soltó un rugido
golpeándose el pecho con los guantes y luego entrechocando los nudillos. Se
había iniciado la lucha. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe width="320" height="266" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/3BqRA7WyesQ/0.jpg" src="https://www.youtube.com/embed/3BqRA7WyesQ?feature=player_embedded" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Nica,
invocando a Sylpho, dio el ataque inicial. Las alas del cóndor batieron el aire
lanzando un vendaval mezclado con rayos que cayó directo sobre el coloso. Pero
éste puso las manos al frente y sus guanteletes dorados dieron sólida defensa,
haciendo inefectivo el ataque. Tan pronto cesó el viento, Nico por un lado
golpeó la tierra con Bate de Gaia, aunque tuvo que apretar los dientes por el
dolor de la vibración. Rachel por otro lado atacó con las rápidas coces de
Sleipnir. Sin embargo, cada ataque fue neutralizado sin problema por un guante,
sea puesto contra el piso o haciendo barrera contra las cuatro pezuñas del
caballo. Era su turno de atacar. Empezó a girar ambos brazos como molinetes y
lanzó luego precedido de un grito dos ondas cortantes. Aunque lentas y
telegrafiadas por B. Hemoth, de no ser esquivadas el daño habría sido muy
serio. Tras lanzar su obús, el gigante volvió a levantar la guardia. Los niños
variaron su ofensa. Nico saltó y lanzó una andanada de batazos que habrían cada
uno destrozado troncos de árboles, mientras que Rachel mandó a Ursus con su
rugido aturdidor. Nica dio el remate con Undyne, quien surgió una ola de
granizo que dejó momentáneamente cubierto todo de escarcha lo que tocaba. Mas
los guantes dorados de Genji daban defensa impenetrable. Ni los batazos
hicieron mella, el rugido fue acallado tapándose los oídos, y la costra helada
sólo llegó a las manos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">B.
Hemoth volvió a lanzar sus oleadas cortantes que fueron igualmente esquivadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Tras un
tercer ataque de los niños, donde ni los furibundos batazos de Nico, ni los
rasguños de Bakkyo o la bola de fuego de Salamandra hicieron efecto; y el
contraataque asimismo cayó en cualquier sitio menos en su objetivo, dada la
torpeza del villano, dejó una atmósfera de rutina que contrarió a todos. B.
Hemoth volvió a su postura de defensa esperando nuevos ataques, y esta vez los
niños y su tutor se agruparon. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Ya
me abulí – cuchicheó Nica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Es
verdad. No podemos vencerlo con esos guanteletes, y sus ataques son tan
anunciados y mal apuntados que difícilmente podrá hacernos daño – murmuró con
tedio Rachel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Si
no fuera por esos guantes… - empezó Nico<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La
lid está sumamente pareja, mis niños. A este paso todos estaremos agotados y
perderemos tiempo precioso. Si no vencéis a este gigante el avance se hará
tortuoso. Y con su defensa alta, tampoco es mucho lo que pueda hacerle mi
persona – acotó Puño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Pero
yo pedo! – Dijo Nica, con los ojos luminosos. – Voy a intentá algo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La
pequeña salió al frente, y el gigante se rascó la cabeza. Esa cosita diminuta
iba a dirigir el ataque esta vez? Igual se puso en guardia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">TRITOCH!!
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Al
entonar el nombre, surgió del pentagrama el lobo, y saltó al lado de su
llamadora. Esta susurró algo al oído y el animal asintió. Soltó un sordo
gruñido, mientras de sus fauces ascendía vapor. Nico, Rachel y Puño ignoraban
las intenciones de la niña, pero desearon con todas sus fuerzas que la empresa
fuera exitosa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Aúlla
blanco! – La bestia lanzó un grueso rayo de sus fauces que impactaron en la
defensa por un rato, y cesó. B. Hemoth sacudió sus manos, liberando chispas y
volvió a su pose. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Aúlla
azul! – Tritoch emitió una bocanada de vapor muy frío que dio de lleno en los
guantes escarchándolos. Tras frotarlos un poco y sacudirse el hielo, volvió a
colocarse en defensa. Y era lo que buscaba Nica. Esta vez ordenó al lobo con
todas sus fuerzas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">AÚLLA
ROJO!! – Luego de inspirar profundamente, el animal sopló un chorro de fuego
sobre el gigante, pero en lugar de cesar en su ataque, bajó la intensidad y se
concentró en los guantes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Mantén
e ataque! – Tritoch siguió y siguió soplando fuego sobre su adversario. Las
llamas no pasaban la barrera de los guantes de Genji, pero sí hacían efecto en
el metal, que fue aumentando su temperatura hasta empezar a enrojecer por el
calor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">AAAAAAAYYYYYY!!!!
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Con un
frenético manoteo, B. Hemoth sintió abrasarse sus manos dentro de los guantes e
hizo lo imposible para enfriarlos, pero la temperatura no bajaba. Luego de
retorcerse y sacudirse, finalmente los guantes salieron de su dueño y cayeron
cerca de los niños. Y redujeron su enormidad hasta llegar a la talla de un
adulto. B. Hemoth quedó con las manos ampolladas y muy dolorido se soplaba las
manos, al borde del llanto. Un gesto de Nica y Tritoch lanzó hielo sobre los
guantes, quedando fríos por completo. Los niños y Puño rieron a carcajadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Bravo
Nica! – Corearon al unísono Nico y Rachel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Vuestra
astucia ha sido bien recompensada, mi pequeña. Habéis vuelto exitosamente la
impenetrable defensa del grosero contra él. Merecéis ovación! – luego puso su
atención en los guantes vacíos. – Los guanteletes Genji. Soberbias expresiones
de arte, que fueron sustraídas hace tiempo, y que tienen la facultad de
acomodarse al poseedor sin importar tamaño. Y veo ya, al vulgar perpetrador del
infame robo. Pues empleado tenéis vuestras heridas, so mangurrián atrevido!
Vuestro malhadado botín verá nuevo dueño ahora. Nico, calzaos los guantes, pues
ya veo el padecer que inflige en vos sacudir el suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Sin
esperar, Nico obedeció. Tan pronto se colocó los guantes, estos ciñeron sus
manos confortablemente. Ahora no habría problema en sacudir tremores con el
Bate de Gaia. Decidiendo que el gigante estaba ya derrotado, las niñas se
aproximaron a su tutor, pero se extrañaron al ver avanzar a Nico al monstruo
que seguía soplándose ansiosamente las manos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">B.
Hemoth. Tú y yo, DECIDAMOS ESTO. – El grave y rotundo tono de voz empleado por
el niño consternó al resto del grupo. Y dio nuevos aires de lucha al gigante.
Al tiempo vieron cómo Bate de Gaia afilaba sus aristas y se ennegrecía, dando
aspecto de una alargada gema de obsidiana que refulgía oscuridad. Puño ahogó un
grito. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Condenación!
Los guantes de Genji insuflaron poder al bate quien ahora es BATSAMUNE el
Cortador! Pero tanta maldad del gigante contaminó y se transmitió al arma y a
su portador! NICO, SOLTAD EL ARMA! SU OSCURIDAD OS HARÁ…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Basta.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> – Al voltear el niño, vieron
horrorizados que su ceño estaba cruelmente fruncido, y de sus ojos salía un
brillo metálico. Y antes que pudieran hacer algo, el gigante ya estaba listo
para atacar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">ESO
ES MÍO, INSECTO! ME LO DEVOLVERÁS AHORA, ASÍ TENGA QUE ARRANCARTE LAS MANOS! –
Y se abalanzó sobre Nico, para aplastarlo entre sus zarpas, quien aún volteaba
frente al grupo. Pero antes que pudieran siquiera gritar para advertir, el niño
en un parpadeo había pasado fuera del alcance de B.Hemoth, y luego de dar dos
blandidas en el aire, la armadura de huesos y los ropajes del gigante cayeron
en fragmentos y jirones. Ni los bigotes, la barba y el pelaje se salvaron, pues
dejaron amplias zonas calvas, sobre todo en las posaderas. El dolor y la
vergüenza rebasó la resistencia del monstruo quien lloriqueó ruidosamente
tratándose de cubrir su desnudez lo mejor posible. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><b><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Ladrón. Bruto. Patán. Te voy a
acabar ahora mismo.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">
– Con Batsamune en alto Nico se fue aproximando al enorme y vencido B. Hemoth,
quien aterrorizado ante la mueca torva de su atacante, retrocedió arrastrándose
por el suelo. Poco ayudó tal acción pues el niño saltó hacia su pecho y levantó
su arma para dar el remate. En ese momento Puño cruzó veloz y arrancó el arma
del Nico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Mi
niño, os confisco el arma! Estáis incontrolable! Niñas, ayudadme! –
Inmediatamente Rachel y Nica se lanzaron contra el violento chico, quien tras
pugnar un rato quedó tranquilo, desapareciendo la faz dura de su rostro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">B.
Hemoth no se quedó a ver cómo proseguía la cosa y, hecho un mar de llanto y
terror, salió despavorido. Seguros que no volvería más por el Valle de los Tres
Pétalos, Puño ofreció a cada niño un Beso de Mamá. Este favoreció sobre todo a
Nico, quien miró al resto como salido de un sueño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">P—por
qué me miran así? Qué pasó? Donde está B. Hemoth? Por qué no tengo mi bate?
Todo lo que recuerdo era que me puse los guantes y sentí mucho coraje…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Puño le
explicó que la maldad guardada todo el tiempo dentro de los guantes Genji había
corrompido su conciencia, volviéndolo un niño violento y deseoso de provocar
daño. Ahora toda esa energía maligna estaba centrada en Batsamune, volviéndola
un recurso de sumo poder y que inevitablemente otorgaría un revés en la
conducta de quien lo porte. Por tanto no podría usar su arma hasta hallar un
método para liberar la maldad contenida. Nico quedó cabizbajo, sintiéndose de
momento, inútil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Rachel
mostró a todos un objeto brillante, que había recogido el día anterior luego de
la golpiza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Miren,
esto se le cayó al gigante luego que le pegaste. Yo creo que hay que
devolvérselo. – Puño miró el objeto y quedó asombrado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Una
manzana Hespéride! Mi princesa, a saber qué triquiñuela habrá empleado tal
majadero para hacerse con tan digno tesoro! No es merecedor de tanta bondad por
parte vuestra. Más bien propongo que la uséis en vuestro beneficio, y vaticino
un paso enorme en vuestro progreso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Así
pues, Rachel dio de comer la manzana dorada a su peluche. Tan pronto Moggle
engulló la fruta, se iluminó con un resplandor que obligó a todos a cubrirse
los ojos. Cuando se apagó el brillo, quedaron boquiabiertos ante la efigie que
relucía ante ellos. Una figura femenina, rebosante de hermosura, con cabello
caoba que parecía latir de vida, vestida con un vaporoso vestido albo, con
cuatro esbeltos brazos. Su rostro estaba parcialmente cubierto con una tiara de
oro del que se desprendía un velo níveo sobre sus ojos. Tal era la gracia de la
aparición que los ojos de los niños se humedecieron de la emoción. Luego se
acuclilló, acarició con ternura la
cabeza y el rostro de Rachel, y la abrazó cariñosamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Mi
pequeña Rachel, habéis liberado la versión más poderosa de vuestro peluche
Moggle. Os presento a la señora blanca, Princesa Aigis. Y no subestiméis el
bello y frágil aspecto de ella, pues simboliza la pureza y la oposición al mal.
Ya el contacto con ella os nutrió de conocimiento, verdad? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">La niña
asintió. Con el abrazo de Aigis, recibió el conocimiento de sus poderes.
Dirigiéndose a su aliada, le ordenó: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Aigis!
Saeta Alba!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Sus dos
brazos derechos refulgieron y formaron un cúmulo largo de chispeante energía.
Con un vaivén de los brazos, la saeta voló rauda al pilar del centro del valle,
que refulgió por dentro. Envanecido, habló Puño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Guardáis
ahora un poder totalmente contrario a todo lo malo, Rachel. Sé que usaréis con
sabiduría. Ahora, mis queridos niños, habremos de buscar la forma de limpiar a…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">NICO…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">NICA…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">RACHEL…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Cada uno
de los nombrados sintió en su corazón, antes que oír, las voces que los
llamaron. Instintivamente voltearon hacia el origen del llamado, Cumbre del
Florecimiento, en donde se había cumplido el ritual de invocación de Tritoch.
Sin dar tiempo a que Puño entrara en explicaciones, corrieron al interior de la
Cueva de la Siesta. Cuando llegaron al sitio donde Nica había efectuado su
danza en trance, vieron el suelo iluminarse nuevamente, que fue cambiando su
forma a un relieve triangular con cada punta erigiendo sendas columnas. De cada
una surgió una chispa brillante que fue a parar flotando frente a cada niño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Hola Nico, soy Pureza</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> – dijo a su interlocutor una
reliquia brillante que recordaba un dodecaedro diamantino. Tras eso, parpadeó y
se introdujo en un bolsillo de su pantalón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Saludos Rachel, me llamo Inocencia</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> – susurró a su vez un ornamento
que recordaba a una gota de agua engarzada en finos hilos de plata. Se enredó
en el cabello de la niña formando un prendedor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Me llamo Alegría, Nica. Tanto
gusto</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> – se
dirigió a la pequeña un ornamento en forma de un estallido de risas. Tras girar
un poco, se introdujo bajo el sombrero de bruja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Eran las
Tres Virtudes del Niño. El refuerzo último para realzar su poder y equipararse
ante el Crecido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Y
eso es todo? – resopló Rachel, pues tras recibir en su cabello la reliquia, no
sintió nada extraordinario. Los otros dos expresaron igualmente su desazón.
Puño procuró calmarlos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Mis
queridos, no subestiméis a las Virtudes. Están hechas para surgir y otorgar
todo su poder cuando el momento llegue. De momento, se ha cumplido la petición
del gran Igg-Drasil, y finalmente os habéis hecho con tales joyas. Aunque queda
un último escaño que salvar. – Mostró el bate rebosante de energía oscura. – Mi
niño, esta arma no podrá ser empleada a menos que hallemos un recurso para purificarla.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Qué
opinas de eso, Puño? – Nico apuntó al centro del triángulo, que centelleaba de
albor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Excelente!
Qué mejor sitio que la convergencia de las Virtudes para expiar esta negritud
que invade vuestra arma. Allá va!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Puño
lanzó a Batsamune al centro luminoso, que extendió filamentos de luz y atrapó
el arma. La luz empezó a penetrar el bate, lavando toda la oscuridad que
inundaba el objeto, hasta que la última mota oscura se volatilizó. Ahora
refulgía conservando su aspecto cristalino, y su empuñadura cambió a dorado,
con una cruceta en cuatro espirales. De la punta floreció una mano pétrea, que
se movería a voluntad de su dueño. La forma final de Batespada, ULTIBAT, había
surgido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Nico,
valeroso y aguerrido! Mirad vuestra posesión, ahora más poderosa que nunca!
