Puntos sensibles.


En mis brazos.
Una media de seda, de las tuyas.
Obstruyendo la luz de tus ojos. Censurada tu visión.
Me he comprometido a no hablar. Ni un suspiro. Ni un estertor.
Estás ciega y sorda. No porque no oigas, sino porque no deseo hacerte oír nada de mí.
Sólo poso un dedo.
Haciendo un camino tenue e invisible que sólo tú puedes notar.
Que conduce a un terreno de deseos poco explorado por tu persona.
Perfilo tu barbilla, mis yemas suben con lentitud por el contorno de tu rostro, por la comisura de tus labios.
Caminando por esas áreas epitelizadas sin queratinizar tan sensibles y suaves llamadas labios.
Mojo mi índice en tus dientes húmedos, mostrados ocasionalmente.
Con ese pincel humedezco y creo un cuadro en tus mejillas. No soy Picasso ni Miró.
Espirales, curvas como las tuyas, puntos al azar, dibujados con tinta transparente en tu piel.
Epa, esas manos tuyas quietas. Yo te estoy tocando. Tú sólo debes resistir. Hasta donde te sea humanamente posible.
No querrás que te ate, verdad?
En fin, confiando en tu consentida sumisión, libero tus ojos del yugo del panty. Para notar cómo tus párpados se estremecen al ser barridas las pestañas, las cejas y la finísima piel que cubre tus globos oculares. A una distancia infinitesimalmente corta, menos de un milímetro, puedes notar mi contacto. Toco sin tocarte. Acaricio sin rozar.
No te muerdas tanto los labios, que te los lastimarás. ¿Cómo besarlos luego?
Ya tu cara deja de interesarme. Voy a descubrir otros puntos, otros destinos.
El horizonte de tu cabello me llama a gritos.
Mientras divido la piel de tu nuca en meridianos poco equidistantes, me llevo una probada de tu cuello, tan níveo, tan limpio. Ocultando ríos furiosos de sangre cuyo latir percibe la punta de mi lengua.
No, no, no. Te había pedido que no me tocases. No deseo darle gusto a tus manos violentas y aferrantes. Vamos, quita tus manos de mi pierna y de mi antebrazo, y devuélvelas a tu regazo, tapado con una corta sábana de satín.
Tus temblores y jadeos me obligan a cambiar de lugar.
Una espalda naturalmente pulida, sin duras prominencias o huecos abruptos, me ofrece un caleidoscopio de posibilidades.
Una a una las pruebo.
Descubro que te atrae más mis cortas uñas rozando muy suavemente la curva de tu columna lumbar, justo antes que empieze tu violenta grupa, que el masajeo firme sobre los músculos que extienden tus brazos, mucho más arriba.
La razón es obvia. La finísima pelliza amplifica tu sensibilidad en esa parte. No resulta mucho el amasado y bruñido sobre los músculos y las raíces nerviosas. Te relaja y calma, y ésa no es mi intención. Abandono, pues, tal práctica.
Ahora, tendida en mi propio regazo, evitando y esquivando tus besos hambrientos, mido por sectores la excitabilidad de tu vientre.
¡Oh niña pícara! ¡Prefieres quemar etapas, agarrar mi mano al asalto y dirigirla a tu busto estremecido!
Es una pena no poder ver pasar a tus pezones del estado de tierna laxitud a puntiforme excitación. Ya ingurgitados de sangre y deseos, ellos apuntan a mi rostro, más exactamente, a mi boca, en busca del abrigo húmedo de mis labios y el culebreo morboso de mi lengua. Pero dejaré eso para el final.
Es un nuevo lienzo tu busto, ante las pinceladas sin sentido de mi parte. No te importa de todos modos lo que dibujo. Es lo que sientes lo que te arranca gemidos de la garganta.
Ya mi boca ocupada ahí, mis manos irán recorriendo el trayecto arterial haciendo que tu pulso aumente hasta quererse salir de la piel. Allá, por la femoral.
Un limbo emocionado, palpitante y muuuy ávido de mano de hombre.
Pero para tu dessesperación, sólo acaricio tus piernas, tus rodillas y pies. Palpando la dureza del tendón, la firmeza del músculo, la sedosidad de la piel. Lampiña o velluda, es maravilloso.
Hasta que te hartas de mi devaneo, mi ocio, mi maldad y te sublevas.
Lastima mi paladar tu lengua.
Duele mi piel cuando tus garras se me clavan. Creo que me haces sangrar.
Las marcas de tus dientes me durarán algunos días. ¿Cómo explicarlo al que me vea?
Tu feminidad, se harta de mi masculinidad.
La devora, una y otra vez.
La envuelve, la embardurna de tu savia, la violenta.
Y un rayo cae sobre ambos.
Vacía nuestras mentes.