Ultibat, con su mano imparable, KAISERPUÑO! Aferradla!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Al
hacerlo, Nico notó no sólo un resurgir de fuerza, agilidad y resistencia
inmensos, sino que su traje también fue cambiando. Sólidas hombreras, peto y
rodilleras con aspecto alado cubrieron su cuerpo, además de unos gruesos
visores sobre su cabeza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Nico,
con Ultibat, su armadura y sus guantes de Genji. Acompañado de Pureza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Nica,
con Trivarita, Tritoch, Salamandra, Undyne y Sylpho. Acompañada de Alegría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Rachel,
con Moggle en sus cuatro formas y su canto Sanasana. Acompañada de Inocencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los tres
elegidos por Sr. Puño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 54.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; mso-add-space: auto; mso-list: l2 level1 lfo3; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]--><span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Cada
sacrificio, cada riesgo y cada aventura valió la pena, mis príncipes. Puedo
ahora calificaros como iguales ante el poder del Crecido, y dignos oponentes
del enemigo. Descansemos a plenitud hoy, pues mañana iremos a dar batalla. Todo
se decidirá de una vez por todas. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los tres
niños dieron un grito de alegría. Por fin estaban a nivel de su enemigo final,
al cual enfrentarían en poco. <o:p></o:p></span></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-37375631295055188932014-06-21T12:27:00.002-05:002014-06-21T12:29:02.017-05:00Hatepost necesario.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Muchas veces nos golpean a diario noticias que, a chorrito suave o a baldazo bien puesto, van llenando nuestro nivel de tolerancia al valeverguismo, miseria humana e involución del homo-sapiens. Y cuando llega la gota que colma el vaso hay que descargar esa rabia y deseos que se cumpla un Ragnarok aplicable a cojundos, mentecatos y otros que no debieron pertenecer a la raza humana para empezar.<br />
Esta semana se presentaron dos hechos no relacionados entre ellos pero cuyos protagonistas encabezan el desfile diario de elementos meritorios a que baje a 600 kms por hora un cometa y los vuele de la existencia terrenal para siempre.<br />
<b>1. JUSTIN BIEBER SE ENTREGÓ A ESTUDIOS BÍBLICOS:</b><br />
De acuerdo a un dato proporcionado en twitter por la amiga Chica Migraña, el <strike>sobrevalorado muchacho majadero</strike> artista juvenil que más de una vez ha conocido las penurias de la cana (en buen romance, le dejaron el cagalar como una margarita florecida), aparentemente arrepentido de haberle entrado con desenfreno a la perica, dama blanca, huevadilla, vandalismo e irrespeto a sus fans; busca ahora reflexión y rumbo en el "buen" libro.<br />
Claro que mucha gente, sobre todo sus <strike>beliebers cabeza hueca </strike>fans femeninas estarán de plácemes con esta noticia, y aducirán que su adorado bajo la batuta de diosito sánchez será tan santo como los que murieron en la hoguera cantando aleluyas mientras les revolvían las tripas con hierros candentes (oh, sí).<br />
Mi respuesta? ME VALE VERGA.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiyQdldryW6v0_MM04t66U7yg0TywuY93KyHRc_c5XSrLOCpOFKT7IclXTX4HWjn9BxtLWt89pwCjDiATvUx3tMXZF9H1rRgLd5AhDEyovCnr4mcF-CF24R8bnQJCW7u6PPzmCCAh00DU/s1600/bierber.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiyQdldryW6v0_MM04t66U7yg0TywuY93KyHRc_c5XSrLOCpOFKT7IclXTX4HWjn9BxtLWt89pwCjDiATvUx3tMXZF9H1rRgLd5AhDEyovCnr4mcF-CF24R8bnQJCW7u6PPzmCCAh00DU/s1600/bierber.jpg" height="373" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>"Escupo a mis fans, vandalizo, lanzo canciones de a bolsa, me miden cinco negros el aceite, como ídolo de adolescentes soy un mojón atravesado... pero todo eso se soluciona leyendo la biblia! DERP"</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
Este mozalbete imberbe y pazguato se fue por el camino fácil que tantísimo delincuente opta para dar una imagen que está bien regeneradoshhhh. Agarra un nuevo testamento, se pone camisa y corbata (préstamo de algún familiar) y se trepa a la buseta más cercana a proclamar a cuatro vientos que jesucristo salvador lo sacó del mundo inquino y oscuro de la droga, el alcohol, el sexo y la delincuencia. Se termina el horario de rehabilitación, aflojamos la corbatita, guardamos en el velador el texto sagrado y a continuar la guevadilla.<br />
En otras palabras PURO TEATRO esa mierda que leyendo la biblia uno se regenera, el deseo de mejorar proviene de uno mismo, decirse bien claro YA NO MÁS DE ESTA GUEVADA y lo más importante CUMPLIRLO. Si ponerse a hojear ese montón de citas e historias mitológicas tergiversadas por 2000 años fuera la clave para superar las fallas, este mundo (por lo menos el occidental y cristiano) sería un paraíso en tierra. Robaste y te triqueaste? Lee la biblia. Violaste y descuartizaste? Lee la biblia. Eres narcosicario y lo único que tienes en tu IPad cachineado son los mejores éxitos del gentuzón? Lee la biblia.<br />
Lo más probable es que antes que el 90% de las beliebers pendejas terminen de restregarse un póster con la imagen de ese mamalante, celebrando su salida "del mal camino", el niñito Bieber habrá estrellado su carro frente al coro de niños cantores de una iglesia adventista, mientras iba triquijumo sobándole la entrepierna a alguno de sus cacheros. VAMOS CUÁNTO.<br />
<br />
<b>2. PITBULL RECIBE UN TÍTULO HONORÍFICO DE UNA UNIVERSIDAD POR SU APORTE A LA CULTURA.</b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-1eReKLx5-PADct_eOKoRO2q9B02ZD8h808SRVB0WO6XSVNEPM1X5AFzggZXQHdC3jHJRY8RoMehgquJR3FU74oM26QHD47tGUqW7t0DfjuJ5GlD7xJ5W2iDQgcpBvBXQsIbnYTxNQ20/s1600/pitbull.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-1eReKLx5-PADct_eOKoRO2q9B02ZD8h808SRVB0WO6XSVNEPM1X5AFzggZXQHdC3jHJRY8RoMehgquJR3FU74oM26QHD47tGUqW7t0DfjuJ5GlD7xJ5W2iDQgcpBvBXQsIbnYTxNQ20/s1600/pitbull.jpg" height="304" width="640" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<i>"En su cara, Rockwarriors! Chúpensela y DALE!!"</i></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Como puse en el twitter cuando me enteré de esto: <b>#NOSFUIMOSALAVERGAENMETROVIATROLEBUSYSINQUENEBOTNOSMUESTREELCAMINO</b><br />
Ni todos los facepalms del mundo sonados simultáneamente pueden equiparar el grado de miseria y náusea que provocó esta noticia.<br />
Una cosa es que este pulgar con gafas de sol sepa vender su mierdita como pan caliente ante la chusma ávida de tres o cuatro acordes repetitivos y cada 3 palabras un DALE! gritado. Una cosa es que cabezas hueca como tantos presentadores de farándula (ya ni hace falta especificar nombres) glorifiquen y pongan en pedestal cada pedo tirado de este pelafustán. Una cosa es que hayan convertido en algo tan serio como la apertura de un mundial de fútbol (hecho que igualmente me vale verga, soy un orgulloso Grinch del Mundial) en un show digno de verse más bien en la novatada de la católica o cualquier tarimazo de Bucaram o Lucio, PERO NO ANTE TODO EL MUNDO. Una cosa es que este, junto a la otra tracalada de delincuentes ex-presidiarios y recogecoles en vida anterior hayan tergiversado la imagen del latino como una masa de curvas, tetas, nalgas, vaginas mojadas, pectorales y abdominales definidos y que pasen 23/24 horas del día en tiradera o aspectos relacionados al culeteo (igual que el paria de Villarroel tergiversó al montubio).<br />
Pero otra cosa, y vaya que me enfatizo en OTRA COSA, es que esta universidad de Miami (tienen de tarea revisar su ranking entre todas las U estadounidenses, y eso que he visto noticias que tienen unos logros académicos notables) no se le ocurrió mejor cosa que TITULAR a este baldón de la música "por sus aportes a la cultura".<br />
Perfecto, me cago en dios y en la iglesia! Por favor Universidad de Doral, no olviden también otorgar a Galito Lara un honoris causa como símbolo de honra y cumplimiento a la ley!! De paso otro honorario a Mery Zamora por su invaluable papel en la educación nacional, y ya que estamos, un título a Delfín Quishpe por la excelente promoción de la cultura e imagen del ecuatoriano promedio!<br />
Sí señores y señoras/itas, estamos en caída libre a la miseria cultural mundial y una hecatombe de valeverguismo. Rueguen se cumpla cada nueva advertencia panderetera de apocalipsis, porque bien nos hace falta.<br />
<div style="text-align: center;">
<b>Tofu-sensei.</b></div>
<br /></div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-18226501130286984522014-02-17T11:18:00.003-05:002014-02-17T12:29:25.751-05:00De cuando Sir Elton John vino, tocó y VENCIÓ en estas tierras. <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Habiéndome resignado ya a NO poder asistir al conciertazo de Metallica este 18 de Marzo, debido a razones laborales (así que hice un seppuku virtual para enmendar mi honor rockwarrior y lavar mi vergüenza); preferí tomar el premio de consuelo y asistir al concierto de un SEÑOR de la música como lo es el inglés Sir Elton John (nacido como Reginald Dwight, pilas el dato).<br />
<br />
La cosa es que ver los precios de las entradas eran para desanimar al típico chiro que tenía que venir ahorrando seis meses mínimo para juntar las 60 o 70 latas del boleto en general (sin contar pasajes, jama, estadía y joda post concierto). Lo más guacharnaco era Black discounted: 150 dólares la entrada. Y esto era un regalo de San Valentín para la mujercita amada de uno, así que 300 mangos salieron cruelmente mermados de mi cuenta bancaria sin miramientos. Claro que si quería tener al cantor frente a frente, tocaba rascarse 440 per cápita. Con B.D. bastaba.<br />
<br />
Gracias al <a href="http://www.thewildchildren.com/eventospromociones/elton-john-en-ecuador-ahora-si/">artículo</a> de los rockwarriors que anunciaba el excelso evento, me enteré que la movida era tiro formal. Así que guardé mi camiseta de Joker demente, mis botas y desempolvé y planché camisa, pantalón de tela y zapatos formales, junto a un saco con corbata refundida por si las moscas. El mismo lugar aperturaba sus puertas con el recital como pretexto, la arena del Paseo San Francisco, en Cumbayá. Entre una larguísima fila de linajudos, extranjeros y gente "bien" esperamos la ubicación de nuestro asiento. Ya bien acomodados (aunque las sillas eran tamaño Twiggy, necesitaba dos para estar confortable) tras una espera razonable y un par de ron mojito y cuba libre cortesía de la casa, apareció el anunciador. Tras dar las debidas gracias a los organizadores y al municipio (lo que desencadenó una rechiflada de un montón de gente), se dio la presentación del entremés. Estoy más que seguro que la aparición de John Peter, un afroecuatoriano nacido en Galápagos, habrá fruncido el ceño de más de un piadoso y abolengado miembro de la sociedad élite (léase hijos de puta) pero este buen señor les cerró la trompa a cualquier especulación racista al liberar una voz que ya lo puse en un <a href="https://twitter.com/Tofusensei/status/434867356805128193">tweet</a>; que era ideal para acompañar esas libaciones finas mientras se piensa en esa persona especial. La gente terminó seducida por este caballero y le dieron su muy merecida ronda de aplausos.<br />
<br />
Tras otros quince minutos de espera, nuestro hombre hizo su aparición.<br />
Elton John, compositor, cantante, pianista, director de coro, musicólogo.<br />
La gente lo ovacionaba como si ya estuviera en la mitad de su repertorio. Como buen inglés y profesional, se sentó de una en su piano y empezó a demostrar por qué ha sido reconocido y galardonado tantas veces. The One fue su arranque (aclaro, he tenido que recurrir a fuentes externas para saber cuáles canciones fueron tocadas. Como ya expuse antes, disfruto de la música sin detenerme a aprender de memoria cuáles fueron sus detalles completos).<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/bfDFsW4fKoI?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
El pana sólo se detenía entre canción y canción a saborear vítores y aplausos, tomarse un trago de agua y sigamos en lo nuestro. No hubo pausas de cambio de vestuario, escenario o algún capricho propio de los actuales "divos". Se degustó su arte de principio a fin.<br />
La gran afluencia de fans de larga trayectoria incluía algunos vetucos y abuelos, que coreaban muchas canciones que para mí eran francamente desconocidas. Tal es el caso de Cocodrile Rock:<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/vlSh_6xqUAE/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/vlSh_6xqUAE&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/vlSh_6xqUAE&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
Asimismo la gente se paró a palmear y cantar con I´m still standing.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/5JfvAPZGjds?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
Pero ésta, junto a una que según explicaba, le dedicó a su hermano menor (la segunda de su repertorio) me sacudió el tuétano eficazmente.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/5w142CaROC0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
Ya el pana de una estaba completamente consagrado y glorificado con su público, pero llegaron las cerezas del pastel. Este macho alfa adorador de Odín, que se ufana al ver reguetoneros y beliebers en holocausto; no niega haber vertido lágrimas ante la combinación de acordes y voz conmovedora de estos temas: Candle in the Wind...<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/A8gO0Z818j4?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
Y el muy merecido ENCORE: Can you feel the love tonight? (De The Lion King)<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/fTtgVSxfr5M?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
Ahora bien, las grandes ausentes fueron Sacrifice, Don´t go breaking my heart, entre otras. Pero el hombre se entregó completamente. Incluso tuvo el <a href="https://twitter.com/ElDonPanther/status/400287444500627456">arrechivismo</a> de disculparse al público porque su voz no sonaría como hubiera deseado (como para que aprendan los mamavergas aprendices de cantantes que todo lo arreglan con sintetizador y corregidor digital de voz)<br />
Finalizando, cada uno de los centavos invertidos en este recital fueron completamente bien invertidos. Nadie, creo yo, salió quejándose o insatisfecho. El sonido fue, salvando un único rechinido, impecable. Terminando, un par de fotos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4-c2R0f3UizpKFe8HWePU3WkA1DHWKuPfM3xkESDuiJFTi4rovS-OW2nMZpJ6Xq7eOEG5RNGEQMU_qaePURewKVixzYYHnWccrCvb4lu3vyokJKOwXWDJoCjhQgXkJpcShbi3bh4Mb6w/s1600/P1000684.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4-c2R0f3UizpKFe8HWePU3WkA1DHWKuPfM3xkESDuiJFTi4rovS-OW2nMZpJ6Xq7eOEG5RNGEQMU_qaePURewKVixzYYHnWccrCvb4lu3vyokJKOwXWDJoCjhQgXkJpcShbi3bh4Mb6w/s1600/P1000684.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
John Peter, el afro que supo seducir a la audiencia con su voz enriquecida.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDCx2oYyLfhYuy3IuQjqf9tF6ci5tnOJxODhwG2tag9jC2fPt7HN0kTvaYqoDbbJn4o_vQSDmv_TLZvEke7GFSvHDTa4Vmj0aNxPFNKqqLMGVvUBSmk36s9UjiAPyIW_mymU84RmHjgKs/s1600/P1000688.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDCx2oYyLfhYuy3IuQjqf9tF6ci5tnOJxODhwG2tag9jC2fPt7HN0kTvaYqoDbbJn4o_vQSDmv_TLZvEke7GFSvHDTa4Vmj0aNxPFNKqqLMGVvUBSmk36s9UjiAPyIW_mymU84RmHjgKs/s1600/P1000688.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9kFb7ElyiI_P_aiHgkGhITwzfgYaJMpmm2RGSrFHtuEaL6eGqpkFWGhpMD1lnDKgYEZU560RTTaKJIOQPX6e08MVw6Prm3zy8qOmjrePsoP4b_7XRuGVmeso-u8lrkcWyCrD_wbM8TWE/s1600/P1000696.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9kFb7ElyiI_P_aiHgkGhITwzfgYaJMpmm2RGSrFHtuEaL6eGqpkFWGhpMD1lnDKgYEZU560RTTaKJIOQPX6e08MVw6Prm3zy8qOmjrePsoP4b_7XRuGVmeso-u8lrkcWyCrD_wbM8TWE/s1600/P1000696.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
No importaba que estuviéramos en última zona, lo que importaba era oír a este grande.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQBzE61_7YdYgyb6YgYjfbC6e1i12BtOg7uqgvHbHzQ5tqaVj7edl8L77Ru-GNBubNabZBcFac9zUmB3W8VH_LR9Hs31th4aewgJqM6Uaiv5mLG2Kkmo7SA3_UuBimmSCfkr9wA6oMBIQ/s1600/P1000698.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQBzE61_7YdYgyb6YgYjfbC6e1i12BtOg7uqgvHbHzQ5tqaVj7edl8L77Ru-GNBubNabZBcFac9zUmB3W8VH_LR9Hs31th4aewgJqM6Uaiv5mLG2Kkmo7SA3_UuBimmSCfkr9wA6oMBIQ/s1600/P1000698.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAVw01LuxdU6pXVxktptbakeQKeB07NzSfbgXrLAK3eIBgOCQqmCBYRYY-FQpA-AF-ePkhdfzXSv4Y5h2F2iiIAopBSlXgwNxQ4_G6FV0kP2WQTye3unMnjy-ax4XcvPvT70pyScGXB94/s1600/P1000699.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAVw01LuxdU6pXVxktptbakeQKeB07NzSfbgXrLAK3eIBgOCQqmCBYRYY-FQpA-AF-ePkhdfzXSv4Y5h2F2iiIAopBSlXgwNxQ4_G6FV0kP2WQTye3unMnjy-ax4XcvPvT70pyScGXB94/s1600/P1000699.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
Un capítulo aparte fue ver moverse las manos de este caballero. Qué destreza al tocar las teclas! Todo un espectáculo de por sí!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNqTqlvBB8H9Q9_NpDs4mkhyphenhyphenv3mMfs5eQS7opGh5858HXdU5Pt9JhYzfrqc7rQmcwI12IZoYela8z8HDKAa7lwRlchvNXa4irwCZUDd7jJj0ONNYvOYjo_aMo2uEB7HWjH2V1qyypXARM/s1600/P1000704.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNqTqlvBB8H9Q9_NpDs4mkhyphenhyphenv3mMfs5eQS7opGh5858HXdU5Pt9JhYzfrqc7rQmcwI12IZoYela8z8HDKAa7lwRlchvNXa4irwCZUDd7jJj0ONNYvOYjo_aMo2uEB7HWjH2V1qyypXARM/s1600/P1000704.JPG" height="240" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Los vítores y los vivas nunca fueron suficientes. La gente quedó coreando su nombre luego de su despedida final. Espero vuelva, porque conciertazos como éste ennoblecen al pueblo.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Y para que sepan que este doctor y su esposa, estuvieron presentes en dicho evento.<br />
<br />
<br />
De yapa: canciones extra.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/rng0KRQJtJc?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ZmmRmvcV5Ac?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br /></div>
<br /></div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-64186620745044413192013-06-28T19:16:00.000-05:002013-06-29T15:37:06.322-05:00TRITOCH, EL LOBO NEGRO.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
(Nota: Este capítulo es el posterior a "En busca de un nuevo trono". Es decisivo para la trama del cuento.)<br />
<br />
Los enormes árboles de Parque Berrinche se perdían en el horizonte, mientras los tres pequeños caminaban sin cesar junto a su perenne guardián, Sr. Puño. Nico y Rachel hablaban animadamente de lo que había ocurrido a cada quien en sus desafíos anteriores. Nico relataba ufano su ardua pelea contra Tremor y Sismo, mientras que Rachel explicaba cómo tuvo que resolver el acertijo de los nísperos Punta de Flecha, venciendo su temor a las alturas. Sólo Nica permanecía aún enfurruñada, por el engaño hecho por Igg-Drasil. Con la carita fruncida de coraje, avanzaba sin decir nada.<br />
<br />
Puño asimismo permanecía callado y reflexivo. Su nuevo destino era hallar las preciadas tres Virtudes del Niño, para dotar a los pequeños de las máximas capacidades antes de hacer frente al terrible Crecido. Si bien habían logrado avanzar bastante con el "castigo" impuesto por su antiguo mentor; tales bienes eran decisivos para la batalla que se avecinaba.<br />
Sólo que había un pequeño problema.<br />
Ignoraba casi por completo el paradero de dichas Virtudes. El único dato que pudo obtener de Igg-Drasil fue que debían dirigirse al Valle de los Tres Pétalos. Tal revelación le preocupaba, puesto que al no disponer de una localización exacta, la búsqueda demoraría días. Semanas quizá. Incluso puede que nunca hallen tales tesoros. Pero enfrentar al Crecido, sin tales ventajas, sería tal como ocurrió...<br />
<br />
Finalmente llegaron al gigantesco Valle de los Tres Pétalos. Ante los ojos de todos yacía una excavación de una forma que parecía no salida de manera espontánea. Tres profundas gargantas confluían hacia un centro elevado, en cuyo cénit lograba apreciarse un cráter. Todo el conjunto parecía una flor de pétalos curvos y puntudos. Consternados, los niños voltearon a su tutor:<br />
<br />
- Vamos a buscar esas Virtudes en TODO ESTO? - se lamentó Rachel.<br />
- Nunca vamos a acabar... sólo una punta del valle es más grande que mi propia casa... - protestó Nico.<br />
Sr. Puño se puso frente a los niños y les intentó convencer que si todo salía bien, no sólo se harían con tales maravillas, sino que inclusive podrían hacerse más fuertes. Y cualquier ventaja servía en la futura lucha contra el enemigo Crecido. A pesar de sus amables palabras, ni siquiera Puño estaba completamente convencido de lo que decía. Pero hallar esos ítems era vital.<br />
- Os propongo esto mis niños: Vayamos primero a esa gran montaña del centro. La conocen como Cumbre del Florecimiento. Cuentan que en la parte más profunda del cráter, se halla dormido un secreto estremecedor. Apuesto mi meñique a que se trata de aquellas Virtudes! Me acompañáis, entonces?<br />
Tanto Nico como Rachel accedieron, un poco dudosos, pero accedieron. Sin embargo Nica se sentó en el suelo y se cruzó de brazos.<br />
- Y vos mi pequeña? Qué os acontece que negáis la aventura?<br />
- Yo no quelo. - Refunfuñó la niña. Tanto su hermano como su prima quedaron pasmados ante la negativa de la pequeña, y la apremiaron a levantarse, pero ella se resistió. - echo é otra mentira, como la que dijo Igdrasil... Y tú también debe está mintendo, Puño! - El dedito de la niña señaló a la gran mano, quien se abrió por completo negando la acusación.<br />
- Mi pequeña, os pido una disculpa si la conducta de mi mentor os ofendió; pero él supo bien lo que hacía. De no haber despertado en vos esos sentimientos de penitencia, nunca habríais terminado de hacer vuestra...<br />
- É MENTIRA!! YO YA ME QUERO IR!! - Los ojitos almendrados de Nica se llenaron de lágrimas. El engaño del sabio tronco había herido más que el orgullo de la pequeña, era evidente. Puño rebuscó entre sus ítems algo que pudiera quitarle ese estado a la niña. Un beso de Mamá? No, un Risolin? De pronto haría falta algo más...<br />
- Nica, LEVÁNTATE Y VEN.<br />
La rotunda orden había sido proferida por un muy serio Nico, cansado de los berrinches de su hermanita. Ya era mucho consentir por parte de Puño. Estaban en una situación muy comprometedora y lo que menos hacía falta era alguien que no quiera colaborar.<br />
- NO QUELO!!! - resopló Nica.<br />
- Vas a venir!! - Ordenó Nico tomando de la muñeca a su hermanita y jalándola. La chiquita se debatió y terminó por dar un mordisco a la mano de su hermano. Este retiró la mano y con un rápido movimiento, dejó caer un fuerte sopapo sobre la cabeza de Nica.<br />
Aunque el golpe fue amortiguado en parte por el sombrero de bruja, la niña se llevó las manos a la cabeza y mostró un puchero digno de ser fotografiado. Por su parte Rachel sólo se estrujaba las manos, angustiada por la súbita explosión de coraje de su primo y la mala conducta de su prima. Puño decidió no intervenir más. Silente señaló unas gradas que descendían al fondo del valle, por el cual emprenderían camino hasta llegar a Cumbre del Florecimiento. Si los pequeños mostraban acuerdo en volver a su mundo, nada se podría hacer. El sobrecogimiento atenazaba el alma de Puño. Este problema podría conllevar a resultados catastróficos.<br />
<br />
Llegaron pues a la sima del uno de los tres valles. Había un pesado silencio en el aire, sólo interrumpido por los escasos sollozos de Nica. De pronto, el piso resonó con violencia. Todos se pusieron alerta. Los resonares fueron haciéndose más cercanos, como si alguien descomunal se aproximara. Tanto Nico como Rachel desenfundaron sus armas, pero Nica no movió un dedo. Su hermano decidió ignorarla, pues ya veían una enorme masa acercándose. Si no quería ayudar, problema de ella.<br />
Frente al grupo estaba un gigante. Más grande que dos casas juntas. Una redonda y gruesa nariz, junto con largos colmillos curvos que se mezclaba con una barba dura y pringosa, daban el parecido a un desgarbado jabalí. Su cabeza estaba coronada con varios tocados metálicos a modo de yelmo. Sus ásperas orejas tenían varias sortijas y aretes atravesados. Su armadura era una grosera mezcla de huesos cosidos con hilo de metal. Se cubría con una afelpada pelliza, maloliente y descuidada. Andaba descalzo. Sólo algo destacaba como elegante en tan desprolijo ente: unos guanteletes de metal dorado, con cada dedo cubierto de elaboradas filigranas. Puño se crispó de malestar.<br />
- Mr. B. HEMOTH!! A vos era el último que deseaba ver aquí! - entonó Puño visiblemente descompuesto.<br />
- PU...PUÑO? ERES TÚ, GARRA SECA Y VIEJA?! Atronó altaneramente el llamado B. Hemoth. - QUÉ DEMONIOS VIENES A HACER A MIS DOMINIOS??!! - El tronar del maleducado gigante era tal que los niños se taparon los oídos y luego las narices, por el pestilente aliento.<br />
- Vuestros dominios, decís? Desde qué tiempo, me diréis? La última vez que os vi vuestra disgustante faz fue cuando el mismo Igg-Drasil os echó por haber intentado robar uno de sus juguetes! Sois conocido por vuestra mala maña y modales, como ya habéis demostrado hasta la sac..!<br />
- NADIE ME HABLA EN ESE TONO!! - Rugió molesto el gigante, haciendo chocar sus nudillos de metal. Nico y Rachel se aprestaron para presentar batalla a Mr. B. Hemoth, lo que fue notado por éste.<br />
- Y ESTAS... LARVAS DE MOSCA INTENTAN ACASO PELEAR CONTRA MÍ?! JAJAJAJAJA!! SI CON UN SOLO MOVIMIENTO MANDARÉ A ESTAS SABANDIJAS A VOLAR LEJOS!! - Rió convulso el enorme tipo, soltando gotas de baba hedionda que caían alrededor.<br />
<br />
Nico, con el coraje que le había provocado su hermanita, decidió tomar la iniciativa. Era un buen momento para probar su bat de Gaia. Dio un salto y lanzó un batazo al suelo, y una sacudida sísmica hizo trastabillar y caer al gigante. Pero la sonrisa del niño se cambió a un rictus de dolor al darse cuenta que la gran vibración provocada por el bat lastimaba mucho sus muñecas. Se vio forzado a soltar su arma mientras veía asustado cómo el gigante recobraba pie y los miraba iracundo.<br />
- PARECE QUE NO ERES PELO DE COCHINO, GUSARAPO. - Miró asismismo a Rachel, quien ya estaba montada en Sleipnir, lista para combatirlo. Finalmente miró a la diminuta Nica que estaba mucho más atrás pero sin signos de entrar en batalla. - BIEN ENTONCES!! LES MOSTRARÉ DE LO QUE...<br />
- Esperad! - Dijo Puño interponiéndose entre B. Hemoth y los niños. - No os da verguenza que un gigante pretenda luchar contra niños tan pequeños? Aunque sea algo de decencia debéis... - Sobre Puño cayó la capa sucia del gigante.<br />
- CALLA Y GUÁRDAME LA CAPA, SO GAÑÁN. QUE PARA ESO NADA MÁS ESTÁS.<br />
Los niños ahogaron un grito al ver semejante falta de respeto mostrada hacia su amigo Puño. No se iban a contener, así no quisiera ayudarlos la caprichosa Nica. Y así los ataques sísmicos lastimaran las manos de Nico.<br />
De súbito salió volando de la arrugada manta algo como un cometa enrojecido que en un parpadeo impactó la quijada del gigante. Era Sr. Puño. Y estaba FURIOSO.<br />
- MALHAYA!! SACRÍLEGO!! TROGLODITA!! SOPERÚTANO!! DESHONRA DE PADRE!! BABIECA!! GAZNÁPIRO!! BEBE DEL ARROYO!! CACOFONÍA!! ESTRIFALAFORRIOS!! JUAGARZO!! ACIMPÁMPANO!! JUMENTO!! MANGURRIÁN!! AZOFAIFO!! HIPOTIROIDEO!!!<br />
Con cada insulto Puño estampaba un soberano puñetazo a la anatomía del sufrido B. Hemoth, caiga donde caiga. El majadero grandulón estaba recibiendo la paliza de su vida. Ya con unos dientes y colmillos rotos, un ojo emplomado y la armadura de huesos bastante maltrecha, se acurrucó en el suelo y pidió piedad llorando. Pero tal era el frenesí de ira de Puño que el castigo no cejaba. Los niños, mirando todo el espectáculo con los ojos fuera de sus órbitas, habían olvidado ya todo motivo de reyerta.<br />
- Nica, haz algo, por favor. - Le suplicó Rachel. Con su rabieta superada, Nica se adelantó, empuñó a Trivarita y entonó su invocación.<br />
- Undyne!<br />
El espíritu del hielo se materializó y con un movimiento de su cola, lanzó un chubasco de agua helada al beligerante Puño. El frío violento apagó las ansias de lucha, con lo que la paliza cesó. Resoplando, apuntó al maltrecho gigante.<br />
- Aquí no tenéis dominio ni poder alguno. Partid ahora, y no volváis a molestar a mis niños, so majadero!<br />
Mr. B. Hemoth se rehizo lo mejor posible, y con toda la rapidez que podía su pesado cuerpo, salió a la carrera. Puño bajó hasta donde estaban los niños y se disculpó apesadumbrado.<br />
- Mis pequeños... si tuviera cara se me caería de la verguenza. Haberos demostrado semejante teatro...<br />
- Pffft...<br />
Los tres niños empezaron a reír a carcajadas.<br />
- Sr. Puño, peleas durísimo! - Reía Nico.<br />
- Yo no pensaba que fueras tan loco... opinaba entre risas Rachel.<br />
- Jajajaja!! Ere chitoso, Puño! - Terminó Nica. Las risas de los niños finalmente también liberó una sonora carcajada de su tutor. Rieron todos un buen rato.<br />
Y cuando todos ya estuvieron tranquilos, Nica se acercó a su hermano.<br />
- Nico... pedóname por moderte...<br />
- Y tú perdóname por pegarte en la cabeza. - Los hermanitos se dieron un fuerte abrazo. Su prima sonreía contenta de que la crisis se hubiera superado. Un destello dorado captó la vista de Rachel. Mientras los hermanos reconciliaban sus diferencias, la pequeña de blanco recogió un objeto pequeño, redondo y brillante, que había caído del grosero gigante tras la azotaina. Supuso que era propiedad ajena y lo guardó para devolverlo. Puño preguntó a Nica con calidez si deseaba seguir en esta aventura.<br />
- SÍ! -Gritó con enorme sonrisa la niña.<br />
<br />
<br />
Los aventureros continuaron avanzando. Si bien habían escasas escaramuzas con aliados del crecido, como enjambres de insectos ponzoñosos o muñecos hechos de lodo, no eran adversarios para los niños. Tras un largo día de caminar, llegaron a la base de Cumbre del Florecimiento. En la sima se abría una boca de piedra que podría dar cabida hasta al mismo Mr. B. Hemoth. Bordeando la cueva estaban grabados numerosos símbolos que Puño supo interpretar.<br />
- Cueva de la Siesta... Mis pequeños, tengo la certeza que dentro hallaremos una respuesta a tantas interrogantes que actualmente tenemos. Adentrémonos pues, en espera de nuestra búsqueda sea fructífera.<br />
Nica hubo de invocar a Salamandra, ante la gran oscuridad reinante. Cuando se iluminó la cueva, todos vieron otra gran cantidad de símbolos, esta vez grabados en el techo.<br />
- Qué es echo, Puño? - Preguntó Nica.<br />
- Mi pequeña, solicito que iluminéis más intensamente el techo, pues me cuesta leer e interpretar dicha simbología. Luce como un poema, si mal no distingo.<br />
La pequeña obedeció. Con una orden, Salamandra lanzó una bola de fuego que se adhirió a la pared dejando el techo completamente claro. Entonces Puño empezó a entonar:<br />
<br />
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Ante el mal recién nacido<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Esta tierra sucumbirá<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Pero tres elegidos darán cara,<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Y el mal vencido será.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES"><br /></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Miles de luces blancas<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Barrerán el oscuro proyectil<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Romperán la dura coraza,</span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Fuego, Hielo y Rayo unidos.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES"><br /></span></i></div>
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Y el vórtice violento cual misil,<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div align="center" style="margin-left: 36pt; text-align: center;">
<i><span lang="ES">Acabarán al de negro ungido.</span></i></div>
<div>
<br /></div>
<div>
Los tres niños se miraron entre sí, extrañados. Puño asimilaba mentalmente los versos escritos en piedra. El tampoco lograba sacar una interpretación satisfactoria. Pero que tenía trascendencia, no había que negarlo. </div>
<div>
- Qué quiere decir ese canto, sr. Puño? - inquirió Nico. </div>
<div>
- Niño mío, me aflige no tener una respuesta concreta. Aunque no dudo que el decir de los tres elegidos se refiera a vosotros, el resto de versos están repletos de enigma e intriga. Lo tendré presente, sin embargo, porque nos será útil algún momento. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Había empezado a oscurecer cuando entraron a la cueva, y varias horas habían pasado desde su exploración. Puño calculaba que debía estar ya por la mitad de la montaña y que los niños debían estar cansados. Se aproximaba la hora del descanso. A lo lejos, una luminosidad creciente renovó la curiosidad de los niños y corrieron hasta llegar a un salón de forma triangular, y en el centro había una base pétrea repleta de signos. Al acercarse, se dieron cuenta que la luz pálida venía del cráter, muy por encima de ellos, y que la luna llena empezaba a brillar. De cada vértice del triángulo crecía un seto, a reventar cada uno de capullos cerrados. Uno tenía los capullos celestinos y albos como escarcha y hielo, el otro rojo escarlata y anaranjados como si albergaran llamas y los últimos amarillentos y como surcando pequeños hilos eléctricos. Pero ni una flor abierta. Surcando el círculo de piedra había más símbolos que Puño a la luz de la luna descifró. </div>
<div>