Te arrancas la venda de los ojos.
Me das un beso ardiente seguido de una bofetada.
Te vistes a toda prisa y te vas.
Loca, nena, es que estás loca...

Comentarios

  1. Vaya Doctor... que decir?...

    Ud sabe que estos posts asi me estremecen... que decir de la pasion disfrazada de violencia que lleva a mi cerebro a un estado de innegable interes... en realidad es maravilloso.

    Querido Doctor algún dia me explicara como ud hace que a mas de 1000 kilómetros de distancia me estremezca solamente con letras? jajaja, aun no lo entiendo... es ud tan explicito que mi morbo inocente se deja llevar por el mar de párrafos apasionantes que al final.. siempre me deja picada con ganas de mas jajajaja...

    Un besito mi Doctor!

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  2. WOW.

    *miauuuuuuuuu*
    *miauuuuuuuuu*
    *miauuuuuuuuu*
    *miauuuuuuuuu*
    *miauuuuuuuuu*

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  3. Me he quedado sin palabras, ronroneo suavemente, mientras huyo presurosa.

    Aún puedo sentir tus mordiscos invisibles en mi piel.

    Esperando que se repita... y sin remordimientos de por medio.

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  4. Mejor no me meto, usted ha sido el Sade Guayaco

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  5. Sensaciones... esas son las que me haces sentir cuando leo tus post.

    Besos :)

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  6. por q eres asi de cruel con tu fanaticada, q crees q somos de fiero somos seres humanos q sentimos y esos post nos hacen poner piel de gallina

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  7. Tofu: de lo que me he estado perdiendo wooow!! disculpe la ausencia cosas que pasan

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  8. Wow Tofu! que manera de narrar y crear sensaciones!
    y bueno, esa forma de despedirce... creo que la palabra adecuada es "continuará"
    saludos

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  9. ...sensei, maestro del erotismo.

    Confirmo, el Marqués del manso.

    Saludos bro.

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  10. ...me quedé muda... muy intenso.

    Saluditos, que tengas una buena semana!

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  11. Otro relato de los tuyos... muy bien hechos y dices solo lo justo...

    Cuídate...

    Ja ne!

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  12. Me encanta esta faceta suya, Tofu.
    Vuela la imaginaciòn y me enreda en una rica sensaciòn.
    Un abrazo

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  13. ShiBe!!! estoy sin tiempo, pero ya te leere bien hermano, asomaras ve loco, se te extraña, suerte en todo, yo te leo y te comento decentemente... psaraste por Oz carajo!!! jajaja

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  14. hola, queremos invitarte a que conozcas nuestra REVISTA CARICATO, siguiendo el link de nuestro blog.

    Saludos.

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  15. que bueno tofu, sobretodo el final!

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  16. "Epa, esas manos tuyas quietas. Yo te estoy tocando. Tú sólo debes resistir. Hasta donde te sea humanamente posible."

    humanamente o humedamente? jajaja

    Y se fue, que bien, te deja con las ganas a vos, pero tanquilo man, esta adobadita jajaja.

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  17. Resistencia, soportar estimular esos puntos sin caer en el delicioso abismo del desenfreno. Resistencia... pero solo soy humana.

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