- "Ante la luz lunar... oye la música... sigue los pasos... honra y comulga con tus elementos... para que el gran lobo oscuro despierte... TRITOCH..." Tritoch! - Sr. Puño hablaba para sí mismo - Entonces éste es el sitio de descanso del legendario lobo negro Tritoch! - Jubiloso se volvió a sus niños, sobre todo a Nica. - Mi pequeña, habéis adquirido los tres espíritus elementales. Salamandra del Fuego. Undyne del Hielo y Sylpho del Rayo. Es hora que conozcáis que hay un espíritu que puede usar sin problema los tres elementos. Su nombre es el lobo negro Tritoch. Con él como vuestro aliado, ya no habrá mejoría que añadir a vuestro arsenal! Pero para obtener su magno poder, es necesario que sigáis los pasos de un estricto ritual. Deseáis intentarlo, mi niña?</div>
<div>
- Vamo a ver si sale... - comentó un poco incrédula la niña. </div>
<div>
Ante las indicaciones de Puño, Nico y Rachel salieron de la explanada de piedra, pues era el sitio donde el ritual de invocación daría inicio. Un poco preocupado, Nico observó a su hermanita meterse hasta el centro justo del círculo, con su Trivarita en mano. Los numerosos signos en el suelo eran realmente huellas de pie y canalitos comunicantes, como un ilustrado de cómo hacer el baile para invocar al lobo. </div>
<div>
- Sr. Puño, y no podemos ayudarla? - preguntó el niño. </div>
<div>
- No. Ella tendrá que hacerlo por su cuenta. Cierto es que es tierna y delicada, pero luego de todo lo que ha pasado, su fortaleza está lista para ser puesta a prueba. </div>
<div>
- Y por qué mejor no descansamos y mañana lo intentamos mejor? - sugirió Rachel. </div>
<div>
- Asimismo es imposible la petición. Mirad. - La luna mostraba casi la mitad de su redondez sobre el cráter. - Hemos llegado en el tiempo justo. Postponerlo significa esperar muchos días, que servirán para ventaja del enemigo. Nica... deberá dominar la danza del ritual e invocar exitosamente a Tritoch hoy mismo!</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Pero fue más fácil decirlo que hacerlo. Nica al colocar un pie, un canalito se iluminaba hasta llegar a la otra huella. Pero tras cierto tiempo, todo se apagaba. La niña tropezaba, trastabillaba, se resbalaba. La danza fue un fracaso una y otra vez, llenando de frustación a la pequeña. </div>
<div>
- Eto no funchona!! - gritó molesta. </div>
<div>
- Oíd la música, mi pequeña, oíd la música! - contestó Puño. Ya eran dos tercios de luna asomando por el cráter. </div>
<div>
- Yo no ogo nada!! - chilló Nica. Su hermano y su prima la miraban con ansia. La luna avanzaba lenta pero indetenible por el cráter y la pequeña ni siquiera lograba avanzar un trayecto. Al ver detenerse a la chiquita, todos temieron lo peor. Un nuevo berrinche, un estallido de llanto y lo peor, se perderá la oportunidad de obtener el poder de Tritoch. </div>
<div>
Sin embargo, ni llanto ni pataleta. Nica permanecía de pie, en el centro, abrazando a Trivarita. </div>
<div>
Sumida en sus pensamientos. </div>
<div>
-<i> Cada vé que pasa algo malo, siempre lloro. Si toy nojada, lloro. Si toy tiste, lloro. Si no sale como quero, lloro. Si peleo con mi ñaño, lloro. Ya no vo a llorá más!! Voy a hacelo bien eta vez!! Po favó, Salamandra, Undyne, Sylpho, ayúdenme!</i></div>
<div>
La pequeña abrió los ojos, y su rostro se llenó de serenidad. La luna ya prácticamente bordeaba todo el cráter y reflejaba su máximo brillo sobre todos. </div>
<div>
- Ya puedo... oí la música... - una ancha sonrisa se formó en su rostro - VOY A BALAR!! BALARÉ BONITO PARA DEPETAR AL LOBO!! MIREN!!</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/YTYNCLeyMKQ?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe><br />
<div>
Esta vez, su cuerpecito se llenó de gracia al momento de mover los pies. Era naturalmente hábil para bailes, pero esta vez estaba a prueba mucho más que un halago de la familia. Estaba en vilo todo el destino de la aventura!!</div>
<div>
Siguendo el ritmo que resonaba en su cabeza, la niña movía pases y volteretas. Un, dos, tres, un, dos, tres. Salto, volteo, genuflexión. Sus manos y Trivarita se unieron paulatinamente al baile. Molinete con el báculo, cambio de mano, lanzarlo al aire, arremolinar las manos, recibirlos y girar todo el cuerpo. Era armonía completa ante la silente canción y el potente brillo lunar. </div>
<div>
Llegado a un extremo del triángulo, se iluminó de rojo un círculo pequeño, como una base. Nica apuntó melodiosamente y cantó, más que invocó:</div>
<div>
- SALAMANDRA!!</div>
<div>
La gran tortuga de fuego se posó en el círculo, volviéndose el núcleo de una enorme llamarada. Era como si el espíritu manifestase toda su fuerza sólo para ese momento. Sin dejar de danzar, Nica fue avanzando a otro vértice del gran triángulo. Un círculo coloreó de azul claro y nuevamente se oyó la voz de la niña: </div>
<div>
- UNDYNE!!</div>
<div>
El tiburón de mazas de hielo dio un salto y con un chapoteo se colocó en el segundo pedestal. Asimismo, un témpano se formó congelando todo el aire a su alrededor. Quedaba un último vértice por llenar. Nica fue avanzando entre innumerables pases y giros hasta llamar a su espíritu final. </div>
<div>
- SYLPHO!!</div>
<div>
Con un par de aleteos el cóndor metálico estuvo sobre su pedestal, batiendo las alas para formar un remolino cargado de electricidad que lo desvaneció. La pequeña hizo tres saltos con volteos, llegando nuevamente al centro del círculo. Lanzó su báculo al aíre, y al recogerlo, todos se dieron cuenta que sus ojos estaban en blanco. </div>
<div>
- Qué le pasa?! - Gritó con temor Nico. </div>
<div>
- Ha entrado en trance. Esta es la parte crítica del ritual, porque si se interrumpe, no sólo fracasará sino que la vida de vuestra hermana correrá peligro. Veáis lo que veáis, no tratéis de intervenir. - Rachel estaba muda de ver la danza y los espíritus y rezaba fervientemente porque todo saliera bien. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Entretanto y por producto del trance, los pasos de baile se hicieron mucho más rápidos, elaborados y graciosos. Nica daba dos y tres volteretas, girando en la punta de uno de sus pies, mientras hacía girar como bastonera su Trivarita alrededor de su pecho y espalda. Luego de una serie de febriles movimientos, el fuego, el hielo y los rayos se desprendieron de los pedestales y giraron encima de la pequeña danzante. A hacer una violenta genuflexión, los tres elementos cayeron sobre ella y la hicieron desaparecer. Pasmada, Rachel se llevó las manos a la boca. </div>
<div>
- NOOOOO!!! - Nico echó a correr aterrorizado de ver a su hermanita ser engullida por la carga de elementos. Sin embargo antes de llegar al borde, cayó el canto de la mano de Puño bloqueando su avance. - ¡Puño, déjame pasar! A Nica le va a...!</div>
<div>
- Mi niño, ya había dicho que NO debía interrumpirse este ritual. De hecho, tan seguro estás de la desgracia de tu hermana? - Los dedos de Puño se abrieron permitiendo seguir viendo a Nico el ritual. El niño desorbitó los ojos, aumentado el hecho que ya todos podían oír la intensa canción.</div>
<div>
En el centro, y a pesar de la tremenda violencia de los elementos girando en ella, se vislumbraba una figurita que sin importar qué, no paraba su frenético baile. Nica con cada paso, iba domando a las chispas, los carámbanos y los relámpagos que la seguían formando un halo multicolor. Ella estaba dominando los tres elementos simultáneamente! De pronto, todos los capullos se abrieron velozmente, como saludando y calificando favorablemente la danza de la pequeña. Un espectáculo soprendente y glorioso, ver a la menuda Nica bailando de forma grácil y contundente seguida de sus elementos y envuelta en pétalos de flores multicolores, bañada completamente por la luz de la luna que brillaba en todo su esplendor en el cénit de la montaña. </div>
<div>
Finalmente, tomando a Trivarita en sus dos manos, la niña dio tres giros justos. Con cada giro, el báculo absorbió cada elemento, y al terminar, brilló más que la luna misma. Volvió a oírse la aguda voz: </div>
<div>
- TRITOCH!!!</div>
<div>
Con el último paso, dio un fuerte golpe al piso con la base de su báculo, haciendo surgir un pentagrama que abarcó toda la superficie redonda. La onda mágica era tan poderosa que elevó a la niña al tiempo que emergía un enorme lobo de pelaje negro, ojos escarlata y temible apariencia. </div>
<div>
Era Tritoch, el legendario lobo negro. </div>
<div>
Mientras Nica caía sobre el lomo del animal completamente exánime, Tritoch soltó un profundo aullido que hizo estremecer a la misma luna. </div>
<div>
El ritual fue completamente exitoso. </div>
<div>
Los niños y Puño se precipitaron a ver a la pequeña Nica quien yacía sin mover un músculo sobre el espeso pelaje del lobo. Nico y Rachel, temiendo lo peor, se acercaron lentamente. </div>
<div>
- Zzzzzzz....</div>
<div>
Una serie de suaves ronquidos les indicaron que la pequeña había agotado todas sus fuerzas, pero que sólo estaba profundamente dormida. Tritoch se agazapó y obsequió una cariñosa lamida a la chiquita, quien sólo se acurrucó en el pelaje aún más. La gran bestia miró con serenidad al grupo y soltó un gañido. </div>
<div>
- Nica lo consiguió... - sólo atinó a decir su hermano.</div>
<div>
- Tritoch... - susurró Rachel.</div>
<div>
- Noble bestia, he aquí a vuestra nueva ama. Protegedla y pelead junto a ella, que nuestra justa batalla es contra un enemigo feroz y despiadado. - El lobo, provisto de entendimiento, asintió. </div>
<div>
- Mis pequeños, será necesario dejar a Nica descansar. Además, es necesario para que el lazo entre Tritoch y la niña se consolide. Así pues os dejaremos... eh? - La aseveración se Puño se cortó con un sordo gruñido proferido por el lobo. Nica frunció el ceño y se arropó con el pelaje. Con todo el espectáculo, nadie se dio cuenta que Mr. B. Hemoth se había colado y estaba con ganas de luchar nuevamente. </div>
<div>
- A las andanzas de nuevo, eh, villano? - le espetó Puño. </div>
<div>
- CONTIGO NO QUIERO NADA, GAÑÁN. HABÍA PEDIDO LUCHAR CONTRA ESTOS NIÑOS PERO TÚ INTERRUMPISTE. AHORA VENGO A COBRÁRMELAS. - B. Hemoth vio los fruncidos belfos y los filosos colmillos de Tritoch y recapacitó. - LOS ESPERO MAÑANA AL AMANECER, FUERA DE ESTA CUEVA. VERÁN DE LO QUE SOY CAPAZ, ESTA VEZ...</div>
<div>
El gigante maleducado se alejó. Los niños se metieron en el cobertizo que materializó Puño y fueron a dormir para verse las caras con B. Hemoth en poco tiempo...</div>
<div>
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<div style="margin-left: 36pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-25547083276749913232013-05-17T11:06:00.002-05:002013-05-17T11:06:46.436-05:00Del Rap, un DIAMANTE. NACH. <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Primero que nada, no soy fan del Rap, y mucho menos de sus congéneres, sea Hip-Hop y otros. Al gentuzón ni hay que mencionarlo, pues eso es como el sobrenadante de la destilación o el bazuco de la droga. Porquería pura, para ser consumido por parias, delincuentes e infrahumanos.<br />
<br />
Sin embargo, algunas canciones sí logran calarte hondo y destacar por sobre el océano de ofertas, la mayoría hechas sólo para el fin comercial.<br />
<br />
Por recomendación de un <a href="https://twitter.com/gholaofme">amigo</a>, empecé a recabar en las rimas veloces, atinadas y fluidas de este sociólogo y literato que logró combinar la exquisitez del idioma con la rudeza del Rap Hip-Hop.<br />
Español de nacimiento, Nach Scratch (hoy sólo NACH), de nombre original es Ignacio Fornés Olmo, de Alicante. Como dije antes, se requiere de mucho talento para lograr impresionarme y vaya que este señor lo ha logrado.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/pKiBn5PWpxw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
El cómo maneja tan tranquilo el idioma es de mención. Años luz de distancia del gentuzonerillo promedio que con manejar 10 vocablos mal rebuznados ya se cree leyenda musical.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/nQBPqmgz630?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
Esto es poesía que te llena el mate. Las verdades duras como patadas a las guevas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/UolsyRsT95g?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
Algún romántico? Pruebe a dedicarle esta ODA a su amada y verán el resultado. Ahora comparemos con el típico "venpadatetabajoyteloundoperraputazorrayosoybacanoytedoyratraca"<br />
<br />
No hay punto de comparación, concluyo. Nach es un hombre genial que plasma unas letras en el rap o hip-hop dignas de permanecer en los anales musicales por toda la eternidad.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/T7HGE2oJxAY?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
La yapita, para que vean que este señor no ofrece desperdicio. </div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-16108947809893848122013-05-16T19:06:00.002-05:002013-05-16T19:06:22.880-05:00MÚSICA QUE TE HACE CRECER PELO EN PECHO: KORPIKLAANI<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Esta será la primera de un montón de entradas futuras a mi nuevo blog.<br />
Básicamente es el mismo, pero esta vez debidamente asociado a mis entradas anteriores.<br />
<br />
<br />
Una de mis grandes pasiones, que es la buena música; se asocia a veces a caprichos noveleros o felices coincidencias que terminan pegando fuerte en mi alma y se convierten en parte de mi soundtrack de la vida. Gran parte de las canciones que oigo actualmente se deben sobre todo, a tropezones aleatorios más que por recomendaciones de personas entendidas.<br />
<br />
Así es como llegó a mis oídos los acordes del género llamado metal folk. Un grupo finlandés llamado Korpiklaani, conformado por (datos sacados de wikipedia; pues yo me concentro en la música en sí. Considero loable y parte de cultura general que uno sepa nombres de integrantes, estilo, discografía con fechas y demás, pero que venga algún mamalante purista a criticar porque no sé de qué color caga el bajista de un grupo que halago, pues se va bien a la verga) Jones Järvelä, voz y guitarra líder, superviviente del desaparecido Shaman, Jaakko Lemmetty, violinista; Matson, baterista, Arto Tissari, bajista; Toni Honkanen, guitarras y Ali Mata, percusionista.<br />
<br />
El estilo musical combina el folk finlandés tipo "yokel" o del bosque, pero de una manera que provoca un hervor de sangre al escuchar sus potentes melodías.<br />
<br />
En fin, basta de tanta teoría (aquí les dejo la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Korpiklaani">fuente</a>) y vamos a lo que todos quieren: probar y escuchar. Garantizo que estas tonadas hacen que la testosterona suba a borbotones en la sangre de cualquier varón, fortaleciendo el cromosoma Y. En otras palabras, oír esto hará un MACHO ALFA del más recalcitrante belieber o directioner calaverita fucsia.<br />
<br />
He aquí su discografía:<br />
Spirit of the Forest (2003)<br />
Voice of Wilderness (2005)<br />
Take Along This Road (2006)<br />
Tervaskanto (2007)<br />
Korven Kuningas (2008)<br />
Ukon Wacka (2011)<br />
Manala (2012)<br />
<div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/wCDKiMAVXPk?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<i>Buenísimo para amenizar una puñetiza. </i></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ROMW2yTxxxY?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Definitivamente, uno de mis temas favoritos. Si entro en coma por cualquier motivo, pongan a sonar esto en mi lecho y despertaré sin dudarlo. </i></div>
<div style="text-align: left;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/YFGH4W5w75Y?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Y éste fue el tema que me enganchó. Inigualable para chocar jarras de Pílsener heladita con los camaradas. </i></div>
<div style="text-align: left;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object width="320" height="266" class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/_yc7DBTbCkQ/0.jpg"><param name="movie" value="http://youtube.googleapis.com/v/_yc7DBTbCkQ&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="http://youtube.googleapis.com/v/_yc7DBTbCkQ&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Y éste, el VIDEO que empezó toda la historia... jajaja.</i></div>
</div>
Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-2974896317173867392013-01-04T15:22:00.000-05:002013-05-16T17:53:17.539-05:00SOMOS NIÑOS. (CAPÍTULO FINAL)Como puse antes, con esto culmina el cuento que empecé hace más de dos años, pero aún no lo acaba, pues quedan tres capítulos por redactar y subir. Espero que esto dé aliciente para terminar los anteriores. Y cuando todo esté completo haré una compilación para que tenga todo sentido.<br /><br /><iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/ipNKfOEdDDM" width="420"></iframe><br /><br /><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">La gigantesca sala donde el Crecido tenía su trono, estaba dividida en dos mitades. La primera, del amo y señor del lugar. El Uñac-Huilli, niño demoníaco que había subyugado no sólo el gran castillo sino también todas las tierras aledañas bajo un manto de miedo y terror. Los pocos que habían alzado su puño habían sido aplastados con violencia y sometidos a su voluntad. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">La segunda mitad, de los tres nuevos retadores. Tres niños salidos de un lugar más allá de tiempo y espacio por la influencia de un curioso mentor, Sr. Puño, y antiguo enemigo del Crecido que ya una vez había sido derrotado teniendo que huir envuelto en la peor de las vergüenzas y tristezas. Nico, su hermana Nica y la prima de ambos, Rachel. Había puesto y renovado todas sus esperanzas en estos pequeños para volverlos adversarios dignos y resarcir su antiguo error. Muchas experiencias, algunas peligrosas, otras dolorosas, habían incrementado y fortalecido a los tres bajo la protección de su tutor. Pero la última, el haber podido salir por su pie de una prisión absoluta con la ayuda de las Virtudes del Niño, los había dotado de una capacidad mucho mayor a la que Puño había pensado. Y era el momento de ponerlo a prueba. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">No me importa… ¡no me importa nada si ustedes han sabido escapar de mi Cuna! ¡¡Igual siguen siendo un trío de debiluchos!! ¡¡Ahora lo verán!! – atronó rabioso el enemigo. Pero un despectivo silencio por parte de los tres pequeños, completamente armados y a su máxima capacidad, fue la única respuesta. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¡DÉBILES!! – </span></b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">rugió Uñac-Huilli lanzándose al ataque con garras, colmillos y cuernos brotando de su cuerpo. <b><o:p></o:p></b></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Cargó primero contra Nica, la más pequeña de los tres. Justo antes de que sus garras cortasen a la pequeña en trocitos, chocaron contra las filosas zarpas de Tritoch, repeliendo el ataque. El Crecido sopló fuerte para deshacer al lobo, pero éste resistió tranquilo la bocanada de aire violento. El latigazo que el demonio lanzó con su cola para atacar nuevamente a la niña fue detenido por una de las zarpas de la bestia, y enredando la cola en el antebrazo, agitó al villano por los aires y lo estrelló violentamente por el piso. La cola se retrajo y desenredó. Uñac-Huilli se sobó la nariz, lastimada por su golpe en el piso y arremetió contra Nica, pues si acababa con ella, el lobo se desvanecería. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡GARRAS TENGO! ¡Y TE VOY A DESTROZAR!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Así que hizo una finta, pisó la cabeza de Tritoch que se lanzaba a morderlo y de un salto apuntó sus garras hacia la pequeña. La bestia negra se volvió lo más rápido que pudo aunque no iba a poderlo alcanzar. Pero la niña golpeó a Trivarita en el suelo con lo que Tritoch se desvaneció y simultáneamente invocó a uno de los espíritus elementales. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡SALAMANDRA!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Las garras hicieron blanco nuevamente, pero esta vez en el duro y ardiente caparazón del espíritu del fuego, Salamandra. El volcán en miniatura lanzó un borboteo que chamuscó algo del cabello y los dedos del adversario. Antes que el Crecido pudiera soplarse los dedos, se volvió a oír la voz de Nica: <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¡UNDYNE!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Debajo de donde estaba el niño demonio, se formó un espejo de agua y brotó un geyser de agua helada, que lo atrapó tomando luego forma de fauces. El espíritu de hielo, Undyne, lanzó a su enemigo contra el agua aún turbulenta y en un parpadeo la congeló. Ahora el carámbano gigante tenía en un interior a un helado Uñac-Huilli. De un violento mazazo, la masa de hielo se resquebrajó, y sin dar tiempo de respiro alguno, la niña entonó finalmente: <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¡SILPHO!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">El gran cóndor metálico tomó entre sus garras al aturdido Crecido y voló hasta la cima de la sala, obsequiándole un par de aletazos electrificados y algunos picotazos. El viento provocado formó un vendaval que azotó contra la pared al demonio y sobre él resonaron varios relámpagos. Envuelto en chispas eléctricas Uñac Huilli cayó al piso, con las garras rotas de tanto golpeteo y zarandeo. Mientras se incorporaba, más furioso que herido, recibió una mirada repleta de burla de Nica y la respuesta a la primera imprecación: <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Quén é el débil?<o:p></o:p></span></b></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Así decidió el Crecido a atacar a la otra niña. Con los dientes rechinando de rabia, conjuró el ataque que los había vencido tan fácilmente cuando se habían topado por primera vez, en Villa Declamadora. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¡DIENTES TENGO, Y TE VOY A DESINTEGRAR!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">La bola negra se formó en la boca del niño demonio, y la lanzó contra Rachel. A tan corta distancia, imposible fallar. La niña extendió los brazos hacia adelante y lo propio hizo Princesa Aigis, la forma más poderosa del peluche Moogle. La esfera desintegradora fue recibida en las manos de Aigis, la cual tras unos momentos de pugna, la devolvió hacia su creador. Aunque la oscuridad no lo lastimó, sí cegó por unos instantes al Crecido. Ahora Rachel contraatacó. Convirtió a Moogle en Byakko, montó sobre él y en la nube negra lanzó un certero zarpazo. Su enemigo salió despedido de la nube y cayó justo en un asfixiante abrazo de Ursus, el gran oso del alarido. Ursus apretó hasta que su oponente empezó a boquear. Luego lo levantó hacia su hocico, inspiró profundo y le soltó tal rugido que muchos ventanales cercanos se rompieron. Los otros dos niños, risueños de ver el espectáculo, sólo se taparon los oídos para no lastimarse con el ruido. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Uñac-Huilli se debatió hasta librarse del abrazo de Ursus, pero al intentar atacar no podía apuntar bien, de lo mareado que había quedado tras soportar ese superlativo alarido. Volvió entonces a conjurar otro ataque:<o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¡CUERNOS TENGO, Y TE VOY A PERFORAR!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Así que empezó a disparar a discreción escupidas negras más pequeñas pero veloces, a modo de ametralladora. Por lo menos una o dos harían impacto. Pero el veloz corcel de ocho patas Sleipnir esquivaba con facilidad la ráfaga de disparos, hasta que llegó donde él y formó raudo un remolino que lo elevó nuevamente contra el techo y ahí lo tuvo un rato. Mareado nuevamente, el Crecido cayó nuevamente, y lo recibieron una cantidad de coces suficientes para que sus dos cuernos se partieran. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Con el estómago revuelto, Uñac-Huilli intentó lanzar una nueva esfera negra de su boca, pero un resplandor dorado lo deslumbró e instintivamente se protegió con su capa. Una saeta alba disparada por Aigis rasgó el grueso paño y se fue deshaciendo en jirones. Con los cuernos rotos y su capa desgarrada, el Crecido miró estupefacto a Rachel. Esta, con los ojos llenos de lástima, también le contestó: <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Quién es el débil?<o:p></o:p></span></b></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Inaudito. Inaudito… era lo único que podía pensar Uñac-Huilli luego que las dos niñas les presentaron batalla. Con la seguridad de ganar minada por sus anteriores derrotas, vio que Nico estaba ya en pose de batalla. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">El parecía no tener nada especial aparte de su bate, así que aupó sus fuerzas y atacó con las fauces por delante, dispuesto a triturar entre sus dientes esa arma insignificante, y luego a su dueño. Al cerrar el bocado, sólo notó aire en su boca. Nico había esquivado la dentellada y con Ultibat, mandó un buen golpe a cada pie del Crecido. En cada uno se fue dibujando una X, herencia de las armas de Juglar, que fueron entorpeciendo los movimientos. El demonio arrastró los pies trabajosamente mientras Nico, ya fuera de su alcance, dio un poderoso batazo al suelo. El sismo sacudió toda la sala y golpeó repetidas ocasiones al malvado infante, gracias a la Plastiluna otorgada por Ig-drasil. Tanto Nica como Rachel estaban seguras montada en Silpho y cargada por Aigis, respectivamente. Uñac-Huilli, resoplando entre los brincoteos se arrancó las X de sus pies y cargó nuevamente. Un espectacular intercambio de golpes se sucedió, encontrando en cada oponente una defensa muy sólida. Cada puñetazo del Crecido era repelido por el bat, y los mandobles del arma eran detenidos por manos, pies, y en ocasiones los mismos colmillos. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Al separarse para volver a tomar aire, el Crecido notó dolores agudos en varias partes de sus brazos y piernas. Las mangas y perneras de su traje negro se fueron convirtiendo en trocitos que caían como copos de nieve. Los poderes luego de la batalla contra B. Hemont que había hecho surgir a Batsamune, habían cortado la mayor parte de la ropa dejando una piel paliducha al descubierto. Un aire frío le advirtió que no sólo sus extremidades estaban afectas, sino que ahora también quedó parcialmente con la nalga al aire. Las risotadas de las niñas cayeron sobre él como una lápida vergonzosa. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Aguijoneado por la humillación, la rabia y el dolor producido por los ataques de sus oponentes, Uñac-Huilli cerró sus puños y soltó un agudo grito de rabia. Lo que nadie había podido, lo estaban logrando este trío de mequetrefes, luego de haber derrotado a sus Malcriados y escapado de la Cuna de Tinieblas. A este paso tendría que recurrir a su mejor…<o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Un tremendo puñetazo cristalino alcanzó su cara. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">El máximo ataque de Nico y su arma, Kaiserpuño, había impactado de lleno, provocando que los largos colmillos del Crecido se rompieran en mil pedazos. Rodó el demonio por el suelo, agarrándose la cara y escupiendo sus últimos fragmentos de dientes. Alzó la vista y los ojos del pequeño Nico lo regaron con oprobio y desprecio. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¿Quién es el débil?! ¡Nadie más que TÚ, Uñac-Huilli!<o:p></o:p></span></b></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></b></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Con las manos posadas en su rostro, casi vencido por el dolor, el Crecido sintió un gran deseo de llorar. Todo le dolía en su cuerpo. Cabeza, manos, pies, barriga, espalda… Nunca había pensado que él, el amo y dueño, podría ser menos que esos tres mequetrefes. Por su parte, Puño relucía de satisfacción. Sus niños habían superado las fuerzas de su odiado enemigo, derrotándolo con toda facilidad. Ni siquiera había coincidido las palabras del grabado en la Cueva de la Siesta, pues sólo en una breve pero intensa batalla el Crecido había mordido el polvo. Los niños se estaban aproximando a su némesis prácticamente vencido.<o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Te rindes? – preguntó Nico. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Si prometes irte y no volver nunca, te perdonaremos. – Le dijo sonriente Rachel.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">…y ya no te vuevas a potar mal. – Terminó Nica.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Uñac-Huilli, con la cabeza baja, no respondía. Al aproximarse un poco más los niños, levantó con violencia la cabeza, y lució una sonrisa espeluznante, aun a pesar de sus dientes rotos. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Kiru Tiyapuy, Guaxra Tiyapuy, Chupa Tirapuy</span></i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">… - susurró lenta y melodiosamente. - <i>Kiru Tiyapuy, Guaxra Tiyapuy, Chupa Tirapuy…</i> <i>Kiru Tiyapuy, Guaxra Tiyapuy, Chupa Tirapuy… </i>- al tiempo que iba recitando ese cántico, Uñac-Huilli comenzó a babear. Una saliva negra, espesa, que corría a hilos por su rostro, su cuello y su cuerpo hasta llegar al suelo. Despedía un hedor tan intenso que una náusea violenta sacudió a los tres niños. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Qué estás haciendo? ¡Qué peste! – Protestó Nico.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡Me das asco! ¡Ya deténte! – Dijo Rachel.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¡FUCHI!! ¡¡APETA A CACA!! – Rezongó Nica. <o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Atrás de ellos, Puño estaba horrorizado. Conocía bien las palabras recitadas por el Crecido. Eran las mismas que usaba para atacar siempre, pero este idioma era…<o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡¡NIÑOS!! ¡¡RETROCEDED, NO OS APROXIMÉIS!! – Los tres obedecieron al instante y viendo a su enemigo prácticamente vomitando esa baba negra, preguntaron qué era lo que estaba pasando. – Mis pequeños, Uñac-Huilli está usando un lenguaje muy antiguo y prohibido. Dentro de él se maquina algo horrendo, ¡debéis estar alerta, pues nuestro adversario aún no cae!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Habiendo terminado de hablar Sr. Puño, Uñac-Huilli dejó asimismo de recitar. Fijó su vista en los pequeños. Una mirada tan llena de odio y rabia, que Nico, Nica y Rachel se estremecieron de miedo. Y sin dejar de sonreír, el Crecido dijo claro y fuerte estas palabras:<o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><b><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">…YANA-GUAGUA</span></i></b><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Dirigió su mirada hacia el cénit y el babeo se volvió un chorro de vómito. Un manantial líquido y fétido cubrió por completo al niño demonio, hasta volverse un orbe del tamaño de un adulto. En su centro surgió un ojo escarlata, y la esfera se dividió en dos. Cada nueva esfera, aunque más pequeña, se dividió en dos más. El proceso, como una mitosis monstruosa aumentaba y se aceleraba. El grupo de bolas se volvió como una mora. Las esferas negras, cada una con su ojo enrojecido, se hacían más y más chicas, pero el conjunto crecía, enraizándose en piso, paredes y columnas. De la parte central brotó una burbuja carnosa y semitransparente, tan grande como un carruaje, repleto de un líquido turbio. De súbito la burbuja se elevó estando unida a su base por un tentáculo repleto de ojos desorbitados y rompió su contenido. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Agazapado entre los restos de la burbuja, que asemejaba una flor abierta, yacía un enorme y monstruoso bebé. Nada que pudiera ser equitativo a lindo o hermoso era compatible con este ente, pues su piel misma era rugosa y cubierta de nudos y filamentos. Dos filas de pequeños cuernos adornaban su cabeza. Sus manos y pies que se abrían y cerraban a cada rato, mostraban garras filosas y retorcidas. Su única vestimenta era su propio cordón umbilical que lo envolvía irregularmente. Al abrir los ojos, mostró un carmesí centelleante, y se abrió un tercer ojo en medio de la frente, del mismo color. Una boca repleta de colmillos agudos que parecían cubrir hasta los carrillos desencadenó un vagido agudísmo, como el de un bebé al respirar por primera vez. Pero de tal intensidad y vibración, que los tres niños quedaron completamente paralizados. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Era la forma final de Uñac-Huilli. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Los tres pequeños, completamente indefensos, sentían una mezcla de asco, terror y desesperación al ver semejante monstruo moviéndose en frente de ellos. ¿Acaso volverían a sufrir una derrota, esta vez absoluta y definitiva? Las tres armas estaban a sus pies, sin dar muestras de actividad. Ultibat, Trivarita y Moggle, completamente inútiles. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Sr. Puño volvía a repetir su anterior pesadilla y trauma. Criar y entrenar a niños, enfrentarlos al adversario y viéndolos vencidos a sus pies. Esta vez de una manera mucho más horrible, pues tampoco había manifestado tal poder el odiado Crecido. No podría soportar volver a huir, sabiéndose culpable fundamental de la caída de estos tres inocentes. Entre el torbellino de pensamientos que lo agobiaban, Uñac-Huilli iba a mandar su obús más potente. Entre gimoteos y gorjeos alienados, se materializó una esfera como la noche, más grande que el propio monstruo y con el poder de volatilizar cualquier cosa. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Con un movimiento de manos, Uñac-Huilli disparó la bola negra a los niños que aún no salían de su parálisis. Ya no les aguardaba un llanto amargo, ni siquiera era cuestión de dolor, enfermedad o tristeza. Era la aniquilación segura. Desaparecerían de este y cualquier otro mundo. Para siempre.<o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"> ¡¡¡NOOOOOOOO!!! ¡¡NO MORIRÉIS, MIS PEQUEÑOS!!<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">De repente, algo como una centella plateada golpeó con furia la esfera que estaba a punto de engullir a los tres héroes. Los niños que habían logrado salir de su estado, miraron asombrados que Puño, cubierto esta vez por una armadura plateada que lo hacía lucir como un sólido guantelete de metal, se había lanzado contra el ataque del demonio y estaba en pleno forcejeo de poder. Finalmente, con un rápido vaivén, Puño logró desviar la trayectoria de la esfera hacia arriba. Esta simplemente atravesó el techo cristalino del cénit de la sala, deshaciendo todo a su paso hasta caer a lo lejos. Un profundo cráter había quedado donde cayó la esfera negra. Quizá no surgiría ahí nada vivo en mucho tiempo. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Puño cayó con su armadura completamente destruida frente a los niños. Rachel, ya completamente repuesta, cantó el sana-sana para todos. Mientras, Uñac-Huilli había cerrado la burbuja y entró en un modo estático. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Qué pasó, sr. Puño? ¿Qué es eso? – preguntó ansioso Nico, mientras Rachel seguía sanando a todo el grupo. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">…Uñac-Huilli debió convocar a una forma demoníaca más allá de su poder normal. Usó un lenguaje que fue prohibido hace mucho, por lo peligroso de sus efectos. Por tanto, mis pequeños, contempláis la forma final de Uñac-Huilli, el Yana-Guagua. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Yana-wawa? ¿Entonche é más malo? – acotó Nica.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Millardos de veces más maléfico, mi pequeña. Temo mucho que esta vez será casi imposible derrotarle, a menos que… - Puño se detuvo y recordó nuevamente las palabras del mural.<o:p></o:p></span></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Ante el mal recién nacido<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Esta tierra sucumbirá<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Pero tres elegidos darán cara,<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Y el mal vencido será.<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Miles de luces blancas<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Barrerán el oscuro proyectil<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Romperán la dura coraza,</span></i><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"> </span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Fuego, Hielo y Rayo unidos<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Y el vórtice violento cual misil,<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Acabarán al de negro ungido.<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="margin-left: 36.0pt; text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Es tiempo. Ya es tiempo de acabar con este execrable, que tanto dolor nos ha costado. ¡Mis niños queridos, podréis hacerlo y sólo vosotros! – Arengó Sr. Puño a sus tres pequeños guerreros. Estos estaban nuevamente prestos para la lucha. La que decidiría la victoria o la derrota. Y para ésta no había lugar. – ¡Observad! Yana-Guagua se ha debilitado por ese ataque, así que se refugia en su coraza para volver a reunir energías. ¡Tenemos que actuar exactamente como lo dispuso el mural, caso contrario la derrota será segura! ¡Usad pues todas vuestras fuerzas! ¡ES TODO O NADA!<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡MUY BIEN! – Gritaron los tres niños al unísono. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 15px;"><iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/7Tcn8s5g_eY" width="420"></iframe></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 15px;"><br /></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Al mismo tiempo, Yana-Guagua se había recuperado completamente, y formó de nuevo la mortífera esfera negra, esta vez sin un Puño que lo desviase, porque éste había usado casi todo su poder en repeler el recurso. La bola oscura era aún más grande que la anterior, y con un pase de manos, fue lanzada a los niños. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡RACHEL, OÍD! ¡MILES DE LUCES BLANCAS BARRERÁN EL OSCURO PROYECTIL!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Moviéndose al unísono, Rachel hizo que Princesa Aigis tensara su arco y una brillante y alba flecha se materializó. Pero no era suficiente, así que a la orden de la niña, Aigis extendió sus alas las que se iluminaron cegadoramente, insuflando poder a su saeta; que se engrosó y cargó de energía. Así ordenó el disparo, poniendo toda su fuerza en la orden. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡Aigis, dispara! ¡¡MIL SAETAS ALBAS!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">La luminosa flecha se convirtió en cientos y cientos de proyectiles níveos que impactaron la esfera negra, hasta que en una explosión, ambos ataques se anularon mutuamente. Ostensiblemente impactado, Yana-Guagua se protegió en su coraza carnosa para recargar su maligno poder una vez más. El llamado de Puño volvió a escucharse. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡NICA, ESCUCHAD! ¡¡ROMPERÁN LA DURA CORAZA, FUEGO, HIELO Y RAYO UNIDOS!! <o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Nica asintió. Hizo su danza invocatoria, disolviendo los tres espíritus en su báculo y haciendo surgir al lobo de los tres elementos, Tritoch. Poniéndose frente a la bestia, la niña aferró a Trivarita concentrándose al máximo al tiempo que el lobo cargaba su brazo izquierdo de fuego, su brazo derecho de hielo y en su pecho los relámpagos refulgían como un sol brillante. A un nivel superior aún al que permitió el escape de su prisión tenebrosa. El ataque estuvo a punto. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡Con toda tu fuecha, Titoch! ¡¡TIPLE EJECUCHÓON!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">El lobo abrió sus fauces y detonó una imparable andanada tri-elemental que fue a dar directo contra la protección carnosa de Yana-Guagua. La brutal oleada golpeó la coraza, la cual empezó a resquebrajarse, hasta que reventó desintegrándose y volatilizando todo vestigio de las raíces y el tentáculo que daba sostén a la criatura. Esta cayó al piso y trabajosamente gimoteó, centelleando sus carnes mostrando su impotencia. Y entre los destellos, justo en el tercer ojo del bebé monstruoso, se vislumbró una silueta. ¡Era Uñac-Huilli, escondido!<o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Ya las niñas habían logrado contrarrestar el ataque de Yana-Guagua y exterminado a su coraza protectora. Era el momento del último paso. Puño gritó con las fuerzas que le quedaban: <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡NICO, AHORA DEPENDE DE VOS! ¡¡Y EL VÓRTICE VIOLENTO CUAL MISIL, ACABARÁN AL DE NEGRO UNGIDO!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Nico ya estaba calzado sus visores de Hermes y sus guantes Genji, aferrando a su leal Ultibat. Apuntó hacia arriba y surgió Kaiserpuño, cristalino y reluciente. Sabía que él era quien tenía que dar el golpe final. E iba a poner todo, TODO su poder y voluntad.<o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡KAISERPUÑO! ¡¡VÓRTICE!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"> Mientras empezaba a girar el nudillo más y más veloz, el niño dio un gran salto, despegando y volviéndose la punta de un violentísimo tornado, que luego de dar vuelta para tomar más potencia se dirigió velozmente hacia el objetivo. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Ya no era un simple ataque, eran las tres voluntades de los niños unidas, fortificadas con el ánimo de Puño y magnificadas con Pureza, Inocencia y Alegría, las tres Virtudes del Niño. Eran los clamores de una tierra desolada por el miedo. Eran las súplicas de tantos niños esclavizados por ese demonio. Era el deseo conjunto, de terminar con esta larga tiranía. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Uñac-Huilli sintió el tiempo espesarse. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Ya no veía a esos tres malditos que estaban nuevamente superando sus fuerzas. Ya no veía a su antiguo rival, una vez derrotado por él. No veía castillo, no veía fuerza, poder, conquistas, nada. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Sólo ese horrible remolino que se aproximaba….<o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">…que le provocaba un miedo indescriptible.<o:p></o:p></span><br /><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Igual al remolino del río…<o:p></o:p></span></i><br /><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">…donde lo habían arrojado…<o:p></o:p></span></i><br /><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">…al nacer…<o:p></o:p></span></i><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Mamá… <i>por qué me echas al río? ¿Es que nunca me quisiste</i>?¡<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Demasiado tarde volvió a sus sentidos. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Kaiserpuño penetró taladrando el ojo central del bebé monstruoso y arrancó a Uñac-Huilli por la parte posterior de la gran cabeza. El niño demoníaco había recibido toda la fuerza directo en la barriga transfigurando su rostro a un rictus desencajado y de ojos completamente fuera de sus órbitas. ¡Y el ataque apenas principiaba! Con todas sus fuerzas y la boca abierta en un mudo y furioso rugido de batalla, Nico hizo blanco en todas las partes que pudo de Uñac-Huilli con su giratorio puño cristalino. ¡Diez, veinte, cincuenta, cien, doscientos, quinientos, MIL Y UN GOLPES cayeron mientras volaban por toda la sala envueltos en el torbellino! Finalmente un muy maltrecho Crecido salió despedido por un lado del remolino mientras que Nico aterrizaba de mala manera a unos pasos de su enemigo, agotado por completo luego de liberar tan feroz golpiza. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Los tres niños estaban sentados o caídos, sobre todo Nico, quien a punto de llorar por el tremendo esfuerzo, vio a Uñac-Huilli incorporarse trabajosamente. Tosió convulsamente y empezó a recitar, pero el dolor y las toses no le permitían completar sus conjuros:<o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡Dien..tes ten…! ¡Garras…! ¡Co..cola te-ten…teng…! – Cada intento de ataque era interrumpido por una tos seca y convulsa. De pronto, algo brilló en las comisuras de los ojos de Uñac-Huilli y empezaron a resbalar por sus amoratadas mejillas. Lágrimas. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡aaaaaahhh, AAAAAHHHHHHHH!! ¡¡AAAAAAAAHHHHHH!!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Uñac-Huilli estaba llorando a lágrima viva. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Como un torrente retenido hace mucho, las lágrimas no dejaban de fluir. Lentamente se acercaron Rachel y Nica, con una mezcla de aprensión, sorpresa y pena en sus corazones. Nico había logrado ponerse en pie, aferrando un último beso de Mamá. Quería dárselo a Rachel para que pudieran curarse todos. Pero permanecía ahí, viendo el llanto interminable del que era u enemigo. Un dedo acusador apuntó a los niños. Uñac-Huilli, sin dejar de llorar, los señaló con resentimiento.<o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡Todos… todos ustedes tienen mamá! ¡Pero a mí me echaron! ¡Nadie me acogió en sus brazos! ¡Me hundí en el agua, en ese remolino, como una piedra! – Bajó el dedo y prosiguió llorando un rato. Y volvió a increpar a los niños. - ¡Mi propia mamá! ¡La que debía amarme, cuidarme y criarme! ¡Me echó al río como basura! ¡Terminé en un pozo lleno de oscuridad, y ella fue mi única compañera mientras recibía los lamentos de otros que compartían mi destino! ¡Mi rencor crecía, se nutría de la oscuridad y me hacía más y más fuerte! ¡POR ESO LOS ODIO TANTO A USTEDES! ¡Ustedes, que tienen una mamá que los ama, son los que más odio! ¡Esta tierra, a la que llegué por casualidad, estaba repleta de gente como ustedes! ¡Yo los acabé y los puse bajo mi mando y luego rapté otros niños… para que nunca más me dejasen solo…!<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Uñac-Huilli, el Crecido, se derrumbó entre sollozos que sacudían todo su cuerpo. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Los tres niños, victoriosos al fin, se miraron entre ellos. Todo deseo de pelea y de antipatía había desaparecido. Incluso se sentían conmovidos al ver a su némesis ahí, en un mar de llanto, torturado por sentimientos tan feos. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Tienes razón. Es horrible no tener una mamita que te quiera y te proteja… - dijo compungida Rachel.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Yo no quero que me deje mi mami… y ya la etraño… - susurró Nica al borde de las lágrimas. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Nunca supe de vuestro predicamento, Uñac-Huilli. Si tan sólo hubierais sido menos violento al venir acá… - razonaba Sr. Puño. <o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Sólo Nico no había dicho una palabra. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Estaba de pie frente al sollozante Crecido, y como el mayor de los tres, había comprendido muy bien lo que había dicho su enemigo. Miró su manito y tomó una desición. Nico se acuclilló frente a Uñac-Huilli y apretó el Beso de Mamá contra su frente. Puño ahogó un grito. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡Nico, deteneos! ¿Qué hacéis? – pero el niño alzó la mano interrumpiéndolo.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Tranquilo Sr. Puño. Sé lo que hago.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">En el momento que el Beso de Mamá se posó en la frente del Crecido, una miríada de sentimientos cálidos y tiernos envolvió el cuerpo del malogrado niño. Lo que nunca había tenido oportunidad de sentir cuando nació, lo recibía con creces. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Amor, protección, ternura, cariño, delicadeza. Todo eso fue borrando poco a poco dolores, pesares, tristezas, rencores y odios del cuerpo y alma de Uñac-Huilli. Flotaba deleitado en el aire mientras el ítem renovador hacía su trabajo. Hasta que el efecto terminó y los pies del Crecido volvieron a tocar tierra. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Se hizo un espeso silencio mientras los adversarios se miraban fijamente. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Vas a… pelear otra vez? – le preguntó por último Nico. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Fuiste vencido en pelea justa. Tienes que reconocer eso. – prosiguió Rachel.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">…no debe ser picado.. – terminó Nica. <o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">El silencio se volvió a apoderar de la sala. Sr. Puño estaba muy tenso, temiendo un traicionero contraataque. Pero todo lo que hizo Uñac-Huilli fue bajar la mirada y, ante el asombro de todos, sonreír tiernamente. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 15px;"><iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/fPU7Ts_Q-dQ" width="420"></iframe></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 15px;"><br /></span> <br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">No. Esto que me regalaste hizo mucho más que restablecerme. Me hizo conocer lo que ustedes han disfrutado. Mi odio y rabia se ha terminado. – Mientras hablaba, su cuerpo empezó a difuminarse en miles de chispitas de colores que se elevaban al cielo. – Mi espíritu se encuentra en paz. Les agradezco por eso. Y perdóname – añadió mirando a Sr. Puño – por tanto mal cometido. Voy a desaparecer de esta linda tierra, y los que eran mis esclavos, serán libres de nuevo. <o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Una columna de luz se fue tragando lentamente a Uñac-Huilli, mientras su cuerpo se terminaba de convertir en miles de lucecitas, que fueron ascendiendo y borraron el gran nubarrón que cubría todo el castillo. Un sol cálido y reconfortante iluminó toda la sala, al tiempo que se oía las últimas palabras del que anteriormente asolara este lugar: <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">ADIÓS…<o:p></o:p></span></i></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span></i></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Las sonrisas se fueron dibujando en carita de cada niño. Puño, aún debilitado pero exultando felicidad acarició sus cabecitas jubiloso. <o:p></o:p></span><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Mis niños. Mis pequeños elegidos. Mis príncipes. Lo habéis conseguido. Habéis vencido al Crecido, a Uñac-Huilli. Esta tierra ha sido liberada gracias a vuestros esfuerzos. Personalmente nunca tendré suficiente para agradeceros.<o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Los pequeños riendo de alegría y júbilo, corrieron a abrazar a su mentor y amigo. Por fin su aventura había terminado. Al mismo tiempo vieron que los tres Malcriados, cuyos cuerpos petrificados yacían en diversos lados de la sala, recuperaban el hálito de vida y se miraron sorprendidos, como saliendo de una larguísima pesadilla. <o:p></o:p></span><br /><br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¿Sr. Puño? ¿En verdad han derrotado a Uñac-Huilli? – preguntó Eclair. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">¡Guau! ¡Son mucho má fuetes que nochotos! – coreó excitada Pavlova. <o:p></o:p></span></div><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Ustedes… lograron lo que ninguno de nosotros pudo. ¡Son geniales! – acotó con una enorme sonrisa Windbeutel. Puño se precipitó a abrazarlos y a pedir su perdón, por haberlos abandonado aquella vez. <o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Los antiguos héroes perdonaron de buena gana a Puño, pues estuvieron conscientes que nada pudo hacerse en ese tiempo. Además, carecían de las virtudes del Niño. Posteriormente, Pavlova sacó de entre su vestido un Beso de Mamá, que lo entregó presurosa a Rachel. Esta, con las fuerzas restauradas, curó a todos incluyendo a Puño. Y todos montados sea en Sleípnir o en Silpho, volaron hacia Parque Berrinche. Ahí los esperaban gozosos Igg-Drasil, acompañado de su nuevo pupilo Juglar (quien esta vez había aprendido a mantener la boca cerrada), los gemelos Tremor y Sismo y un enjuto B. Hemont, quien en castigo por su malos modales, estaba sirviendo como mayordomo. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Fue una semana de festejo incesante, disfrutando como los niños que eran. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Hasta que llegó el momento del último adiós. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <br /><div style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">-<span style="font-size: 7pt;"> </span></span><!--[endif]--><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Mis pequeños, gracias a los poderes combinados de mi mecenas y míos, podremos devolveros a vuestro hogar, al momento exacto de vuestra partida. <o:p></o:p></span></div><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Aunque Nico y Rachel estaban deseosos por volver y habían devuelto sus respectivas armas, no sin una cariñosa despedida, no encontraban a Nica por ningún lado. Finalmente la encontraron, llorando compungida frente a Tritoch. El lazo entre ellos era sumamente fuerte. Pero el lobo le hizo entender que sin importar la distancia, siempre estarían juntos. Como prueba de ello, Tritoch le entregó un colmillo convertido en sortija. Nico conservaría los visores y Rachel un prendedor de pelo con el rostro de Moogle. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Fue así que tras derramar lágrimas al despedirse, los tres niños fueron envueltos en un halo luminoso. Al abrir los ojos de nuevo, se encontraban frente a la cisterna, cuya tapa se cerró silenciosamente. Hicieron entre los tres un gran esfuerzo por abrirla pero bajo ella sólo hallaron agua. Comprendieron entonces que su aventura había concluido y que llegaron tal como habían partido. Poderes, armas, vestimentas, todo quedó allá. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Menos los recuerdos. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Rachel se despidió de sus primos y volvió con su mamá a su casa. Su papá ya las estaba esperando y la recibió con un enorme beso y un abrazo. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Nico y Nica, luego de bañarse y colocarse su pijama, comieron su merienda con inusitada avidez. Nico ya había advertido a su hermana de hablar como antes para que sus papás no sospechen nada, lo que ella cumplió a cabalidad. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Los tres niños, cada uno en su camita, se entregaron a un profundo y reparador sueño. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Porque mañana será otro día para aprender. Para jugar. Para reírse. Para llorar un poco. <o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">PARA VIVIR.<o:p></o:p></span><br /><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><br /></span> <br /><div align="center" style="text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Y fue así que mis tres niños elegidos finalizaron sus aventuras. Toda esta gran odisea ha sido debidamente registrada en este libro. El cúmulo de aventuras, alegrías, penas, dolores y victorias será recordado y formará parte de las canciones y las historias para el porvenir. Yo seguiré velando continuamente por el bienestar de esta hermosa tierra.<o:p></o:p></span></i></div><div align="center" style="text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">FANTAXION.<o:p></o:p></span></i></div><div align="right" style="text-align: right;"><i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;">Edward Maximilian Puño. </span></i><span lang="ES" style="font-size: 11.0pt;"><o:p></o:p></span></div>Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2076217368601029962.post-18167984524383856182013-01-04T14:59:00.000-05:002013-05-16T17:53:17.553-05:00Cuna de Tinieblas. ATENCION: <br />Esta es la continuación del cuento que vengo haciendo con mis sobrinos de protagonistas, pero con un importante salto en la trama desde el último capítulo "En busca de un nuevo trono". Toda discontinuidad en la trama será resuelta cuando escriba y publique tres o cuatro capítulos más. Pero por lo menos pude sacar ya una conclusión. Así que espero la disfruten. <br /><br /><br />Los tres niños fueron tragados por la esencia sombría de Pavlova, Éclair y Windbeutel, los Malcriados derrotados. Tres esferas negras como la noche, donde serían atormentados una y otra vez por sus miedos, por sus pesares y sus tristezas. <br />El peor de los castigos creado por Uñac-Huilli, el Crecido. La cuna de tinieblas. <br />Nico abrió los ojos terminando de blandir a Ultibat, cuando había visto esa enorme manta negra irse sobre él. Dio un traspié por el golpe tan fuerte que no alcanzó ningún blanco. Se encontraba solo, en un salón gigantesco de forma circular y en cuyos extremos estaban nueve portones equidistantes. Todo era de un deprimente color gris. Piso, paredes, incluso las puertas de madera, pintada del mismo color. Monocromía en todo. El niño miró de un lado a otro, sin hallar más que gris en cualquier dirección. <br /><br />- ¡Nicaaaa! ¡Racheeeel! – gritó con toda la fuerza que pudo. No hubo respuesta. Se aproximó corriendo a la puerta que tenía más cerca. Se abrió con un rechinido y mostró una escalera con una luz más arriba. Nico la subió y fue a dar en un salón con exactamente la misma configuración. Todo gris. Todo monócromo. Y ni rastro de su hermana o de su prima. – Tienen que estar en algún lado. ¡Voy a encontrarlas!<br />Así que esta vez el pequeño fue abriendo uno por uno los portones y descubriendo que las escaleras subían o bajaban, pero siempre mostrando la luz al final. La preocupación empezó a carcomer su espíritu, mientras aleatoriamente escogía una escalera. Pero el resultado siempre era el mismo. El gran salón circular, las nueve puertas, unas con escaleras que subían, otras que bajaban. Nico apretó los dientes y siguió avanzando en busca de las niñas.<br /><br /><br />Rachel se encontraba en una planicie vasta, formada por grandes baldosas rojas y rectangulares que se extendían hasta casi donde llegaba su mirada, pero más allá no se vislumbraba mayor cosa. Miró hacia arriba y un cielo negro, brumoso y perturbador llenó sus ojos. Estaba muy cercana a un pilar rectangular y del mismo color de las baldosas. Al tocarlo lo notó gélido y hasta repulsivo. <br />- ¿Dónde estarán Nico y Nica? – se preguntó aferrando con fuerza a su peluche. La soledad la molestaba y se sentía cansada luego de la batalla con el Malcriado que fue su adversario, Windbeutel. <br /><br />Emprendió una búsqueda de sus primos por esa planicie roja, pero por más que forzaba la vista no distinguió a nadie. Así que se aproximó hasta el borde por si acaso hubiera un camino aún sin notar y que lo llevara con los otros niños. Tras caminar un rató llegó al borde. Lo que vio la hizo palidecer del terror. <br /><br />Terminando la última baldosa no había más que aire. Una caída inconmensurable. La altura a la que estuvo en la prueba en Parque Berrinche parecía un saltito desde la cama, comparado con esto. Muy abajo, había un mar oscuro y brumoso, pero que serpenteaban relámpagos que ocasionalmente ascendían como manos engarfiadas queriendo aferrar algo. A los oídos de la niña llegaron silbidos y aullidos como si ese océano estuviera vivo. Con las rodillas temblando como gelatina Rachel retrocedió unos pasos cuando un súbito temblor la hizo perder pie. Cayó sentada sobre la penúltima fila de baldosas, y súbitamente la última se iluminó, se desprendió y cayó al mar silbante. La aterrorizada niña no esperó a ver que las baldosas llegasen al final. Chillando de miedo, se precipitó al helado pilar, mientras se producía otra caída de los pedazos de suelo hacia el abismo. <br /><br /><br />Nica volteaba su cabecita confundida, sin saber por cuál callejón tomar. Estaba en el centro justo de una encrucijada de cinco túneles metálicos, que la continuidad cada tres metros se interrumpía con una cinta luminosa que proveía luz al túnel. Todos los callejones eran tan largos que era imposible ver un final, encima que parecían torcerse y curvarse a lo lejos. Buscó de un lado a otro a su hermano y a su prima, pero sólo vio luz artificial y brillos metálicos en cada túnel. <br />- ¡NICOOOO, RACHEEEEL!! ¿¡DONE ETÁAAANN!!? – llamó lo más alto que pudo. Ecos decrecientes fueron las únicas respuestas. – Voy a tené que bucalos, poque no quero etar solita. – Tomó a Trivarita en sus manos y escogió un túnel al azar. <br /><br />Nica caminaba sin llegar al final de su túnel, cuando unas risas huecas la paralizaron. Muchos metros más adelante, las luces se empezaron a apagar, y desde la oscuridad no sólo surgieron esas risas cavernosas sino una miríada de pupilas rojizas y brillantes. Pero era esa espesa y horrible oscuridad la que inspiró más miedo en la pequeña. Para defenderse invocó al lobo negro Tritoch, el cual se colocó frente a la niña para protegerla. El lobo soltó un gruñido de advertencia mientras las brumas avanzaban más y más conforme cada luz se iba apagando. Nica no lo pensó dos veces y ordenó atacar a Tritoch con fuego. El animal soltó un chorro abrasador que impactó sobre la masa negra y la hizo arder. Pero la sonrisa de victoria se congeló en el rostro de la niña cuando las llamas fueron tragadas por las brumas. Otra luz se fue apagando con lo que la oscuridad avanzó un poco más. Retrocedió corriendo unos pasos y probó otro ataque. Un montón de carámbanos fueron a dar contra la masa, que se congeló y quedó quieta. Sin embargo, ni tiempo le dio a Nica de suspirar de alivio cuando lo congelado se fragmentó y fue tragado por la niebla llena de pupilas rojas. Con un nuevo retroceso, Nica intentó su último ataque: el rayo. Del hocico abierto del lobo salieron varios relámpagos que asimismo, luego de un rato de estar paralizado por la electricidad, poca mella hizo en la masa, que inclusive empezó a avanzar más y más deprisa. Con el corazón en la boca, Nica regresó a Tritoch mientras volvía al punto de partida. Era posible que algún otro túnel le permitiera encontrar a su hermano y su prima. Y sobre todo, evitar esa espantosa oscuridad llena de ojos rojizos y de risas huecas que aún resonaba en su cabeza. <br /><br /><br />El agotamiento y la desesperación hicieron presa en Nico. Había perdido la noción del tiempo y del espacio entre subir, bajar, correr, bajar, bajar, subir, subir, subir, bajar… para encontrar siempre la misma escena. Ese salón gris que se tragaba todo sonido. Un silencio tan absoluto que podría volver loco a cualquiera. Hambre. Cansancio. Frío. Sed. El cuerpo del niño fue aguijoneado repetidas veces por esas necesidades, pero lo que pesaba más, lo que lo frenaba a seguir buscando y lo hundía en la desesperanza era la soledad.<br /><br />Nadie quien lo ayude. <br />Nadie quien lo oiga.<br />Nadie quien lo socorra.<br />Nadie quien lo cobije. <br /><br />Con un alarido de rabia, el niño sujetó a Ultibat y surgió su ataque más poderoso: Kaiserpuño. Se lanzó a la pared más cercana y con todas sus fuerzas estrelló un puñetazo para desintegrar la pared. Para su sorpresa, la pared sólo se estiró un poco y rechazando el golpe, volvió a su forma original luego de ondear un rato. Así que Nico volvió a redoblar sus batazos, a ciegas, sin importar dónde cayeran los nudillos. Lo único que quería era que esa maldita pared se rompiera y pudiera finalmente escapar. Ya no pensaba en su hermana, ni en su prima, menos en Sr. Puño. A pesar de los tremores, las ondas cortantes y el mismo poderoso impacto de Kaiserpuño, ninguna pared ni siquiera se agrietaba. Sólo se estiraba, regresaba y ondeaba un rato. Llegó el momento en que las fuerzas se agotaron por completo y sólo pudo lanzar el bat a la pared. Al caer al piso, Kaiserpuño se volatilizó. Nico se aproximó lentamente a la pared y empezó a golpearla. Ni sacudirla pudo. Se recostó agotado contra la pared y se sentó lentamente. Por sus mejillas empezaron a caer lágrimas a montones. Lo que Éclair no había conseguido, esta prisión infinita lo logró a la perfección. Nunca antes el pequeño se había sentido tan desvalido, tan inútil, tan abandonado.<br /><br />- <b>¡¡DÉJENME SALIR DE AQUÍIIII!! ¡¡NO QUIERO ESTAR SOLOOOOO!!</b><br />Ni un eco para contestarle. <br /><br />Ya nada le importaba. Golpeó repetidas veces el piso mientras sollozos salían de su pecho apresuradamente. El dolor de sus manitos le decía que todo esto era real, no era ninguna pesadilla. Solo. Completamente solo… <br /><br /><br />Nica había corrido la misma suerte en cuatro de los callejones. Tras recorrerlo por largo rato, siempre surgía esa horrible niebla oscura, a la par que las cintas luminosas una a una se iban apagando. Esa masa negra, repleta de ojos rojizos y de risas graves y huecas. Todo ataque, sea de Tritoch, o de los otros espíritus elementales que se le ocurrió invocar, era completamente tragado y absorbido. Cuando ya sólo quedaba un último túnel, se dio cuenta que ese espanto amorfo había llegado a las entradas de los otros y empezaba a llenar el pabellón central. Ya con los otros lugares obliterados, del centro de esa niebla emergió un ojo mucho más grande y de vista tan penetrante que la niña sintió helarse la sangre en sus venas. <br /><br />- <b>¡IIIIIHHHHH!!! ¡¡LÁGATE, VETE AQUÍ!!</b> – chilló histérica la chiquita. Lo que más la aterrorizaba era la oscuridad. A veces, en su casa, su hermano la molestaba apagándole la luz del cuarto haciéndola llorar. Y también recordaba cuando recibió alguna amenaza cuando se portaba mal. Que si venía el señor feo, si venía el cuco o el fantasma debajo de la cama… Pues ahora todo eso estaba materializado. E iba tras ella. Invencible, imparable. Ni siquiera el poderoso Tritoch era capaz de detener a la oscuridad. <br />Sólo tenía una dirección para escapar. En el último túnel. <br /><br />En su loca y precipitada carrera, ni cuenta se dio Nica que Trivarita cayó de su mano. Cada vez que veía atrás el ojote seguía avanzando y avanzando, lento pero implacable. Hasta su sombrero puntudo se desprendió mientras corría, pero nada de eso le interesaba a la pequeña. Sólo quería escapar, huir y no ver más esa cosa negra con un ojo rojo y grandote, que disminuía su distancia entre ambos conforme se iban apagando las luces del túnel. Un golpe violento en su frente la detuvo. Ya con lágrimas en sus ojos vio que el camino estaba cerrado. Una pared de metal. Y las risas, las oía acercarse más y más, mientras a lo lejos, las luces se iban apagando una a una. <br /><br />Nica no pudo más. El dolor del golpe, el miedo que sentía y la desesperación la hicieron caer en un agudo llanto. Golpeaba febrilmente la pared buscando una apertura o algo por donde pudiera colarse y escapar. No quería estar en lo oscuro. No quería que las luces se apagaran. Y la oscuridad del gran ojo finalmente estuvo frente a frente. La niñita soltó un grito de horror sin cesar de llorar, acurrucándose en el piso, mientras las últimas luces se empezaron a atenuar…<br /><br /><br />Rachel temblaba, no sólo por el intenso viento y la gelidez del pilar en donde se apoyaba, que si bien parecía sólido y estable no tenía un solo lugar del cual asirse o trepar. Su principal razón de temblar era ese abismo que crecía por momentos, sin darle un lugar a refugio, donde regularmente una columna de baldosas granate iban cayendo a ese mar embravecido, tormentoso y que silbaba como un monstruo gigantesco. Ya su mirada podía ver claramente el vacío que lentamente avanzaba hacia ella. Ni Byakko, ni Ursus, ni Sleipnir, y ni siquiera Princesa Aegis podían hacer algo para ayudar. Había probado con Aigis disparar flechas albas una y otra vez hacia el mar pero éstas simplemente se hundían en el agua. Un leve destello se lograba ver como último resquicio de las saetas disparadas, pero nada más. El viento no se apaciguaba, ni los pedazos de piso dejaban de caer. Por último y ya presa de la desesperación, apuntó todos los ataques posibles al gran pilar para ver si así lograba dominar las caídas o procurarse un sitio para refugiarse. Zarpazos, alaridos, coces y torbellinos, y las saetas luminosas. Ningún ataque logró siquiera mellar la superficie del pilar. Habiendo utilizado toda su fuerza y voluntad en Moggle, su forma más fuerte, Princesa Aegis, se iluminó y encogió hasta quedar como el exánime peluche original. Al caer otra fila de baldosas, y estar a algunos metros de la inexorable caída, Rachel entró en histeria. Agarró su peluche y lo golpeó enloquecidamente contra el pilar. Y ante ese último fracaso lanzó el juguete y lo pateó. Moggle rodó un trecho y una ráfaga de viento más fuerte que las anteriores lo hizo volar hasta el borde del abismo. <br /><br />- ¡NO MOGGLE! ¡NO TE CAIGAS, POR FAVOR, PERDÓNAME POR PATEARTE! <br />Hizo la niña su mejor esfuerzo por acercarse a recuperar su arma y ya estaba casi por agarrarlo, avanzando pasito a pasito, cuando la fila donde estaba apoyado se iluminó y cayó al vacío. <br /><br />Sin arma, sin sus primos, sin sr. Puño. Sólo el viento que la helaba, ese piso que colapsaba a cada rato y ese pilar frío que parecía burlarse de ella. Y ese mar silbante que buscaba tragársela, y que posiblemente terminaría realizándolo. Rachel fue retrocediendo lentamente hasta el pilar y empezó a llorar de frío, miedo y desesperación. No podía ni quería pensar en una solución. <br />- <b>¡¡AUXILIOOOOOO!! ¡¡SÁLVENMEEEEEE!!!</b><br />Sus sollozos se hicieron más violentos al ver que sólo tres filas de baldosas la separaban de una caída hacia ese mar agitado. Caería al fondo, se ahogaría de seguro…<br /><br /><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/ukDd2y6ASvY" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><br />Nico había vuelto a andar sin rumbo fijo. Hasta que cayó agotado al suelo, llorando amargamente. Ultibat yacía en algún lado, en alguna sala cuyo camino de regreso ya fue olvidado. La idea de darse finalmente por vencido le andaba a cada rato. Quería dormir, para luego despertarse en su camita, comer un rico desayuno y que este infierno fuera sólo un mal sueño. <br /><br />- Estoy solo… no tengo a nadie que me ayude…<br />- <i>¿Por qué dices eso, pequeño Nico? ¿En verdad crees que estás solo?</i><br />La suave y cálida voz contestó esa última interrogante. Nico se puso en pie de un salto, olvidando su cansancio. <br />- ¿Quién eres? ¿Dónde estás?<br />- <i>No estás solo, pequeño. Nunca lo has estado. A veces es fácil pensar que uno está abandonado pero siempre se tiene a alguien…</i><br />Una chispa salió de uno de los bolsillos del pantalón de Nico y empezó a brillar con más y más fuerza. Surgió entonces la figura de Pureza, la Virtud del Niño que tenía custodio. La luz cálida cubrió por completo al niño mientras disipaba todos sus malestares. Luego se dirigió a la mano de Nico, mientras las palabras resonaban directo en su mente. <br /><br />- <i>Recuerda a esas personas que siempre han estado contigo. Desde el momento que naciste. Todos los que te han apoyado, querido y protegido. ¿Cómo puedes decir que estás solo?</i><br />Entonces Nico comenzó a visualizar a las personas que más quería. Todos, comenzando desde su revoltosa e inquieta hermanita, todos fueron pasando como imágenes y haciendo que una sonrisa más y más ancha se dibuje en el rostro del niño. <br /><br />- Es verdad…¡no estoy solo! ¡Siempre estará alguien cerca de mí!<br />- <i>Ahora que lo sabes, sal de esta prisión. Tú puedes. </i><br />- ¡Eso ya lo intenté y no se puede! Las paredes hacen rebotar todos mis golpes! Además… perdí a Ultibat…<br />- <i>Si ves que a golpes no puedes hacerlo, entonces, ¿cómo crees que puedas conseguirlo? </i><br />Un diminuto recuerdo en la mente del niño cobró fuerza. Recordaba a su papá que cuando no lograba meter un clavo en la pared porque era demasiado dura… usaba… usaba… Los ojos del niño refulgieron a la vez que un tintineo sonó a su lado. Maravillado, se dio cuenta que era Ultibat! <br /><br />- <i>Ha llegado el momento que recibas mi poder, pequeño Nico. Combíname con tu espada y observa el verdadero ímpetu de tu Kaiserpuño. </i><br />Así el niño tomó el bat y con la otra mano juntó la brillante gema en la cúspide de su arma. Todo Ultibat refulgió llenando de luz la sombría sala. Aun con sus guantes de Genji, notaba un brío nunca visto antes en su arma. Se colocó sus visores y exhibió a Kaiserpuño. Este lucía más grande y si el anterior parecía de piedra, el nuevo era de cristal refulgente. Y eso no era todo. <br />- <i>¡Prepárate para perforar esta sala gris de una vez por todas, mi niño! ¡VUELA Y LIBÉRATE!!</i><br />El puño de cristal empezó a girar más y más fuerte, hasta que se formó un torbellino alrededor del niño. Este dio un salto y voló por los aires como un cohete. Fue hasta la elevada cúspide de la sala, girando en el último instante y quedado por unos instantes acuclillado cabeza abajo en el techo. Vio el amplio piso, las puertas y toda la monocromía gris. Pero esta vez decidido a sólo una cosa. Destruirlo por completo. Y no podía pensar en fallar o que la pared era más fuerte. Lo hará sí o sí!<br />Tomó impulso con sus piernas y junto al torbellino se lanzó contra el piso. En un parpadeo recorrió el espacio entre base y techo y esta vez la piedra gris estalló con un fulgurante estrépito.<br /><br /><br />Aunque la cortina de lágrimas que brotaba de los ojos de Nica ponía su visión borrosa, el ojo gigantesco no dejaba de figurar. Las risas se habían vuelto carcajadas y una penumbra estaba sustituyendo la anterior brillante luz. La masa de oscuridad estaba por tragarse a Nica. De pronto, algo brotó de la masa oscura y empezó a saltar hacia ella. Su sombrero de punta. Saltó hasta ponerse a los pies de ella. Al alzar el sombrero saltó una lucecita que destelló y a la par que fue tranquilizando a la niña, la masa oscura detuvo su avance y el gran ojo se entrecerró. <br />- <i>¿Por qué estás llorando, mi linda?</i> – habló la chispa danzante a la niña quien se secó los ojos y respondió.<br />- Poque esa cosa fea me da medo, y me quere tragá. <br />- <i>¿Y qué es lo que más te da miedo de esa cosa fea?</i><br />- Ese ojo… ese ojote dojo, y tambén, tambén… lo ocuro, todo eso ocuro… me quere comé. Me da medo.<br />- <i>¿Tienes miedo de la oscuridad, mi pequeña?</i> – susurró la chispa. La niña asintió sin vacilar. –<i> Sientes miedo ante algo que si crees que te hará mal, te hará mal.</i> – Ante estas palabras, la niña quedó pensativa y miró esta vez a la oscuridad. Por primera vez el ojo tembló inseguro. – <i>Tienes miedo y éste te controla por completo. ¿Oscuridad? ¿No tienes a algo parecido dentro de ti misma?</i> – El rostro de la niña se iluminó.<br />- <i>Y lo más importante: PUEDES CONTROLARLO…</i><br />- Titoch… pero ya no puedo sacalo, pedí a mi tivadita…<br />- <i>¿Estás segura? Revisa bien tu sombrero.</i><br /><br />Nica tomó de nuevo su sombrero y lo sacudió un poco. Ante su alegría y asombro, cayó de él su Trivarita. La niña lo tomó emocionada y lo abrazó. La chispa creció, aumentó su luz y se transformó en Alegría, la Virtud que le habían dado a cuidar. <br />- <i>Así como tus espíritus comenzaron en forma inmadura, igual Tritoch, el lobo negro, aún no ha mostrado toda su fuerza. Depende tanto de ti como de mi mostrar toda la capacidad de esta feroz bestia. ¡Efectúa el ritual!</i><br />- ¡Muy ben! ¡Ahora vas a vé, masa fea!<br />Mientras la oscuridad seguía temblando paralizada, Nica comenzó su danza. Igual que lo había aprendido en esa lejana cueva, fue repitiendo los mismos pasos, mientras en tres puntos específicos invocaba con correcta dicción a Salamandra, luego a Undyne y finalmente a Silpho. Llegó finalmente el momento clímax. Moviendo rítmicamente a Trivarita, fue reabsorbiendo el poder elemental de cada uno de los espíritus, con lo que el báculo se volvió rojo, luego azul y luego amarillo brillante, para terminar los tres colores mezclándose en el mismo lugar. Con un veloz pase, Nica golpeó el suelo con su varita y surgió un enorme pentagrama luminoso.<br /> <br />- <i>¡AHORA! ¡COMBÍNAME CON TRIVARITA!</i><br />De forma instintiva, la niña tomó a Alegría en su mano y la dirigió al mismo lugar donde puso su arma. De esta manera, surgió un cuadrado luminoso que transformó el pentagrama en un eneagrama que empezó a soltar miríadas de chispas multicolores, rojas, azules y doradas. Nica, con Trivarita firme entre sus manos dijo la palabra final.<br />- ¡¡TRITOCH!!<br />Lo que empezó ahora a salir del eneagrama, primero fue una enorme cabeza de lobo, de ojos como brasas ardientes, pero Nica ahora se percató que el resto del cuerpo no sólo era mucho más grande, sino que ahora en vez de ser un cuadrúpedo, era bípedo, como un enorme y poderoso licántropo. Era la forma final de Tritoch, y tal su tamaño, que la chiquita estaba cómodamente sentada en uno de sus hombros. Profundamente emocionada, estampó un beso en la mejilla del lobo. Este la depositó con delicadeza en el suelo, y dirigiéndose hacia la masa de un ojo, le soltó un brutal rugido, que achicó aún más el ojo.<br /> <br />Una duda asaltó a la niña, al recordar que había probado los tres ataques elementales contra la masa negra, pero ninguno funcionó. Entonces volvió a escuchar la voz de la gema, ya incrustada en el centro de su Trivarita: <br />- <i>Fracasó el fuego, fracasó el hielo y fracasó el rayo. ¿Y si intentas lo que antes hicimos? </i>– con esto surgió una gran sonrisa en el rostro de la pequeña. Tanto el lobo como ella se miraron y asintieron, unidos ya en pensamiento. <br />Firmemente apoyado sobre sus patas traseras, Tritoch crispó sus garras. De la izquierda surgió una llama incandescente que ardió hasta cubrir todo el antebrazo. De la derecha el aire empezó a congelarse al punto que una neblina gélida se desprendía de toda la zarpa. Y del pecho brotaron filamentos luminosos que erizaron su pelaje y el pecho de la bestia refulgió. La bestia inhaló profundamente, al tiempo que Nica apuntaba a Trivarita hacia la masa, cuyo ojo volvió a abrirse pero mostrando un terror que lo desorbitó por completo. Unas palabras se formaron en la mente de la ñiña, que era el nombre del arcano de los tres elementos. Gritó con todo su corazón:<br />- <b> ¡¡¡TIPLE EJECUCHÓOOOONNN!!!</b><br />Del hocico completamente abierto del lobo emergió una trenza formada por fuego, hielo y rayos fulgurantes, y fue tan potente el disparo que no sólo se consumió el ojo y la masa oscura, sino que también las paredes se desintegraron.<br /><br /><br />Los chillidos de terror de Rachel casi podían callar a los silbidos del feroz mar, que allá abajo, la esperaba. Ya sólo quedaba una columna de baldosas granate, y era cuestión de tiempo antes que ella cayera. Vértigo y náuseas la atormentaban junto al pánico de estar en esa situación. Ya no sabía qué hacer, no sabía dónde ni a quién acudir. <br />Su caída al vacío y luego a ese mar embravecido y salvaje sólo era cuestión de tiempo. <br />Inesperadamente, un halo prendió el cabello de Rachel, giró en el aire un poco y se puso frente a los ojos de la niña. El asombro sustituyó un poco al miedo. <br />- ¿Quién eres tú? – preguntó, un poco ronca luego de desgañitarse gritando de miedo. <br />- <i>¿Me has tenido bajo tu custodia y no te imaginas quién soy?</i> Soy Inocencia, la Virtud del Niño que aceptaste cuidar. <br />- ¿Y por qué saliste recién? ¿Por qué dejaste que sufra tanto? – replicó ella un poco molesta. <br />- <i>Nosotras no somos activadas sino hasta cuando nuestro custodio ha perdido los deseos de seguir adelante y se ha dejado vencer por el miedo, como tú. Mírate, eres la más inteligente de los tres y aquí estás, llorando sin parar.</i> – Aunque las palabras de la gema enfurecieron un poco a Rachel, la luz que despedía también la liberó de su estado de terror e histeria. <br />- ¿Entonces qué quieres que haga? No hay salida, no hay dónde refugiarme y dentro de poco voy a caer. <br />- <i>Las cosas no se terminan hasta que se terminan. No ves salida donde estás, pero hay una salida mucho más obvia, frente a ti.</i> <br />- ¿Sal…saltar? ¡NO! ¡No quiero hacerlo! ¡Voy a caer al mar y me va a tragar, igual que hizo con mi peluche Moogle! – respondió entre asustada y molesta la niña.<br />- <i>Concentras tus ideas y tus pensamientos donde no es. Interpreta lo que te digo y de seguro hallarás la salida.</i> – Dicho esto Inocencia guardó silencio.<br /> <br />Rachel aunque mucho más serena y calma, no podía dejar de ver ese horrendo abismo que terminaba en el océano oscuro y relampagueante. Pese a todo, intentó meditar sobre esas palabras. Centrar los pensamientos en un lugar equivocado… La salida obvia… ¡Lo único que se le venía a la cabeza era espantoso sólo de imaginarlo! Pero tras ver a su alrededor reconoció que no tenía otra opción. Primero debía sobreponerse a ese miedo que paralizaba todo su cuerpo. <br />- Ya tengo la respuesta, y sé lo que debo hacer. ¿Pero y si falla?<br />- <i>Ya te dije mi princesa. Centra tus pensamientos equivocadamente y fallarás. </i><br />Rachel volteó a ver al elevado pilar que era el único sustento que había tenido en toda esta pesadilla. Dio un paso hacia atrás y luego otro. Al notar el borde en sus pies un escalofrío la volvió a sacudir, pero con determinación logró controlarse. <br />- Sólo hay una forma de vencer esto. Y es… así.<br /> <br />Rachel dio un salto hacia atrás y comenzó a caer. <br />Se extrañó de no sentir más miedo, incluso se sentía serena y tranquila, mientras caía de espaldas al océano. Lo primero que pensó es que la altura era mucho más de lo que había supuesto, pues sentía el aire silbando en su espalda. Sus ojos estaban cerrados, cuando notó un brillo intenso y cálido por entre sus párpados. Inocencia flotaba sobre ella. <br />- <i>Lo has logrado, has vencido a tu miedo. Bien por ti, mi linda. </i><br />- ¿… y ahora qué? No tengo a Moogle…<br />- <i>¿Estás segura?</i><br />Al voltear un poco la cabeza, la niña notó algo blanco cayendo junto a ella. ¡Era Moogle! Ya sin importar el hecho de estar en caída libre, lo abrazó con fuerza. <br />- <i>Ahora mi niña, piensa en una solución. Usa lo que tengas a mano y piensa en una solución. </i><br />- …recuerdo que cuando me iba al parque tenía envidia de los pajaritos. Ellos nunca le tenían miedo a la altura. Siempre iban de un lado a otro, sin importar si bajo ellos había agua, tierra, piedra…<br />- <i>... en ese caso, ya habrás pensado en algo. Aférrame y soluciona este gran acertijo de una vez, por favor.</i><br /><br />La niña, aferrando con un brazo a su peluche, tomó a Inocencia, la enemiga del miedo, en su otra mano. Era hora de hacer lo imposible posible. Lo que nadie había hecho, volverlo realidad. Juntó la gema de la virtud sobre el pecho de Moogle, cerró con fuerza los ojos y recitó con toda la convicción que era capaz:<br />- <b>¡¡QUIERO TENER ALAS!!</b><br />El juguete se volvió una esfera luminosa que creció y creció hasta envolver por completo a Rachel. La forma final de Moogle, Princesa Aegis, surgió nuevamente pero esta vez mucho más grande y ahora con una brillante armadura dorada en su pecho, sus antebrazos y un yelmo repleto de joyas protegía su cabeza y parte del rostro, y dos lustrosas esmeraldas cubrían los ojos de tan bella aparición. Aigis tomó a la niña entre sus cuatro brazos y de su espalda brotaron seis enormes y blancas alas. Bastó un solo aleteo para detener por completo la caída. Y con otro se elevó a una velocidad increíble no sólo por encima del mar sino por encima de la plataforma donde había estado Rachel atrapada. Finalmente, llegó hasta el renegrido cénit y lo atravesó en un estallido de luz cegador. <br /><br /><br />Uñac Huilli había dado tres pasos justos luego de voltearse y sentirse vencedor sobre los tres niños, cuando para su asombro oyó un bullir dentro de las Cunas de Tinieblas que nunca había oído antes. Volteó y para sorpresa tanto de él como de Puño vio las esferas negras hincharse mientras se iluminaban. Con un destello las tres burbujas estallaron y cada niño: Nico, Nica y Rachel salieron con las fuerzas completamente restablecidas, y lo que era peor, con la apariencia de ser mucho más poderosos que antes. Nico aferraba a Ultibat en cuya punta resplandecía Kaiserpuño. Nica estaba en el hombro izquierdo de Tritoch y Rachel estaba delante de una acorazada, alada y enorme Princesa Aegis, con su arco listo para atacar. <br />- ¡USTEDES!! ¿¡CÓMO PUDIERON ESCAPAR DE MI CUNA DE TINIEBLAS!? ¡NADIE HABÍA LOGRADO ESO ANTES!!<br />- ¡Porque hemos superado nuestros miedos! – respondió resuelta Rachel.<br />- ¡Y ya no te tenemo medo, ochocho! – dijo risueña Nica. <br />- Eso mismo Uñac Huilli. NOSOTROS TAMBIÉN HEMOS CRECIDO. – Dijo con un tremendo aplomo Nico. <br />- Mis queridos pequeños… habéis derrotado esta trampa maligna. ¡ES AHORA EL MOMENTO DE DERROTAR A SU CREADOR!! – Asintió intensamente Sr. Puño. <br /><br />Era la hora de la batalla final. <br />Tofu-senseihttp://www.blogger.com/profile/17399165115088366489noreply@blogger.com0